Noche de Reyes, y mi
regalo es una recomendación, uno de los discos que más me han gustado en los
últimos tiempos, ‘Aphrodite’ de Kylie Minogue. Sí, de Serrat a Kylie, es lo que
hay.
En su último trabajo la
australiana logra lo más difícil, superar su
‘Fever’ (2001), hasta ahora mi disco favorito de su discografía (el único, de hecho,
que me ha gustado de verdad). La cantante sigue en la línea pop-dance que
inauguró dicho trabajo y alcanza cotas impresionantes.
Pero donde luce de
verdad es en el directo. Si podéis no os perdáis el dvd de su última gira,
‘Aphrodite. Les Folies’, que recoge el concierto que ofreció en junio del
pasado año en Londres. Más sensual y diva que nunca, el recital la pone en un pedestal
inalcanzable ahora mismo para otras aspirantes como la mismísima Madonna, o
Rihanna y su nefasto estilista.
Mezcla de espectáculo a
lo Folies Bergere y con reminiscencias de la antigua Grecia, Kylie deslumbra en
todo momento y en todos los aspectos, como clave de bóveda de un montaje
apabullante (y gay, pero que muy gay), en el que no deja de sorprender al
espectador. Incluso se permite el lujo de volar a lomos de un ángel, ahí es
nada.
Un concierto (vale, pelín hortera en la puesta en escena, pero a esta mujer se le acaba perdonando todo) en el que
canta la práctica totalidad de temas de su último trabajo y solo se sale en dos
ocasiones del material de los últimos cuatro, que le han valido sus mayores cotas
de popularidad desde que fusionase pop y dance. Esas dos piezas son el
mítico ‘Better the devil you know’, muy versioneado para los nuevos tiempos, y
una versión del ‘There must be an angel (playing with my heart)’ de Eurythmics.
Por lo que respecta al
disco, apenas hay temas de relleno, y una tras otra se suceden piezas
vertiginosas. La apertura no puede ser mejor, con una balada tan espectacular
como ‘All the lovers’ seguida de la extraordinaria ‘Get outta my way’, mi tema
favorito del disco y el que me lo descubrió, con un derroche de energía
extraordinario y esa letra en la que Kylie le dice a su chico que espabile o le
va a perder.
No hay bajón. Lo
siguiente es ‘Put your hands up (if you feel love)’, con un estribillo
demoledor que deviene himno en directo, y ‘Closer’, que queda como pieza menor
pero solo comparada con las tres precedentes y las dos que le siguen: ‘Everything
is beautiful’, otro precioso medio tiempo con la voz de Kylie más suave que
nunca, y el demoledor ‘Aphrodite’, pensado para servir de apertura a la gira,
el tema más teatral, más propio de un musical, que es lo que a ratos parece su
concierto.
‘Illusion’, ‘Better than
today’ y ‘Too much’ representan el momento más flojo del disco, pero más por
comparación con el resto que porque no sean buenos temas. Y la recta final se
abre con ‘Cupid boy’, otro temazo hiper bailable con Kylie en plan diva total, al que
le sigue ‘Looking for an angel’, otro baladón de musical. Y cerramos con ‘Can’t
beat the feeling’, un espectacular increscendo por todo lo alto, capaz de
dinamitar las pistas de baile, y que en el concierto lo fusionan con gran
habilidad con ‘Love at first time’, tal vez el mejor tema de ‘Fever’.
Ahora mismo, es el
mejor disco que se me ocurre para levantar los ánimos, olvidar la crisis y
tener un subidón de energía. Y si sois fans de Kylie, vais a ir directos al
séptimo cielo.
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