Dos, para empezar, son las novedades internacionales. De Canadá nos llega Antes era divertido, con una joven que quiere ser monologuista y que trata de decidir si unirse a la búsqueda de una adolescente a la que solía hacer de niñera, mientras Suecia propone Crossing, que aborda la transexualidad a partir de una mujer que busca a su sobrina desaparecida.
Dos son también las novedades españolas. empezando por una curiosidad, Fin de viaje, Sáhara, que recupera Sáhara, película de 1985 que narraba las aventuras de dos españoles y tres franceses que trataban de cruzar el desierto. Pese a que por lo visto el film fue un acontecimiento y ganó diversos premios, quedó descatalogado en 1992 y es ahora cuando se ha restaurado y editado el material original de nuevo, dando lugar a esta nueva versión.
La otra propuesta nacional, que se ha quedado a nada de ser el estreno de la semana, es Los destellos, una de las triunfadoras del reciente festival de cine de San Sebastián, donde Patricia López Arnaiz se llevó el premio a mejor actriz por dar vida a una mujer que tras 15 años se reencuentra con su exmarido al que tiene que cuidar al estar gravemente enfermo. Si tenemos en cuenta que a él lo interpreta Antonio de la Torre y que escribe y dirige Pilar Palomero en su tercer largo tras Las niñas y La maternal, pues estamos ante otra cinta prometedora de una temporada de cine español que empieza a pisar el acelerador.
Y dos son las pelis que nos llegan de los USA. Alas blancas, curiosa traducción del original White bird (Pájaro blanco), es un intento de reverdecer laureles de Marc Forster, director que prometía mucho en sus inicios (Monster's ball, Descubriendo Nunca Jamás) pero que tras el patinazo de la cinta de James Bond Quantum of solace fue perdiendo fuelle. Aquí nos trae una historia bienintencionado a vueltas con el maltrato y los nazis, que tiene como mejores bazas a Helen Mirren y Gillian Anderson.
Pero la que se lleva la palma es la secuela del Joker, Folie à deux (Locura a dos). Funcionó tan bien el acercamiento más serio al gran villano de Batman y la película de superhéroes menos superheroica, Oscar incluido para Joaquín Phoenix, que era inevitable estirar el chicle. La novedad es Lady Gaga como Harley Quinn, la enamorada del payaso asesino, a quien está encarnando últimamente Margot Kidder. Para rizar el rizo, parece que se han atrevido con el musical, y no sé si será por eso que las primeras críticas parecen bastante destructivas. Así que nueva oportunidad para volver a ver en la gran pantalla a un personaje que ha conseguido hacerle sombra al propio hombre murciélago.
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