miércoles, 13 de julio de 2011

Baricco sobre ruedas

Completamos hoy la ‘trilogía del motor’ con la obra que mejor ha captado el mundo del automovilismo y las carreras de coches, sobre todo la épica de los pioneros. ‘Esta historia’ (2005) era, hasta la reciente publicación de ‘Emaus’, la última novela del italiano Alessandro Baricco, una de mis debilidades, cuya obra más conocida es esa pequeña maravilla titulada ‘Seda’.

En este libro Baricco insiste en sus personajes…, digamos, estrafalarios (aunque es imposible no enamorarse de ellos) que buscan sueños ¿imposibles? y recurre de nuevo a una estructura en la que una serie de relatos, más o menos independientes, se enlazan componiendo una única historia vista desde distintas perspectivas y contada por diferentes voces y mediante diversas técnicas literarias.

Todo ello al servicio de una historia en la que al pasar las páginas escuchamos el rugir de los motores y sentimos el olor a gasolina. ‘Esta historia’ arranca con un prólogo antológico en el que Baricco entremezcla hechos históricos y leyenda para meternos de lleno en una mítica carrera de 1903, cuando la Fórmula Uno era mera quimera y los únicos circuitos eran las carreteras y caminos, por donde se aventuraban frágiles máquinas a velocidades que parecían sobrehumanas. Una carrera desde París a Madrid, que dejó a su paso un reguero de cadáveres.

Lo que sigue después es una delicia, la infancia del protagonista, Ultimo Parri (el origen de su nombre no tiene desperdicio), narrada de manera inigualable por un Baricco que saca a relucir su vena más humorística. Para releerla una y otra vez sin cansarse.

Viene luego el primer tour de force de esta novela, un duro alegato antibelicista en el que Baricco nos descubre el horror de uno de los más trágicos episodios de la primera guerra mundial, la batalla de Caporetto, donde reencontramos a Ultimo que ya va dándole vueltas a su obsesión: crear el circuito de carreras perfecto, un circuito que refleje toda su vida en cada curva.

Y tras Caporetto, ‘Elizavetta’, tal vez la parte más perfecta de ‘Esta historia’, el magistral análisis psicológico de un personaje inolvidable, para mí el gran personaje de este libro, incluso por encima de Ultimo. Lo sabremos TODO de Elizavetta, el gran amor de Ultimo, a través de su diario, un diario que sigue a través de los años y las décadas, y que nos revelará que no debemos creer todo lo que leemos. En este caso, la relectura se vuelve obligatoria para comprender lo ocurrido.

‘1947. Sinnington. Inglaterra’ es el único borrón, hasta cierto punto, de la novela. Aquí Baricco, de nuevo en busca del más difícil todavía, toma la voz del hermano de Ultimo, que sufre cierto retraso mental, lo que el autor trata de reflejar en una sucesión de frases infantiles que se repiten una y otra vez, volviendo ésta la parte de lectura más ardua.

Eso sí, el libro se recupera de inmediato para ofrecer ‘1950. Mil millas’, una deliciosa y breve historia romántica enmarcada, de nuevo, en una carrera, con un Ultimo más adulto y alguna escena que tomará un nuevo sentido (como siempre en Baricco) en el desenlace, un epílogo en el que Elizavetta reaparece para darle sentido a todo, en uno de los mejores finales de la bibliografía de Baricco, que, solo con su fraseo y sus palabras, sin imágenes, traslada al lector el ambiente de las carreras con mucha mayor autenticidad y viveza que películas como ‘Cars 2’ o ‘Speed racer’.

Supongo que Valentino Rossi, a quien está dedicada (más o menos) ‘Esta historia’, estará orgulloso, aunque aquí se trate de carreras de coches.

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