El estreno: Mark Ruffalo contra la corrupción

Esta semana toca aspirante a Oscar que se quedó en el camino de las nominaciones, aunque tal vez mereciera mejor suerte.

Pero hasta llegar ahí, empezamos con una larga gira europea que arrancamos sin salir de casa con Te quiero imbécil, comedia con muy buena pinta a mayor gloria de Quim Gutiérrez y Natalia Tena.

De Alemania nos llega la cinta romántica Cerca del horizonte y de Japón otra aspirante a seguir los pasos de Miyazaki y el Studio Ghibli, Los niños del mar, que promete bastante.

Sobre lo infinito nos lleva a Suecia y a historias entrecruzadas para reflexionar sobre la vida, mientras que Ema es la apuesta chilena, con un drama en torno a una mujer cuya vida se tambalea.

El lago del ganso salvaje es lo único que tiene cierta relación con Francia, más bien en coproducción con China, en un thriller cargado de acción sobre la mafia. Y Dios es mujer y se llama Petrunya apunta a bizarrada de la semana, cinta de Macedonia con un buen punto de partida: en una aldea cada año se tira una cruz al río y el que la coge tiene un año de buena suerte... pero por primera vez la coge una mujer, y no está dispuesta a renunciar a ella.

Y acabamos en los USA. Primero con el aspirante a blockbuster, la nueva encarnación de Las aventuras del doctor Dolittle, famoso por su don para hablar con animales, que ahora apuesta precisamente por la aventura y se encarna, después de en Rex Harrison y Eddie Murphy, en un Robert Downey Jr. que inicia su etapa post Marvel de la mano de Stephen Gaghan, guionista de Traffic y director de Syriana, que sorprende con un cambio de registro total. Y con Antonio Banderas como villano.

La otra novedad made in Hollywood es el estreno de la semana, Aguas oscuras, que nos recuerda a cintas similares como Erin Brockovich o Veredicto final, con un abogado idealista, aquí a mayor gloria de Mark Ruffalo, principal impulsor del proyecto, que se enfrenta a una compañía que durante años estuvo envenenando a sabiendas con teflón el agua de la red potable de una ciudad. Por supuesto el film está basado en hechos reales y a Ruffalo le acompañan nada menos que Tim Robbins, Anne Hathaway o Bill Pullman, todos ellos a las órdenes de Todd Haynes. Parece que en los Oscar ya no se llevan las películas con temas sociales...

El estreno: Qué divertidos son los nazis

Sigue el goteo de aspirantes a premios, con muy pocas novedades y casi empate entre Europa y Hollywood.

La novedad española de la semana es la cinta de terror Malasaña 32, que convierte en protagonista a uno de los edificios más malditos de Madrid, mientras de Francia nos llega Los consejos de Alice, combinación de drama y comedia donde el alcalde de Lyon contrata a una joven filósofa para que le dé nuevas ideas.

Y en los USA, de menos a más: Jugando con fuego es una comedia familiar que nos recuerda al modelo que instauró la mítica Poli de guardería de Schwarzenegger, aquí con John Cena y un grupo de bomberos que han de hacerse cargo de tres niños. Bad Boys for life es la tardía tercera entrega de la célebre saga de acción que inauguraron hace ¡25 años! Will Smith y Martin Lawrence, a quienes ya no acompaña en la dirección otro que empezaba por entonces, Michael Bay. Tampoco está Jordi Mollá, villano de la secuela, y los años parece que no pasan en balde... sobre todo por Lawrence.

Poca competencia, en fin, para Jojo Rabbit, que le ha valido al director de Thor 3, Taika Waititi, la nominación a mejor Película en los Oscar, y a Scarlett Johansson la de actriz secundaria. El protagonista es el hijo de esta en la cinta, un chaval que se alista en las Juventudes Hitlerianas y que tiene al propio Hitler (encarnado por Waititi) como amigo imaginario. Nazismo en tono de comedia y drama, porque el chaval va a encontrarse con que su madre oculta a una joven judía. Al parecer, menos cínica o sarcástica de lo que parece, ya en el tráiler encontramos una frase para enmarcar, que le dice la joven judía al niño: "Tú no eres nazi, solo te gusta vestirte de uniforme y formar parte de un grupo". Y cada cual que se lo aplique. (Ah, Sam Rockwell también anda por ahí).

El estreno: 1917, Mendes también quiere guerra

Como dije, entramos en temporada de premios, y se van sucediendo las novedades con aspiraciones.

Pero empezamos con la ronda internacional, y la gran bizarrada de la semana, El misterio del dragón, cinta de aventuras chino-rusa que reúne a Arnold Schwarzenegger y a Jackie Chan, e incluso al ya fallecido Rutger Hauer. 

Francia apuesta esta vez por el drama con El reflejo de Sibyl, cargado de múltiples lecturas, mientras de Sudamérica nos llega la coproducción chileno argentina El príncipe, con un joven que va a prisión y se relaciona con otro preso.

Dos son las novedades españolas. Por un lado, La suite nupcial, a mayor gloria de Carlos Iglesias, en su triple faceta de director, guionista y actor, sobre un hombre que decide intentar una aventura con una compañera de trabajo... y descubre que su esposa se hospeda en el mismo hotel. La otra propuesta es La inocencia, primera seria aspirante a estreno de la semana dado que apunta a llevarse los premios revelación de los Goya, que irían a parar a su directora, Lucía Alemany, nacida en Traiguera, y a su protagonista, la castellonense Carmen Arrufat, a quien por cierto acompañan Laia Marull y Sergi López en esta historia de iniciación adolescente.

Los USA apuestan esta semana por los duelos interpretativos. Por un lado, en La guerra de las corrientes Benedict Cumberbatch y Michael Shannon encarnan a Thomas Edison y George Westinghouse, respectivamente, en plena lucha por hacerse con el contrato para el tendido eléctrico estadounidense. Más atractiva parece la propuesta de El faro, que ha estado a punto de hacerse con el primer puesto gracias a un relato claustrofóbico, lógicamente en un faro, protagonizado por Willem Dafoe y un Robert Pattinson cada vez más omnipresente. Y en blanco y negro.

Pero al final se lleva el gato al agua 1917, una de las cintas más nominadas para los Oscar, y que acaba de dar la sorpresa en los Globos de Oro, aunque es una propuesta que me escama e irrita bastante. Y es que tras encadenar dos Bond, a cual más insulso, lo que se le ha ocurrido a Sam Mendes para reverdecer laureles no es otra cosa que combinar el ritmo desasosegante de Dunquerke con el argumento de Salvar al soldado Ryan para facturar otra cinta bélica con aspiraciones. Aquí, el principal reclamo es que la película está rodada con un único plano secuencia. En fin, este señor dirigió American Beauty y Road to Perdition, así que habrá que darle el beneficio de la duda. 

El estreno: La última lección de Polanski

Ya entregados los Globos de Oro, pendientes de los Goya y las nominaciones de los Oscar, comienzan a llegar las películas de la temporada de premios.

Se desesperezan también los estrenos españoles. A la cinta de animación La gallina Turuleca, que recupera el popular y veterano personaje, se suma el thriller de Marc Vigil El pantano, que otorga el protagonismo a Pedro Alonso, uno de los actores más exitosos de La casa de papel, y al también televisivo Nacho Fresneda, con la historia de un periodista que escribe libros sobre un asesino en serie, que resulta menos ficticio de lo que parece.

De Suiza nos llega Fortuna, donde aún encontramos al ya fallecido Bruno Ganz, sobre una adolescente etíope acogida por eclesiásticos católicos en un monasterio de los Alpes.

Y de Hollywood dos propuestas bien distintas, el relanzamiento de la cinta de terror La maldición, que da mucha pereza, y lo último de Clint Eastwood, que en los últimos tiempos ha perdido fuelle. Su último 'héroe' real es Richard Jewell, quien descubrió un artefacto terrorista en los Juegos Olímpicos de Atlanta, para luego ser acusado de haberlo puesto él mismo. Repartazo, como suele ser habitual en Eastwood, que reúne a Jon Hamm, Sam Rockwell, Kathy Bates u Olivia Wilde, aunque la cinta ya ha sido acusada de sexista.

Pero la palma se la lleva otro veterano maestro, Roman Polanski, que en el estreno francés de la semana insiste con el célebre caso Dreyfuss, ahora con El oficial y el espía, reclutando a Jean Dujardin y a Emmanuelle Seigner, entre otros.