Los fans de los cómics, o mejor, los tebeos, estamos hoy un poco tristes. Nos ha dejado alguien a quien debemos muchas sonrisas y carcajadas, José Sanchis Grau, conocido sobre todo por su creación más emblemática, el gato Pumby.
Este personaje surgió en aquella época en la que en España aún no se había introducido el cómic norteamericano, y mucho menos el manga japonés, y Edival, o Editorial Valenciana, competía con Bruguera a la hora de poblar los sueños de los niños de la época con todo tipo de personajes entrañables.
Pumby, nacido en 1954 en las páginas de la mítica 'Jaimito', contaría de inmediato con serie propia y mil reediciones (incluso protagonizó en 1993 una historia de la Comunidad Valenciana). Era un gato de trazo limpio, con enormes ojos y cascabel, que vivía mil y una aventuras. Podríamos citar la influencia de Flash Gordon, no en vano le solían acompañar en sus aventuras Blanquita y el profesor Chivete (una cabra), que recordaban poderosamente a Dale Arden y el profesor Zarkov. También compartía con el Capitán Trueno las ganas de vivir aventuras, acabar con los tiranos y defender al débil, aunque sus andanzas tenían un toque más fantástico. En ellas viajaba a mundos imposibles, países mágicos en los que podía pasar cualquier cosa, a menudo con tintes surrealistas, y con frecuencia homenajeaba las grandes obras de la literatura, digamos juvenil, y en especial a Julio Verne. Sanchis hasta se dio cuenta de lo que se avecinaba y a veces convertía al simpático gatito en Superpumby con un simple zumo de naranja.
Pumby supuso todo un soplo de aire fresco para la época, con su inocencia y fantasía, y fue uno de los primeros personajes que me hicieron amar los tebeos. De hecho, el de la portada de arriba igual lo tengo todavía por ahí metido en una caja. Voy a ver si lo encuentro...
PD: José Sanchis también fue un pionero a la hora de reclamar los derechos por los personajes de su creación, a menudo retenidos por las grandes editoriales. En su caso fue en 1998, a raíz de la adaptación cinematográfica de Pumby, cuando litigó por sus derechos hasta que le dieron la razón. Se nos ha ido un maestro del cómic valenciano.
PD2: Ahora que caigo, hay otro personaje de Sanchis del que también leí unos cuantos números de pequeño, su versión de Mazinger-Z, que en cierto modo le convirtió también en pionero del manga a la española.
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