Último post dedicado a
la serie protagonizada por Tim Roth, que se ha despedido con la más floja de
sus tres temporadas, y encima sin un auténtico final. Lo de cortar por lo sano
debido a la baja audiencia no es exclusivo de nuestro país. Por lo visto los 13 capítulos de esta entrega no debieron
de tener demasiado éxito, por lo que la serie no solo no fue renovada para una
cuarta temporada sino que ni siquiera se completó la tercera.
Después de una primera
temporada de 13 capítulos y una segunda de 22, ‘Miénteme’ cierra con 13 más y
algunos cabos sueltos. Supongo que Roth, también productor, tendría esperanzas
de que la cosa siguiese, si no no se entiende la introducción de un nuevo personaje
en los últimos capítulos, que parecía destinado a reforzar al equipo de
investigadores… o cierto spoiler que mencionaré tras el tráiler.
Lo cierto es que esta
temporada supone un bajón en la calidad de una serie que me sorprendió en su
primera entrega, y en la segunda logró el más difícil todavía de superarse en
cada capítulo, encadenando una buena historia tras otra.
Uno de los principales
puntos débiles de esta última temporada es que se ha acentuado la falta de
tramas que afecten a los protagonistas y continúen de un capítulo a otro, dando
un punto más de interés al margen de cada historia autoconclusiva. En la
segunda temporada, la mejor de las tres, esta carencia se resolvió, en gran
medida, con los romances más o menos problemáticos que vivía cada uno de los
personajes, y con la profundización en el pasado de varios de ellos…
…pero en esta última
temporada el equipo de Cal Lightman casi desaparece, engullido por el investigador.
Roth acapara todo el protagonismo, en detrimento del resto del reparto.
¿Consecuencias? En lo que respecta al protagonista, descubriremos su tormentosa
relación con su padre (hasta ahora la serie se había centrado más en su madre),
y tendrá como nueva pareja (o algo así) a la policía que ocupa el lugar del
agente del FBI de la temporada anterior. Poco más, con Roth recreándose y
acaparando cada plano.
En cuanto al resto de
personajes, hasta Gillian pierde peso, mientras Torres y Loker apenas aparecen por
allí. Solo la nueva policía tiene un papel importante, al igual que la hija de
Lightman, que mantiene esos divertidos diálogos con su padre, aportando la
dosis de comedia de la serie y muchos de sus momentos más entrañables. Eso sí, no esperéis volver a ver a la ex del
investigador. Y lo más curioso: en los primeros capítulos hay un casting de
personal, y uno de los elegidos Shoshannah Stern, la actriz sorda de ‘Jericho’, que sin
embargo apenas aparece un par de veces más. Y no hablemos de Linda Purl, conocida por mil series, y que tiene una breve aparición en uno de los primeros episodios, con lo que parece que va a ser una trama de la que tampoco vuelve a saberse nada más.
En cuanto a las tramas,
la serie sigue apostando por un solo caso en cada capítulo, y eso sí, mantienen
una gran intensidad. Cada episodio es como una película corta, con desenlaces
inesperados y en ocasiones una gran carga dramática, pero de algún modo, se
nota que la serie ha perdido chispa.
Lo que no ha perdido es
la originalidad en cuanto a los desafíos a los que se enfrenta el equipo de
investigadores: impedir el atraco a un banco investigando a quienes van a
cometerlo, descubrir si el padre de una aspirante a miss juvenil ha tratado de
abusar de otra candidata; averiguar las causas de un accidente en una mina,
desenmascarar al líder de una secta (tema ya tratado con anterioridad, y que
tiene aquí una resolución un tanto cogida por los pelos), encontrar un bebé
secuestrado … son los argumentos de algunos episodios de esta tercera y última
temporada.
Entre los más logrados
(al fin y al cabo la serie sigue teniendo un nivel por encima de la media), el
tercero, con la nueva pareja de Cal como sospechosa de corrupción policial (y
esto dejará consecuencias); el cuarto, con Tricia Helfer rodeada de misterio
como nueva pareja de Cal (¿he dicho que Roth produce?) en un romance de alto
voltaje; el séptimo, con una soberbia Annette O’Toole, la madre de Superman en 'Smallville', como enferma de alzheimer
que dice haber presenciado un crimen; el noveno, con Cal, que por ayudar a una
amiga de su hija vivirá su particular ‘Alguien voló sobre el nido del cuco’ y hará
frente a los fantasmas de sus padres; el décimo, con un seductor de mujeres
divorciadas y continuos giros sorprendentes; el undécimo, con una enfermera con
especial habilidad para aparecer en la escena de un accidente y salvar a los
heridos; y el último, en torno a tres genios informáticos que parecen recordar
a ‘La red social’ y un potente arranque con Gillian cubierta de sangre.
No, la verdad es que la
serie no está nada mal, pero las dos temporadas anteriores pusieron muy alto el
listón, y como he dicho, si sois fans de Tim Roth os lo pasaréis en grande. Si
no, tendréis Tim Roth hasta en la sopa.
SPOILERS
Si en las dos primeras
temporadas parece evidente que Cal y Gillian están enamorados pero no se
atreven a confesar sus sentimientos, aquí, empezando por la nueva pareja del investigador (que no gusta nada a Gillian), el tema se soslaya un tanto. Habrá que esperar a
la última escena del capítulo 13 para que Cal le confiese a su hija que ama a
Gillian y que no sabe por qué no se lo dice… Pero este es el último capítulo de
la serie, así que…
Y hablando de romances:
ni rastro del de Torres y Loker, que acabaron la segunda temporada iniciando una
relación romántica, de la que no se vuelve a hacer mención…
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