El estreno: Paul Schrader, el retorno de un clásico

La cartelera se renueva lo mínimo en medio de tanta fiesta, con Hollywood dominando el cotarro, aunque en este caso eso quiere decir dos de las cuatro novedades.

Las otras son la más que interesante coproducción entre Suiza, Reino Unido y Alemania My beautiful Baghdad, que nos muestra la vida en Londres de un grupo de exiliados iraquíes, y el excepcional documental 100 días con la tata, único estreno español de la semana y que supone, además de una lección de vida, toda una declaración de amor del actor (y aquí director) Miguel Ángel Muñoz a su anciana tata, con la que planeó una road movie que cambió por completo al llegar la pandemia. 

Del otro lado del charco nos llega el tercer blockbuster consecutivo, ahora con la precuela de The king's man, La primera misión. Cambio obligado de reparto, pero no de director. Matthew Vaughn sigue a los mandos, ahora con Ralph Fiennes, Aaron Taylor-Johnson, Gemma Arterton, Charles Dance o Matthew Goode, que ahora parece que está en todas.

Pero nos quedamos con El contador de cartas, que supone el regreso de todo un clásico. Y es que Martin Scorsese produce a quien fuera guionista de nada menos que Taxi driver y Toro salvaje, Paul Schrader. Obviamente, esto va de culpa y arrepentimiento, esta vez con un antiguo interrogador militar que tras salir de la cárcel se convierte en jugador profesional de cartas. Protagonismo para otro actor que está en todas, Oscar Isaac, acompañado, entre otros, por otro que ahora mismo se multiplica, Willem Dafoe.

Y un feliz año para todos!

El estreno: Spielberg se atreve con un clásico

La cartelera se renueva mínimamente este navideño fin de semana, aunque lo hace a lo grande, con tres aspirantes a taquillazos.

Todos ellos, por cierto, secuelas o remakes, una vez más mostrando la aparente falta de ideas de Hollywood. Y es que la única novedad que lo es por completo viene de Reino Unido. Hablamos de Silent night, es decir, Noche de paz, que llega con un reparto capitaneado por Keira Knightley, Annabelle Wallis y Matthew Goode (ese hombre que anunciaba bombones de Ferrero Rocher), además del niño de Jojo Rabbit. Todos sentados a una mesa para celebrar la última Navidad... porque es el día del fin del mundo. Así que ya tenemos aspirante a bizarrada o sorpresa.

El resto de los estrenos navideños son la secuela del musical de animación Canta y el ¿esperado? regreso de Matrix, con una suerte de cuarta entrega ya solo con una de las Wachowski a los mandos y sin Lawrence Fishburne, pero con Keanu Reeves y Carrie Anne-Moss, faltaría más. ¿Algo nuevo que ofrecer después de tanto tiempo? Esa sí es la pregunta, y no ¿píldora azul o roja?

Casi la misma pregunta que para el estreno de la semana, West Side Story. ¿Era necesario un remake de uno de esos films que podemos calificar como película perfecta? Y más tratándose de un musical con números de baile. Pero bueno, la cinta original era una adaptación de un musical de Broadway que ha tenido muchas más versiones con diversos repartos, así que tampoco es tan raro. En su día la película se ambientó en su presente, mientras que ahora Spielberg ha optado por mantener esa época en lugar de la actual, supongo que por el mismo motivo que le llevó a rodar La lista de Schlinder en blanco y negro, porque esa era la imagen que todos teníamos. El cineasta dice que busca una alegoría de los ataques de Trump a la inmigración, y lo cierto es que, aunque difícil lo tiene para repetir el 10 points del original, también resultará difícil que la cague con el material de partida. Por lo visto en el tráiler, a la jugada del West Side Story de toda la vida se suma la tecnología actual y un director que sabe imprimir su sello. La que peor lo tiene es la protagonista, que solo tiene la sombra de Natalie Wood, casi nada. Y eso sí, Rita Moreno, que logró su Oscar como actriz secundaria por el film original (también tiene Tony, Emmy y Grammy, una auténtica leyenda de 90 años), repite, pero no en un cameo, como le dijo a Spielberg, sino en un papel que sí supone una novedad. La cinta de las navidades... con permiso de cierto hombre araña.

El estreno: Un Spiderman, dos Spiderman, tres Spiderman?

Esta semana llegan dos bombas, una de casa y otra made in Hollywood. Y mucho cine internacional.

Empezamos la gira en Alemania con Dios, ¿por qué eres tan idiota?, que nos recuerda por el título a la francesa Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho?, pero por nada más. Aquí tenemos a una mujer que descubre que un cáncer la matará en un año, pero antes le dará tiempo a encontrar el amor.

La segunda cinta con enfermo terminal es Cerca de ti, con un padre que ha criado solo a su hijo desde que la madre los abandonó, pero cuando el niño cumple 4 años debe encontrarle una nueva familia al contraer una enfermedad incurable. Es también la primera coproducción de la semana, con el italiano Uberto Pasolini metido en una película británica.

Más coproducciones, esta vez entre Italia, Francia y Estados Unidos, para que no falte nadie, con Una librería en París, lo nuevo de Sergio Castellito delante y detrás de la cámara, y muy bien acompañado por Bérénice Bejo, a quien seguimos recordando por The Artist, aquí con la historia de un hombre dedicado a su librería y a su hija, hasta que una mujer arrolladora se cruza en su vida poniéndola patas arriba.

La historia de mi mujer es otra coproducción (Hungría, Alemania, Italia y Francia), con otra estrella femenina francesa de armas tomar, Lea Seydoux, y un buen punto de partida: un capitán de barco apuesta en una cafetería que se casará con la primera mujer que entre por la puerta... y así ocurre. El problema vendrá cuando empiece a pensar que ella le es infiel.

Francia completa sus propuestas con 30 días, comedia de acción en la que un policía torpe y miedoso se transforma cuando descubre que le quedan 30 días de vida (y aquí está el tercer enfermo terminal de la semana...), mientras Italia nos trae La tierra de los hijos, curioso ejercicio de ciencia ficción con un joven que tras la muerte de su padre en un futuro posapocalíptico busca alguien que pueda leerle el diario de su progenitor.

Y pisamos el acelerador. Mamá o papá es la nueva aspirante a taquillazo patrio de Dani de la Orden, cineasta catalán que empezó haciendo cine de autor con el díptico Barcelona, noche de verano y Barcelona, noche de invierno, para evolucionar a la comedia más familiar y popular, con exitazos como El mejor verano de mi vida, a mayor gloria de Leo Harlem, o Hasta que la boda nos separe, a mayor gloria de Belén Cuesta. Ahora vuelve con esta cinta, cuyo estreno se retrasó por la pandemia... hasta convertirse en una novedad muy navideña, dicho con todas las comillas del mundo. Y es que aquí tenemos a Paco León y Miren Ibarguren (¿alguien ha dicho Aída?) como dos padres que se divorcian... pero ninguno quiere quedarse con sus tres vástagos, así que cada uno de ellos decide hacer todo lo posible para que estos prefieran al otro. Y el enredo está servido.

Pero, claro, el estreno de la semana, y las navidades (con perdón del regreso de Matrix), es la tercera entrega del Spiderman de Tom Holland, No way home (Sin camino a casa), esperemos que última con el Home en el título... Una película que debe haber tenido la promoción más cansina de la historia, hasta el punto de casi quitarnos las ganas de verlas, por si no lo había hecho la lamentable entrega anterior, a la que solo salvaban su conexión con el universo Marvel (aquí estamos ante una producción Sony) y su final... que es lo que nos lleva a la nueva trama, en la que interviene el Doctor Extraño para arreglar ciertos problemaillas de Peter Parker con resultados catastróficos. Es decir, entramos definitivamente en la etapa Multiverso de Marvel, y eso aquí sirve de excusa para traer a villanos de anteriores films del arácnido... sin Holland, y habrá que ver si finalmente sus predecesores, Tobey Maguire y Andrew Garfield, también se dan una vuelta. En realidad ha habido tanto spoiler durante meses... que poco queda por desvelar. En cualquier caso, habrá que verla, algo que resultaba bastante innecesario con sus dos predecesoras. Y a ver qué nos aguarda en el futuro de Marvel...

El estreno: La vida según Moretti, de nuevo

Semana cargadísima de novedades de todo tipo y con un gran duelo España-USA, que se lleva el cine internacional.

Empezamos en casa, donde tenemos dos estrenos de peso y dos outsiders. Estos últimos son La última cena, experimento en tiempo real de los valencianos María S. Torregrosa y Toni Agustí, y Alegría, con la televisiva Laia Manzanares como rostro más reconocible y una propuesta más que necesaria que nos lleva a Melilla y muestra cómo pueden convivir diversas religiones en un mismo territorio.

El primer plato fuerte es La vida era eso, con Anna Castillo, que sigue eligiendo muy bien sus proyectos, y la veterana Petra Martínez, que logra su primera nominación a los Goya por esta historia en la que cruzan sus caminos dos mujeres de distintas generaciones.

Y la propuesta más notable, El lodo, aquí con Iñaki Sánchez Arrieta haciendo doblete guión-director, como David Martín en la cinta anterior. Raúl Arévalo acapara protagonismo en esta película sobre choque entre ecologistas y agricultores en tono de thriller, muy bien secundado por Paz Vega, Joaquín Climent, Roberto Álamo o Susi Sánchez. Vamos, que la gran temporada de cine español continúa.

De los USA nos llegan tres aspirantes a bizarrada, aunque pueden dar la sorpresa. Querido Evan Hansen es un musical sobre un joven que busca ser aceptado en la era de las redes sociales, con Ben Platt como protagonista y secundarias como Julianne Moore o Amy Adams. 

Sube la apuesta Zeros and ones, en la que Abel Ferrara regresa a los USA en un film con apariencia de thriller en el que Ethan Hawke interpreta a dos gemelos: uno es un soldado que ve estallar el Vaticano en un ataque terrorista y el otro parece tener la clave del asunto. Tratándose de Ferrara, puede que nada sea lo que parece.

Y por último, Netflix casi vuelve a llevarse el gato al agua con No mires arriba, en la que Adam McKay, también al guión y dirección, tiene a sus órdenes nada menos que a Leonardo Dicaprio, Meryl Streep, Jennifer Lawrece o Cate Blanchett para darle una vuelta a la clásica historia de meteorito que va a impactar en nuestro planeta. Y es que a nadie parece importarle.

Abrimos gira internacional en Canadá con Demonic, cinta de terror de Neill Blomkamp, de quien esperábamos más tras sus primeras películas (Distrito 9 y Elysium), y seguimos en Australia con La familia Bloom, vehículo de lucimiento para Naomi Watts como la madre de una familia perfecta que queda paralítica y a la que un pájaro herido ayudará a superarse.

Pero la palma se la lleva la italiana Tres pisos, donde Nanni Moretti nos cuenta a su personal manera diez años en la vida de tres familias que viven en el mismo edificio. Y conociendo al cineasta italiano, comedia y drama se darán la mano a buen seguro en perfecta armonía.  

El estreno: Rodrigo Cortés va a por todas

No afloja la cartelera en número de estrenos ni en blockbusters, ya camino de la Navidad.

Ahí está sin ir más lejos el casi ganador de la semana, Cazafantasmas. Más allá, segundo intento de reflotar la franquicia tras la reciente versión femenina que cosechó todo tipo de críticas. Esta nueva entrega es más canónica, empezando por el director, Jason Reitman, hijo del autor de la cinta original, Ivan Reitman, a quien podíamos ver como uno de los críos que aparecían en aquella, y que ahora cede el testigo a su propia hija. Protagonismo para Paul Rudd, a quien le ha costado pero ya tiene estatus de superestrella, y una historia protagonizada por los nietos del equipo original. Factor nostalgia que casi se lleva el premio.

La única otra novedad made in Hollywood es otra cinta infantil, Clifford, el gran perro rojo, cuyo título no engaña en absoluto. Y de ahí nos vamos en gira mundial a Corea del Sur, cada vez más presente en la cartelera internacional, ahora con un ejercicio de cine negro, Nido de víboras. Black box es la propuesta francesa de la semana, con la investigación de un accidente aéreo, y Fue la mano de Dios es la novedad italiana, con guión y dirección de Paolo Sorrentino para contar la historia de un joven napolitano que sueña con ser futbolista en los 80 (cosas de Maradona), pero al que una tragedia familiar le hará convertirse en cineasta.

Y empezamos con el aluvión de estrenos españoles, desde el musical infantil Tengamos la fiesta en paz a Ego, vehículo de lucimiento para María Pedraza, bien acompañada por Marián Álvarez y Alicia Borrachero, como una joven que en pleno confinamiento empieza a utilizar una web lésbica de contactos y encuentra a su doble. También tenemos La familia perfecta, comedia aspirante a taquillazo que reúne a Belén Rueda y José Coronado, y Seis días corrientes, otra comedia de corte bien distinto, sobre tres empleados de reparaciones y que ha pasado por diversos festivales.

Pero la palma se la lleva El amor en su lugar, coproducción entre España y Reino Unido que supone el regreso por todo lo alto de Rodrigo Cortés, quien también acaba de dirigir uno de los episodios de las nuevas Historias para no dormir. Una década después de deslumbrar con Buried, e ir perdiendo fuelle con Luces rojas y Blackwood, el director presenta su obra más ambiciosa, ambientada en el gueto judío de Polonia en 1942, cuando ya llevaban un año encerrados. Pese a ello, la vida sigue y un grupo de actores impulsan una representación en pleno invierno, en la que aprovecharán para tratar de huir. Gran producción internacional y temática que a menudo ha llevado a premios.