domingo, 22 de julio de 2012

La Edad del Hielo se desinfla



Parece que la crisis ha llegado hasta al cine de animación. Vale, no todo va a ser Toy Story 3, una absoluta maravilla que cerró de manera portentosa una trilogía imprescindible, pero desde que Johnny Depp se transmutara en lagarto nada ha vuelto a ser lo mismo. Dreamworks y Fox han tirado este verano por lo fácil, por nuevas entregas de Madagascar (y van 3) y Ice Age (y van 4, igualando a Shrek). Solo Pixar ofrece algo nuevo, aunque después de la decepción de Cars 2 es más que comprensible. Sin embargo, no puedo decir que el tráiler de Brave, con su propuesta de fantasía medieval en tono de comedia y protagonista femenina, me atraiga demasiado.

Lo cierto es que la saga ambientada en la era glacial nunca ha pasado del aprobado alto, con más buenas intenciones que otra cosa, y destinada bastante más al público infantil que al adulto, algo que se nota especialmente en esta última entrega. Pocas novedades y una trama y desarrollo rutinarios, que hacen que la película se vea con agrado pero también que te olvides de ella en cuanto salen los títulos de crédito finales.

La separación de los continentes es la excusa para que los tres protagonistas queden separados de la familia del elefante Manny y naveguen a la deriva, tratando de volver a casa. Por el camino, y tratando de aprovechar el éxito de Piratas del Caribe, se encontrarán con unos malvados piratas que no les darán cuartel, cuyo capitán es interpretado por Peter Dinklage, o sea, Tyrion Lannister en Juego de Tronos.

Con un apartado gráfico impecable, pero que ya no sorprende tras cuatro entregas, las principales novedades en cuanto a personajes son el nuevo interés amoroso de Diego (demasiadas parejas y demasiados hijos ya…), a cargo de Jennifer López en la versión original, y la abuela de Sid, que protagoniza los momentos más desternillantes y es lo mejor de esta entrega, en la que también ganan protagonismo la hija de Manny y sus amigos, con una trama que parece sacada de una serie de adolescentes de Disney.

Los síntomas de agotamiento de la saga son más que notables, como denota el que la cinta no llega ni a la hora y media, aunque en este caso lo peor (además de alguna cancioncita que se cuela en el metraje) es que se ha reducido mucho la presencia de Scrat, la ardilla, auténtica estrella de la serie con sus cortos mudos. Después del espectacular arranque, en el que descubriremos su decisivo papel en la separación de los continentes, sus apariciones son escasas, y lo que es peor, demasiado breves.

Igual habrá que ir pensando en cerrar una saga cuyo éxito creo que ha superado con creces lo esperado por sus creadores.




PD: Lo mejor de ir a ver Ice Age 4 tiene lugar justo antes de que empiece la película. Hablamos del corto de Los Simpson con protagonismo total para Maggie, enfrentada de nuevo al bebé unicejo, y aún antes, del tráiler de Epic, lo nuevo de Fox en animación, muy en plan Los diminutos, y con una pinta deslumbrante. Parece que aún hay esperanza para los dibus en pantalla grande.

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