La ola de calor parece que convierte el aire acondicionado en la mejor excusa para ir al cine, donde por cierto, son pocos los que se atreven a competir con El rey león.
De los USA, por ejemplo, nos llegan tres títulos que apenas invitan a desperezarse: la comedia Súper empollonas, debut en la dirección de la actriz Olivia Wilde (House), con dos empollonas que antes de graduarse deciden desmadrarse...; la cinta de terror Midsommar, cuyo argumento -pareja norteamericana descubre ocultas tradiciones de una aldea remota en Europa- me recuerda un tanto a aquella Wicker Man que protagonizaba Nicolas Cage (y que se adelantó mucho al Me too...), y Venganza bajo cero, nueva incursión en el cine de acción de Liam Neeson que, ojo, no tiene nada que ver con la serie Venganza, sino que apuesta más por un tono de comedia, y donde al actor le acompañan muy bien Laura Dern y Emmy Rossum.
La única novedad española es Yo, mi mujer y mi mujer muerta, comedia que no pinta mal, con un arquitecto argentino encarnado por Óscar Martínez que se niega a cumplir con el deseo de su mujer de ser incinerada. Unos días después su tumba es profanada y el viudo inicia un periplo por la Costa del Sol, donde descubrirá que no conocía a su mujer tanto como creía. Completan el reparto Carlos Areces e Ingrid García-Jonsson.
Iniciamos el periplo internacional en Alemania con 303, film que nos recuerda a la trilogía Antes del amanecer, aquí con un chico y una chica que comparten viaje en autocaravana (Mercedes 303) de camino a Portugal, donde ella va a encontrarse con su novio, y a España, donde él va a conocer a su padre biológico.
La posible bizarrada de la semana nos llega esta semana desde Japón con Jesús, donde un joven deja Tokio para ir a vivir con su abuela a una zona rural, donde además tiene que integrarse en una escuela cristiana. Y entonces se le aparece Jesús y empieza a hacer realidad sus deseos...
Por último, tres nuevas propuestas de Francia: la comedia romántica Primeras vacaciones, que como nos recuerda el cartel, son 'La prueba de fuego para cualquier pareja', concretamente dos parisinos que acaban de conocerse por Tinder y que viajan a Bulgaria, lugar intermedio entre el destino soñado por cada uno; Quien me quiera que me siga, comedia viejuna con Daniel Auteil como un jubilado que decide recuperar a su mujer cuando este le abandona...
...y el estreno de la semana, El emperador de París, nueva traslación a la gran pantalla del mítico Vidocq, ladrón reconvertido en policía que en la época de Napoleón sentó las bases de la policía moderna en Francia. Hace casi dos décadas fue Pitof, en un debut espectacular que luego no tuvo continuidad (lo siguiente fue Catwoman, así que...), con Gerard Depardieu encarnando al mito y una de las escasas apariciones cinematográficas de Inés Sastre. Ahora Vidocq adopta el rostro de Vincent Cassel, acompañado a su vez por Olga Kurylenko, en un que no escatima medios y que, sin renunciar a la parte de intriga y acción, parece algo más pegado a la reconstrucción histórica y menos al delirio visual que su predecesor.