Volvemos a la pregunta más clásica, ¿es mejor el libro o la película? En esta ocasión la cosa está bastante igualada y el veredicto es bastante parecido para las dos obras: notable, aunque se podía haber llegado un poco más lejos.
El autor holandés Tim Krabbé debe buena parte de su fama al libro que nos ocupa, 'La desaparición', que plantea un argumento inquietante. Un joven holandés, de vacaciones en Francia con su novia, para en una estación de servicio y ella desaparece sin dejar rastro. Ocho años después ha rehecho su vida y tiene una nueva pareja, pero sigue obsesionado por saber qué le ocurrió a la otra. Es entonces cuando se le presenta el responsable de la desaparición con una propuesta aterradora: solo podrá saber qué le pasó si acepta pasar por lo mismo.
El libro bucea en la mente de los dos antagonistas, tratando de explicar hasta qué punto puede obsesionarse una persona al no saber qué le ha pasado a otra, el drama de los desaparecidos, pero también qué puede llevar a un hombre a cometer un terrible acto de maldad.
La prosa de Krabbé logra transmitir la cotidianeidad y cómo ésta se rompe de manera irreparable. El libro se divide en cuatro capítulos: el primero narra la desaparición; el segundo la situación del protagonista ocho años después, y cómo afecta lo ocurrido en el pasado a su relación actual ("Si ella volviera me seguiría casando contigo, pero daría lo que fuera por saber qué le pasó"); el tercero, mediante flashbacks, narra la vida del secuestrador hasta el momento en el que se encuentra con la novia del protagonista; y el último el encuentro entre ambos.
La obra, tal vez demasiado breve, fue adaptada al cine en Holanda en 1988 por el director George Sluizer, que cinco años más tarde se hizo cargo del remake hollywoodiense. Esto, unido a que el propio Krabbé participó en el guión, me lleva a pensar que el remake no se aparta en exceso del film original, y que el autor del libro tuvo mucho que ver en el resultado final.
'The vanishing', titulada en España 'Secuestrada', cuenta con un reparto de lo más atractivo para el espectador actual, pero bastante desconocido hace casi dos décadas. Por un lado, el protagonista, Jeff, recae en Kiefer Sutherland, unos años antes de que se convirtiera en Jack Bauer y '24' le catapultara al éxito. Por otro, tenemos a Jeff Bridges como el villano, y a una Sandra Bullock que iniciaba su carrera como Diane, la joven desaparecida. Curioso que 17 años después, los dos últimos se llevasen el Oscar en la misma edición de los premios.
Tanto Sutherland como Bridges realizan interpretaciones competentes, especialmente el último a la hora de dar vida a un psicópata con una apariencia y vida de lo más mundana. La sorpresa viene de la mano de Nancy Travis como la novia actual, cuyo personaje no solo está mucho mejor definido en el film, sino que es decisivo en toda la parte del metraje que se añade a la novela.
Y es que, como he comentado, el libro era demasiado breve para una película, así que uno de los mayores cambios es el alargamiento de la trama, convirtiéndolo más en un thriller al uso que en un análisis psicológico como era el original. Sin embargo, posiblemente por la participación del autor en el guión, funciona de manera notable, situándose por encima del nivel habitual del género.
Entre los cambios menores, no hay un salto de 8 sino de 3 años, el psicópata solo tiene una hija en lugar de dos, o situar una escena del pasado de Jeff y Diane solo unas horas antes de la desaparición, lo cual me parece un acierto. Por contra, un cambio notable es que la cinta arranca con el psicópata y sus preparativos, cuando en el libro vemos antes la desaparición y sus consecuencias, sin saber absolutamente nada de lo ocurrido. En cuanto al pasado del psicópata, en el film se narra en flashbacks tras el encuentro entre este y Jeff, de manera bastante lograda. El film, por otra parte, elimina una de las escenas más impactantes del libro, en la que el psicópata mata a dos excursionistas de sendos disparos al descubrirlos en su propiedad.
Pese a todo, a la película le perjudica su aspecto de telefilme y no llega a ser tan contundente debido al cambio en el final. Y ahí sí que pasamos a un SPOILER como una casa, en todo lo que sigue tras el tráiler. Ojo, tampoco os recomiendo ver el tráiler, en el que se dan demasiadas pistas.
El libro acaba cuando Jeff descubre lo que le ocurrió a Diane, al ser enterrado vivo como ella lo fue. Ese es el devastador final del texto de Krabbé, en el que el psicópata queda impune. Pero, claro, esto es Hollywood y este final era, digamos, poco comercial. Así que la nueva novia de Jeff entra en escena y protagoniza un enfrentamiento con el psicópata que acaba en final feliz. Pero, como he dicho, toda esta parte funciona. Para empezar, y dado que para el psicópata todo se trata de un experimento, hay una escena en el film en la que da clase de Química a sus alumnos y les dice que hay que tener cuidado con que nada contamine el experimento. Para demostrarlo utiliza a una mosca, y en el siguiente plano aparece la nueva novia, que al final será el elemento que acabará con el experimento. Además, el enfrentamiento entre ambos no solo será físico, sino sobre todo intelectual, recurriendo ella a las mismas armas que él ha utilizado contra Jeff. Y es que, además, ella es la otra cara de la moneda: mientras Jeff se obsesiona con el pasado y es incapaz de salir adelante, ella, como dice en una de las secuencias del film, siempre está dispuesta a luchar por su futuro.
Por otra parte, para mí el mayor cambio es que en el film ni Jeff ni el espectador saben qué le pasó a Diane hasta que Jeff despierta en el ataúd, es decir, no saben si ella murió. En cambio, en el libro el psicópata es claro con Jeff, y nada más verse admite que ella está muerta. A pesar de ello, Jeff sigue hasta el final, ahí es donde Krabbé llega más lejos en su texto que en el film, al abordar la obsesión de Jeff, que no solo quiere saber si Diane murió, sino cómo, qué fue lo que le ocurrió hasta el final.
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