Con perdón de lo último del Studio Ghibli, la película de la semana, y tal vez del año, es lo último de Terrence Malick. A ver, para un film que hace el hombre cada 10 ó 15 años, pues habrá que verlo.
Después de 'Malas tierras', 'Días del cielo' y las más recientes 'La delgada línea roja' y 'El nuevo mundo', Malick se propone desentrañar, nada más y nada menos, que el sentido de la vida. Para ello parte de la odisea vital de una familia de los años 50, con la complicidad de dos pesos pesados: Sean Penn, como el protagonista en su edad adulta, y Brad Pitt, como su padre. Sin olvidarnos de Jessica Chastain (sí, la de 'La deuda', ya avisé que la vamos a ver bastante a partir de ahora)
Pero eso es solo el principio, Malick parece que va a por todas, en busca de su '2001' personal. Es decir, por primera vez utiliza efectos visuales, para recrear el origen del universo, y ha recurrido al mismo que se ocupó de esta labor en la cinta de Kubrick, Douglas Trumbull.
¿Qué es exactamente 'El árbol de la vida'? Habrá que verla para poder responder a esta pregunta. Por lo pronto, en Cannes le arrebató la Palma de Oro a Almodóvar.
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