‘Up in the air’ logra
eso que parece tan difícil que es hablar de la actual crisis económica con una
sonrisa. Es su mayor logro, y aunque desde luego no está entre las mejores
películas que ha interpretado George Clooney y es un film bastante sobrevalorado,
se ve de manera agradable, aunque a ratos resulte incómodo.
Clooney interpreta a
Ryan Bingham, que trabaja para una empresa dedicada a notificar el despido
cuando el empresario que ha decidido prescindir de su trabajador no se atreve a
hacerlo. Tal como dice el jefe de Bingham, ‘la industria del automóvil va mal,
el negocio inmobiliario peor… se abren grandes oportunidades para nosotros’.
Así de claro.
Por si fuera poco, la
revolución en el trabajo de Bingham vendrá de una jovencita recién salida de la
facultad, Natalie, quien, en plena era de las redes sociales, ve innecesario
que Bingham y sus compañeros derrochen el dinero de la empresa volando día tras
día hasta donde se encuentra la empresa que requiere sus servicios, cuando a la
gente se la puede despedir… vía videoconferencia.
Bingham es el único que
se opone a una medida que no puede ser más denigrante: que te despidan sin ni
siquiera la decencia de decírtelo a la cara, en persona. Así que por el momento
Natalie le acompañará para aprender del mejor hasta que se aplique el nuevo
sistema.
Siempre en tono amable,
y teniendo como contrapunto las escenas de despidos, en su mayoría reales, donde
queda patente el auténtico drama de esta crisis, la cinta aborda otra trama ya
clásica en el cine norteamericano: cómo el protagonista se cuestiona su modo de
vida para evolucionar/redimirse.
Y es que Bingham se ha
montado su vida de manera que no tiene hogar, literalmente: pasa casi todo el
tiempo viajando, ha convertido aeropuertos y hoteles en su casa (con la aspiración
de llegar a los 10 millones de millas viajadas) y evita cualquier tipo de
relación social, incluidas sus dos hermanas, a las que apenas ve. Incluso da
conferencias en las que recomienda quitarse el peso vital de posesiones y
relaciones para ser más libre.
La aparición de Natalie
(ojo a la escena en la que ella siente en sus carnes qué es que te despidan vía
sms, aunque no es eso lo que le pasa a ella) y el inicio de una relación, en
principio de meros encuentros sexuales sin compromiso alguno, con otra viajera
habitual, Álex, unido a la boda de su hermana menor, le harán replantearse por
completo su manera de ver la vida, preguntándose si habrá estado equivocado.
Clooney cumple con su
solvencia habitual y el film tiene la suerte de contar con una Vera Farmiga más
espectacular que nunca, y unos secundarios más que eficaces, además de la
revelación que supone Anna Kendrick, perfecta en su réplica como Natalie. JasonReitman se muestra ágil y acertado en la dirección, aunque no tan inspirado en
el guión, adaptando la novela de Walter Kirn. Y sí, ‘Juno’ era mejor.
Por último, antes de
los SPOILERS, recomendaros que no os perdáis las impresionantes panorámicas
aeréas que se suceden cada vez que los protagonistas llegan a un nuevo destino.
SPOILERS
Al menos el final de la
película huye de lo habitual en estos casos, y por ello resulta de lo más
descorazonador. Bingham ve lo vacía que está su vida y se la juega,
dispuesto a formar una familia con Álex… opción que le es negada, en lo que
considero una vil artimaña del guionista, puesto que nada, en absoluto, de lo
que sabemos hasta ese momento de Álex cuadra con la revelación que precipita el
desenlace. Y después de que hayamos sido testigos de cuán dramático puede ser
un despido, Bingham vuelve a su rutina habitual, a pesar de que, ahora sí, es
consciente de cuán vacía es... o de cuánta razón tenía al rechazar cualquier relación estable.
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