jueves, 5 de abril de 2012

La última mentira es la peor



Último post dedicado a la serie protagonizada por Tim Roth, que se ha despedido con la más floja de sus tres temporadas, y encima sin un auténtico final. Lo de cortar por lo sano debido a la baja audiencia no es exclusivo de nuestro país. Por lo visto  los 13 capítulos de esta entrega no debieron de tener demasiado éxito, por lo que la serie no solo no fue renovada para una cuarta temporada sino que ni siquiera se completó la tercera.

Después de una primera temporada de 13 capítulos y una segunda de 22, ‘Miénteme’ cierra con 13 más y algunos cabos sueltos. Supongo que Roth, también productor, tendría esperanzas de que la cosa siguiese, si no no se entiende la introducción de un nuevo personaje en los últimos capítulos, que parecía destinado a reforzar al equipo de investigadores… o cierto spoiler que mencionaré tras el tráiler.

Lo cierto es que esta temporada supone un bajón en la calidad de una serie que me sorprendió en su primera entrega, y en la segunda logró el más difícil todavía de superarse en cada capítulo, encadenando una buena historia tras otra.

Uno de los principales puntos débiles de esta última temporada es que se ha acentuado la falta de tramas que afecten a los protagonistas y continúen de un capítulo a otro, dando un punto más de interés al margen de cada historia autoconclusiva. En la segunda temporada, la mejor de las tres, esta carencia se resolvió, en gran medida, con los romances más o menos problemáticos que vivía cada uno de los personajes, y con la profundización en el pasado de varios de ellos…

…pero en esta última temporada el equipo de Cal Lightman casi desaparece, engullido por el investigador. Roth acapara todo el protagonismo, en detrimento del resto del reparto. ¿Consecuencias? En lo que respecta al protagonista, descubriremos su tormentosa relación con su padre (hasta ahora la serie se había centrado más en su madre), y tendrá como nueva pareja (o algo así) a la policía que ocupa el lugar del agente del FBI de la temporada anterior. Poco más, con Roth recreándose y acaparando cada plano.

En cuanto al resto de personajes, hasta Gillian pierde peso, mientras Torres y Loker apenas aparecen por allí. Solo la nueva policía tiene un papel importante, al igual que la hija de Lightman, que mantiene esos divertidos diálogos con su padre, aportando la dosis de comedia de la serie y muchos de sus momentos más entrañables. Eso sí, no esperéis volver a ver a la ex del investigador. Y lo más curioso: en los primeros capítulos hay un casting de personal, y uno de los elegidos Shoshannah Stern, la actriz sorda de ‘Jericho’, que sin embargo apenas aparece un par de veces más. Y no hablemos de Linda Purl, conocida por mil series, y que tiene una breve aparición en uno de los primeros episodios, con lo que parece que va a ser una trama de la que tampoco vuelve a saberse nada más.

En cuanto a las tramas, la serie sigue apostando por un solo caso en cada capítulo, y eso sí, mantienen una gran intensidad. Cada episodio es como una película corta, con desenlaces inesperados y en ocasiones una gran carga dramática, pero de algún modo, se nota que la serie ha perdido chispa.

Lo que no ha perdido es la originalidad en cuanto a los desafíos a los que se enfrenta el equipo de investigadores: impedir el atraco a un banco investigando a quienes van a cometerlo, descubrir si el padre de una aspirante a miss juvenil ha tratado de abusar de otra candidata; averiguar las causas de un accidente en una mina, desenmascarar al líder de una secta (tema ya tratado con anterioridad, y que tiene aquí una resolución un tanto cogida por los pelos), encontrar un bebé secuestrado … son los argumentos de algunos episodios de esta tercera y última temporada.

Entre los más logrados (al fin y al cabo la serie sigue teniendo un nivel por encima de la media), el tercero, con la nueva pareja de Cal como sospechosa de corrupción policial (y esto dejará consecuencias); el cuarto, con Tricia Helfer rodeada de misterio como nueva pareja de Cal (¿he dicho que Roth produce?) en un romance de alto voltaje; el séptimo, con una soberbia Annette O’Toole, la madre de Superman en 'Smallville', como enferma de alzheimer que dice haber presenciado un crimen; el noveno, con Cal, que por ayudar a una amiga de su hija vivirá su particular ‘Alguien voló sobre el nido del cuco’ y hará frente a los fantasmas de sus padres; el décimo, con un seductor de mujeres divorciadas y continuos giros sorprendentes; el undécimo, con una enfermera con especial habilidad para aparecer en la escena de un accidente y salvar a los heridos; y el último, en torno a tres genios informáticos que parecen recordar a ‘La red social’ y un potente arranque con Gillian cubierta de sangre.

No, la verdad es que la serie no está nada mal, pero las dos temporadas anteriores pusieron muy alto el listón, y como he dicho, si sois fans de Tim Roth os lo pasaréis en grande. Si no, tendréis Tim Roth hasta en la sopa.







SPOILERS

Si en las dos primeras temporadas parece evidente que Cal y Gillian están enamorados pero no se atreven a confesar sus sentimientos, aquí, empezando por la nueva pareja del investigador (que no gusta nada a Gillian), el tema se soslaya un tanto. Habrá que esperar a la última escena del capítulo 13 para que Cal le confiese a su hija que ama a Gillian y que no sabe por qué no se lo dice… Pero este es el último capítulo de la serie, así que…

Y hablando de romances: ni rastro del de Torres y Loker, que acabaron la segunda temporada iniciando una relación romántica, de la que no se vuelve a hacer mención…

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