miércoles, 22 de agosto de 2012

Alphas: La mejor versión de la Patrulla-X



Desde luego, para mí la serie revelación de este verano ha sido Alphas. A diferencia de, por ejemplo, Juego de Tronos, no estamos ante un éxito masivo con la crítica rendida a sus pies. De hecho, no tenía ni idea de qué era Alphas hasta que empezaron a anunciarla en Cuatro, y tenía claro que si la veía o no, iba a depender mucho de cómo la programasen. Finalmente Cuatro la puso los miércoles a las 22.30 horas, a doble sesión, y después le tocó el turno a Grimm, que tenía claro que no la iba a ver. Si hubiera sido al revés, pues no hubiera visto Alphas y no habría sabido lo que me perdía…

…que es exactamente lo que decía en el título del post. Aquí los mutantes son denominados alphas, debido a que sus poderes se deben a un desarrollo especial de determinadas zonas del cerebro. Y tenemos a un actor de prestigio, DavidStrathairn, asumiendo el papel del clásico científico despistado, que además recuerda, y mucho, al profesor Xavier de la Patrulla X, en su afán por lograr que humanos y alphas coexistan pacíficamente.

Y es que, como ocurre en los cómics de los x-men, tenemos tanto humanos que recelan de los alphas como alphas que recelan de los humanos. Capítulo a capítulo, y eso que la primera temporada solo tiene once, los guionistas se han esforzado en crear un universo propio, con un montón de ‘villanos’ dispuestos a reaparecer a la menor ocasión.

Ya en el doble capítulo piloto aparece la organización terrorista Bandera Roja, cuyo propósito es defender a los alphas del acoso de los humanos. También aparece El Fantasma, asesino a sueldo de Bandera Roja, que escapará para poder reaparecer cuando el guión lo crea oportuno. En el segundo episodio se presenta el Magneto particular de Alphas, convencido de que tarde o temprano estallará la guerra entre humanos y alphas, y en el cuarto conoceremos a uno de los líderes de Bandera Roja cuya identidad resulta de lo más sorprendente.

La habilidad de los guionistas a la hora de elaborar las tramas es portentosa, con capítulos que se superan en interés sin cesar, al tiempo que el mundo de Alphas va creciendo en complejidad hasta un final de temporada sencillamente espectacular, en el que por fin los protagonistas descubren al gran cerebro oculto tras Bandera Roja, la auténtica némesis, y encima reaparece la hija del personaje encarnado por Strathairn, el doctor Rosen, hasta un desenlace que lo cambia todo y abre infinitas posibilidades para la segunda temporada.

Pero, como ocurría con la primera temporada de Fringe, la clave son los personajes. El doctor Rosen es un psicólogo que dirige/estudia a un equipo de alphas a los que ha enseñado a aceptar y controlar sus poderes, al tiempo que a tratar de moverse de manera más o menos normal en la sociedad:

- Bill, ex agente del FBI, que en momentos de estrés adquiere fuerza sobrehumana.

- Cameron, ex jugador de béisbol dotado de una agilidad y coordinación de movimientos perfectos. Es el que proporciona los momentos de acción más espectaculares, y ojo a su pelea con el anterior personaje en uno de los últimos episodios, porque saltan chispas.

- Nina, capaz de hacer que cualquiera haga lo que ella quiera con solo mirarle, y dotada además de un cuerpo de infarto.

- Rachel, todos sus sentidos están hiperdesarrollados, y tiene que lidiar con una familia muy tradicional que ve su poder como una enfermedad.

- Gary, un autista capaz de interceptar cualquier señal de televisión, móvil o internet. Su poder aparece representado con unas luces muy chulas, aunque acaba siendo el ‘informático’ del grupo. Pero es su personalidad única la que le convierte en el personaje que más conecta con el público.


La interacción entre todos ellos, como el incipiente romance entre Cameron y Nina, les hace crecer como personajes, que, al igual que los mutantes originales, tratan de utilizar su poder para hacer el bien y ayudar a todo el mundo, aunque a menudo se sienten perseguidos y despiertan recelos entre aquellos a quienes quieren ayudar.

Y es que otro de los puntos fuertes es la manera en la que las autoridades perciben a los alphas, incluyendo a cierto agente con tendencia a encerrarles y lobotomizarles a la menor ocasión, lo que parece dar credibilidad a las teorías de Bandera Roja.

A todo ello se suma una realización ágil y eficaz, que  no desentonaría en un film de Bourne o de superhéroes, y en el que logran camuflar con habilidad la falta de mayor presupuesto. Así, abundan los capítulos en los que la mayor parte de la trama transcurre en un único edificio, sin que por ello se resienta el interés del argumento o la espectacularidad de la acción.



Y ahora, rematamos con el análisis de capítulos:

- El tercero es uno de los mejores, y eso es mucho decir, con un alpha que segrega feromonas capaces de volver violenta a la gente. Ojo a la que arma en la sede de los protagonistas, con una pelea brutal (en serio), en la que muere uno de los personajes fijos en el arranque de la serie.

- Tras la reaparición de Bandera Roja y su sorprendente líder en el cuarto capítulo, en el quinto Rachel afronta la ruptura con sus padres y la acción se traslada a un pueblecito donde está muriendo gente de manera muy extraña.

- Luego llega una buddy movie con Will y Gary como estrellas absolutas, en el único capítulo en el que el villano no es un alpha, para a continuación centrar la atención en una alpha fugitiva interpretada por Summer Glau, la protagonista de Firefly y Serenity.

- En el octavo episodio se aborda el peligro de las sectas, aquí con un alpha cuyo poder es hacer que la gente se sienta feliz y cree que es un don divino… solo que los convertidos acaban muriendo unos días después… lo que él cree obra del diablo.

- En el noveno tenemos a un nuevo invitado, Brent Spinner, el Data de Star Trek: La Nueva Generación, como un alpha sónico, que no solo ve con un radar (como Daredevil, y los murciélagos, ya puestos) pese a ser ciego, sino que emite ultrasonidos. El equipo de Rosen lo interroga en su sede porque se  le relaciona con Bandera Roja, pero parece que alguien más se ha colado en el edificio. Una pista: formó parte del reparto de Perdidos.

- Y antes del formidable desenlace, en el que ponen toda la carne en el asador, otro capítulo de ‘encerrados entre cuatro paredes’, en el que el equipo trata de descubrir a un traidor en sus filas… si es que realmente lo hay.

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