España y los USA copan las novedades en una semana en la que el único film que no procede de estas dos cinematografías es la australiana Shayda, que bien podría haber sido la elegida con la historia de la propia directora y guionista, la iraní Noora Niasari, que se refugió en un centro de acogida para mujeres maltratadas con su hija de seis años tras huir de su marido, pese a lo cual la niña debía cumplir con el régimen de visitas.
Tres son los estrenos españoles, aunque solo uno de ellos dirigido al gran público. Los otros son Invasión, peculiar ejercicio de ciencia ficción en torno a varias escenas dialogadas, y Third week, que Jordi Torrent escribe y dirige en los USA, con reparto norteamericano y en blanco y negro para contar la historia de un preso que sale en libertad provisional y a quien su madre pide dinero para una fianza.
Pero el aspirante a estreno de la semana es Casa en llamas, el regreso del cineasta Dani de la Orden a un cine coral más propio de sus inicios, como el díptico Barcelona, noche de verano (2013) y Barcelona, noche de invierno (2015), tras centrarse los últimos años en la comedia más comercial, como El mejor verano de mi vida (2018), Hasta que la boda nos separe (2020) o Mamá o papá (2021). Un fin de semana familiar en Cadaqués es la excusa perfecta para que todo salte por los aires, con un reparto de lujo en el que encontramos a Alberto San Juan, Enric Auquer, Macarena García y sobre todo a una Emma Vilarasau por la que tengo especial debilidad desde que se convirtiera en la reina de los culebrones made in TV3.
Los USA dominan en cantidad con hasta cinco novedades, que incluyen el documental sobre la larga trayectoria de 60 años del cantante Paul Simon, In restless dreams, o Un lugar tranquilo: Día 1, precuela de la exitosa saga de terror, ahora con Lupita Nyong'o, que no lo pasaba tan mal desde Us.
Tenemos también Kinds of kindness, lo nuevo de Yorgos Lanthimos, que no ha perdido el tiempo después de Pobres criaturas, y repite con Emma Stone y Willem Defoe, a quienes se suma un Jesse Plemmons en el mejor momento de su carrera, incluido premio al mejor actor en Cannes por este film, tan arriesgado e inclasificable como todos los de su director, al parecer, más aún si cabe.
La sorpresa, eso sí, puede ser Big boys, en la que un joven de 14 años acompaña en un viaje a su prima y al novio de esta, de 26, del que acaba enamorándose en pleno reconocimiento de su identidad sexual.
Pero el ganador es Horizon: An american saga, que supone el regreso de Kevin Costner a la dirección dos décadas después de Open range. Y como entonces, un western, el género por excelencia de una de las últimas grandes estrellas norteamericanas, para la que sí es cierto aquello que dicen que decía John Ford: "Solo dirijo westerns", aunque sea mal camuflados de ciencia ficción como Mensajero del futuro (1997). Lo que llega este fin de semana a las pantallas es además el mayor empeño cinematográfico de Costner, puesto que con tres horas de duración, solo es el primer capítulo. El próximo agosto llegará el segundo, y aún tiene dos más pendientes de financiación y rodaje. La ambición, contar la epopeya norteamericana con mayúsculas, la conquista del oeste en plena guerra civil. Le acompañan Sienna Miller, Sam Worthington, Luke Wilson, Jamie Campbell Bower y un largo etcétera en un proyecto mastodóntico al que por ahora no acompañan las críticas. Pero Costner siempre ha dado lo mejor en sus westerns, como en Bailando con lobos (1990), una de mis películas favoritas de todos los tiempos, o la televisiva Hatfields & McCoys (2012), que le recuperó para muchos. Y hay que aplaudir el empeño de alguien que podía haberse quedado cómodamente encadenando temporada tras temporada del megaéxito televisivo Yellowstone, y en cambio vuelve a jugarse su patrimonio por un sueño. Un sueño de cine.
No hay comentarios:
Publicar un comentario