Centrándonos en el producto nacional, tenemos el documental sobre Enrique Villarreal, es decir, El Drogas, exlíder de Barricada, y Black beach, inusual cinta con Raúl Arévalo como improbable héroe de acción, o algo así, secundado por una Candela Peña que ahora parece estar en todos lados.
De los USA nos llegan otras dos películas, junto a la ya mencionada de Gerard Butler, Nunca, casi nunca, a veces, siempre, mirada realista sobre el aborto, y como ya anunciamos, Song to song, segunda cinta en otras tantas semanas de Terrence Malick, rodada en paralelo a la anterior Knight of cups y estrenada aquí también con cierto retraso. Si la anterior transcurría en Hollywood, aquí cambiamos el mundo del celuloide por la industria musical y nos trasladamos a Austin (Texas), de nuevo con reparto de lujo: Michael Fassbender, Ryan Gosling, Rooney Mara, Natalie Portman y Cate Blanchet.
Por último, nuestra acostumbrada gira europea nos lleva primero a Reino Unido con Una pastelería en Notting Hill, donde tres mujeres de distintas generaciones unen esfuerzos para hacer realidad el sueño de otra que acaba de fallecer. Y acabamos en Italia, que también estrena por partida doble. Por un lado, La diosa fortuna, dramedia donde el día a día de una pareja homosexual salta por los aires cuando tiene que hacerse cargo de los dos hijos de la mejor amiga de uno de ellos.
Y por otro, tenemos el estreno de la semana, Tommaso, y es que no solo tenemos de vuelta a Malick, aunque sea con retraso, sino también a Abel Ferrara, cineasta capaz de lo mejor y lo peor, que se pone en manos de uno de sus actores fetiche, Willem Dafoe, en esta cinta que acaba de estrenarse en San Sebastián y donde el actor interpreta a un artista estadounidense que reside en Roma junto a su mujer y su hija, y que ha dejado atrás las drogas pero tiene un pequeño problema: sus celos. Oportunidad para ver si Ferrara se ha centrado por fin, o al menos disfrutar con un Dafoe que casi nunca decepciona.