sábado, 4 de diciembre de 2021

El estreno: Rodrigo Cortés va a por todas


No afloja la cartelera en número de estrenos ni en blockbusters, ya camino de la Navidad.

Ahí está sin ir más lejos el casi ganador de la semana, Cazafantasmas. Más allá, segundo intento de reflotar la franquicia tras la reciente versión femenina que cosechó todo tipo de críticas. Esta nueva entrega es más canónica, empezando por el director, Jason Reitman, hijo del autor de la cinta original, Ivan Reitman, a quien podíamos ver como uno de los críos que aparecían en aquella, y que ahora cede el testigo a su propia hija. Protagonismo para Paul Rudd, a quien le ha costado pero ya tiene estatus de superestrella, y una historia protagonizada por los nietos del equipo original. Factor nostalgia que casi se lleva el premio.

La única otra novedad made in Hollywood es otra cinta infantil, Clifford, el gran perro rojo, cuyo título no engaña en absoluto. Y de ahí nos vamos en gira mundial a Corea del Sur, cada vez más presente en la cartelera internacional, ahora con un ejercicio de cine negro, Nido de víboras. Black box es la propuesta francesa de la semana, con la investigación de un accidente aéreo, y Fue la mano de Dios es la novedad italiana, con guión y dirección de Paolo Sorrentino para contar la historia de un joven napolitano que sueña con ser futbolista en los 80 (cosas de Maradona), pero al que una tragedia familiar le hará convertirse en cineasta.

Y empezamos con el aluvión de estrenos españoles, desde el musical infantil Tengamos la fiesta en paz a Ego, vehículo de lucimiento para María Pedraza, bien acompañada por Marián Álvarez y Alicia Borrachero, como una joven que en pleno confinamiento empieza a utilizar una web lésbica de contactos y encuentra a su doble. También tenemos La familia perfecta, comedia aspirante a taquillazo que reúne a Belén Rueda y José Coronado, y Seis días corrientes, otra comedia de corte bien distinto, sobre tres empleados de reparaciones y que ha pasado por diversos festivales.

Pero la palma se la lleva El amor en su lugar, coproducción entre España y Reino Unido que supone el regreso por todo lo alto de Rodrigo Cortés, quien también acaba de dirigir uno de los episodios de las nuevas Historias para no dormir. Una década después de deslumbrar con Buried, e ir perdiendo fuelle con Luces rojas y Blackwood, el director presenta su obra más ambiciosa, ambientada en el gueto judío de Polonia en 1942, cuando ya llevaban un año encerrados. Pese a ello, la vida sigue y un grupo de actores impulsan una representación en pleno invierno, en la que aprovecharán para tratar de huir. Gran producción internacional y temática que a menudo ha llevado a premios.

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