Tal vez a The fighter le falten algunas cosillas para ser una gran, gran
película de verdad, pero desde luego esto sí es un clásico moderno, una
película con el aroma de Hollywood de toda la vida y una de esas historias de
superación que tanto gustan en los USA. Por cierto, hablo de The fighter de
David O. Russell, no la cinta de Aronofsky con Mickey Rourke (bastante sobrevalorada, dicho sea de paso).
La película que nos ocupa se centra en los hermanos Eklund. El mayor de ellos, Dicky, una leyenda local puesto que noqueó al mítico Sugar Ray Leonard (y si
habéis visto Toro Salvaje, ya sabéis de quien hablamos). Lástima que solo fue
una vez y que luego pagase haber alcanzado la fama demasiado joven cayendo en
la trampa de la adicción al crack. De hecho, el film arranca con la filmación
de un documental, que Dicky cree que va de su retorno al ring (algo que es
evidente que no va a pasar nunca) pero que en realidad pretende mostrar los
efectos de las drogas.
Ese documental será clave para lo que ocurrirá después, pero mientras
veremos cómo su hermano menor, Micky, es el que trata ahora de levantar una carrera
pugilística y encontrar pareja, aunque esta tendrá que lidiar con una suegra de
armas tomar y las 6 ó 7 hermanas de los boxeadores, en la parte, digamos cómica
de la película.
La relación amor-odio, tanto entre los dos hermanos como con su madre y a la vez representante centra la mayor parte del film, que incluirá el descenso a los
infiernos de los dos protagonistas, con graves lesiones y reclusión carcelaria
de por medio, antes de que puedan tener la oportunidad de alcanzar la gloria en
el boxeo con la que tantas veces han soñado.
La gran baza de la cinta son sus intérpretes, no en vano tanto Christian Bale como Melissa Leo se llevaron el Oscar a los mejores secundarios, el primero
por su extraordinaria interpretación del hermano mayor (con su enésimo
adelgazamiento, previo a volver a coger músculos para enfundarse el traje de
Batman), drogadicto y problemático, pero una auténtica enciclopedia del boxeo,
y la segunda por la madre coraje de los dos, que no despertará a la realidad
sobre la adicción de su hijo hasta que se lo muestren en una pantalla.
Y no se quedan lejos Mark Wahlberg como el hermano menor, en uno de sus
papeles más sólidos, ni Amy Adams como la novia de este, más chony que nunca. A
ver cuándo le dan un Oscar a esta mujer, que junto con Kate Winslet es la que
mejor filmografía se está labrando ahora mismo. Veremos si hay suerte con The
master…
En cuanto al director, le da el pulso adecuado a la historia, utilizando
con acierto el estilo semidocumental en ocasiones, y rueda algunas de las
mejores peleas de boxeo que se han visto en el celuloide, sobre todo a la hora
de mostrar las estrategias que siguen los protagonistas sobre el ring, y con un estilo moderno alejado del clasicismo de, pongamos, Toro salvaje (ni mejor ni peor, diferente).
Como dije al principio, puede que le falte algo (y sí, El discurso del rey
se merecía más el Oscar a la mejor película), pero The fighter es el tipo de
película que lo tiene todo para gustar a todo el mundo y ese marchamo de
clásico instantáneo. Eso sí, las peleas pueden herir algunas sensibilidades,
sobre todo la primera, en la que queda claro qué ocurre si un boxeador se
enfrenta a otro de una categoría superior, digamos 10 kilos más. No es
precisamente agradable de ver, no.
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