miércoles, 29 de junio de 2011

El poder de la imaginación

Creo que ya lo he comentado alguna vez: no hay que fiarse de los trailers, porque en ocasiones nos engañan directamente. Es lo que ocurrió con ‘Un puente hacia Therabitia’. Producida por Walden Media, los de ‘Las crónicas de Narnia’, la película fue vendida como otro film de fantasía épica similar al que acabamos de citar, en plena época de resaca de ‘El señor de los anillos’, y así nos la han vuelto a vender esta semana en Canal 9. Pero no van por ahí los tiros.

La cinta arranca como tantas otras del género con dos jóvenes, en este caso un niño y una niña que acaba de trasladarse al colegio del primero, ambos sin amigos y con una pasión por dibujar, él, y escribir, ella, que les hace diferentes y ‘raros’ a los ojos de sus compañeros de clase. Empiezan a aficionarse a jugar en un bosque cercano y el espectador espera que allí surja algo mágico… y así es, pero no como estamos acostumbrados.

De lo que trata ‘Puente a Therabitia’ es del poder de la imaginación para crear mundos maravillosos donde perderse, vivir mil aventuras y aprender a amar y a ser uno mismo. Los dos protagonistas no viajan a ningún universo de fantasía al otro lado del armario, son ellos mismos quienes se inventan ese país mágico en el que son los héroes.

Los escasos efectos especiales a los que recurre el film sirven para mostrarnos ese bosque tal como lo ven los protagonistas con su imaginación, ya que en realidad no ocurre nada que podamos denominar fantástico, salvo que no entendamos como fantástico ver cómo nace una amistad imborrable, capaz de superar cualquier adversidad. Otra cosa es tomar esas escasas imágenes con trolls y seres mágicos y montar con ellas el tráiler de la cuarta parte de ‘El señor de los anillos’, porque luego uno va pensando que va a ver lo que le han vendido y se lleva un chasco monumental.

En cambio, el film, una pequeña joya en su género, logra que recordemos nuestra infancia y aquellos momentos en los que todos nos sentimos más vivos de lo que tal vez nos sentiremos nunca. ¿O no hemos jugado todos a policías y ladrones, a indios y piratas (y por ello ‘Peter Pan’ siempre será una obra inmortal), y quien más quien menos ha construido con sus amigos una ‘casa en el árbol’ o una cabaña donde reunirse? Y aquellas aventuras que imaginábamos, ¿no nos parecían tan reales y las vivíamos con tanto entusiasmo como la vida real? Desde luego era mucho más divertido que el colegio.

El protagonista, Jess, y su amiga Leslie crean así un mundo de fantasía al que se llega simplemente con un salto de liana, y que al final Jess regalará a su hermana pequeña en el hermoso desenlace.

Ah, lo que tampoco te dicen en la campaña publicitaria es nada acerca del tramo final de la película… donde un inesperado giro argumental deja una huella imborrable en el espectador. Ya os he avisado, esto no es Narnia ni la Tierra Media, pero sí descubriréis el poder de la imaginación.

Lo dicho, ni caso del tráiler, porque no tiene nada que ver con una película, por otra parte, que vale mucho la pena.


lunes, 27 de junio de 2011

Mutantes en plena forma

Hay que reconocerlo, ‘X-Men: First Class’ no me atraía en absoluto, pero ha resultado ser un auténtico peliculón, de lo mejor que hemos visto del género superheroico en pantalla, al nivel, o incluso mejor que ‘X-Men 2’, la mejor de la etapa Singer, y cerca de los Batman de Nolan.

La película de Matthew Vaughn, que está demostrando muy buena maña en este tipo de adaptaciones, es una precuela en toda regla, aunque no necesariamente de la trilogía anterior ni del cómic oficial. Lo que han hecho los cinco guionistas, con muy buen acierto, es coger de aquí y de allí para reinventar a la Patrulla X, ofreciendo algo nuevo pero sin traicionar el concepto original, muy en la línea del Batman de Nolan.

La apuesta más arriesgada, ubicar el primer encuentro entre Xavier y Magneto, y su primer grupo mutante, en plena crisis de los misiles de Cuba, con noticieros de Kennedy incluidos. Un riesgo del que salen muy bien parados, aunque no tenga nada que ver con el origen del comic.

La selección de personajes también resulta bastante curiosa, aunque acertada en su mayoría. La parte del león se la llevan James McAvoy como un Xavier inesperado, con pelo y sin su silla de ruedas, mucho más joven, que no se había visto nunca y en la que el actor inglés demuestra bastante solvencia. Por su parte Michael Fassbender es la gran revelación del film en una versión de Magneto que desempeña un tanto el papel de Lobezno en las anteriores entregas (fantástico el cameo de Hugh Jackman), incluido parecido físico con Jackman, y borda un guión en el que se analizan a fondo las motivaciones del personaje y lo que le llevará a convertirse en villano.

Frente a ellos, Kevin Bacon brilla como Sebastian Shaw, que asume el rol de Magneto en las anteriores, secundado por January Jones como una desaprovechadísima Emma Frost, que solo está para lucir físico. Lo mismo ocurre (salvo lo de mostrar cacho) con Rose Byrne, como una Moira McTaggart convertida en agente de la CIA (científica en el original) y con poco papel.

Y es que en el apartado femenino la única que se luce, y a base de bien, porque así se lo permite el guión, es Jennifer Lawrence, que sigue haciéndose una filmografía de vértigo (‘Lejos de la tierra quemada’, ‘Winter’s bone’ (nominación al Oscar a la Mejor Actriz incluida) o ‘El castor’). Aquí sustituye a Rebecca Romjin Stamos (también con cameo incluido) como Mística. La primera aparición del personaje es mi escena favorita de la película, y sus relaciones con Xavier, Magneto y Bestia están llevadas de una manera magistral, además de contener las principales reflexiones del film.

Por lo demás, encontramos un Banshee sin patillas y jovencísimo, al Darwin de la Patrulla-X oculta y al hermano de Cíclope, Álex, conformando, más que una Patrulla-X, unos Nuevos Mutantes con las hormonas por las nubes.

Vaughn sabe llevar el perfecto guión en todo momento y las secuencias de acción resultan magistrales, dosificando los efectos especiales al principio, pero con resultados impactantes, y con una auténtica exhibición en la batalla final, con un Michael Ironside de espectador incrédulo. Y al final logran que todo cuadre, desde el casco de Magneto a la silla de ruedas de Xavier.

Eso sí, no veo nada claro el futuro de la saga, porque apunta a repetición… Lo que no quita para que nos quitemos el sombrero ante Vaughn por relanzar la franquicia mutante a lo grande.

Como diría Mística: ‘Mutante, y a mucha honra’.



domingo, 26 de junio de 2011

Y la señora Colombo enviudó

Los malos lo están celebrando. Desde hace un par de días las fuerzas del orden cuentan con un agente menos, el detective Colombo. Pero Peter Falk fue mucho más que ese inolvidable detective, una de las estrellas televisivas en una época en la que en España solo teníamos un canal, y el UHF, claro.

Porque Peter Falk llegó a estar nominado dos veces al Oscar al Mejor Actor secundario, la primera (como una premonición de su futuro televisivo), por 'El sindicato del crimen' (1960), y la segunda, al año siguiente, por su inolvidable papel en 'Un gángster para un milagro' (1961) de Capra.

También fue el fiel escudero de Jack Lemmon en aquella loca 'La carrera del siglo' (1965) de Blake Edwards, y uno de los detectives (no recuerdo bien si interpretando a Colombo o un personaje similar) de la divertidísima 'Un cadáver a los postres' (1975), esta vez en pleno éxito de 'Colombo', que le reportó cuatro Emmys al mejor actor.

Los más jóvenes (bueno, ya no tanto), lo recordarán como el abuelo que le cuenta a su nieto el cuento 'La princesa prometida' (1987), y uno de sus últimos papeles memorables fue en 'The Sunshine Boys' (1995) (odio el título español, 'La pareja chiflada'), una magnífica adaptación de otra comedia de Neil Simon (sí, el de 'La extraña pareja'), en un fantástico duelo interpretativo con Woody Allen.

Adiós a un entrañable actor que, sobre todo, nos hizo pasar muy buenos momentos, ya fuese riéndonos o tratando de descubrir quién era el asesino.

Ah, y este domingo hay maratón de 'Colombo' en Nitro a partir de las 15:15 horas. Un buen homenaje.


viernes, 24 de junio de 2011

El estreno: De un cuento chino a una de chinos

Y si alguien esperaba que el estreno de esta semana fuera 'Resacón 2', pues igual es que no lee demasiado este blog. Toca filosofía oriental, y tal vez más acción de lo que uno podría imaginar en un film titulado 'Confucio'.

Y es que esta biografía de uno de los pensadores más célebres en la historia de la humanidad se centra en la última etapa de su vida, entre los 51 años y su muerte a los 73, época de innumerables guerras entre los reinos chinos, medio milenio antes de Cristo.

El hecho de que la película cuente con el beneplácito de las autoridades chinas despierta evidentes suspicacias, aunque también tenemos tras la cámara a una mujer, la directora Hu Mei. Y como Confucio nada menos que a Chow Yun Fat, a priori con un papel adecuado para que calle bocas y muestre todo su talento interpretativo, algo que en Hollywood apenas ha hecho.

Curiosidad o visión épica de un filósofo inmortal, desde luego se presenta más interesante que 'Resacón 2' y justifica más el precio de la entrada. Ah, y por una vez, el cartel español es de lejos el mejor de cuantos se han distribuido en todo el mundo.



miércoles, 22 de junio de 2011

La película más humana de Pixar

Pues sí, igual lo que tocaba ahora era revisar ‘Kung fu panda’, pero qué le vamos a hacer, le ha tocado el turno a la primera entrega de ‘Cars’ (2006), que al fin y al cabo sí es una obra maestra y tengo muchas más ganas de ver la segunda parte (que, vaya por delante, seguro que va a ser el taquillazo del verano, con permiso del ‘Super 8’ de J. J. Abrams).

La siguiente afirmación puede ser más que discutible, tratándose de Pixar, pero es muy posible que estemos ante su mejor película… Bueno, vale, está la trilogía ‘Toy Story’, pero juguetes aparte, ‘Cars’ es, posiblemente, su película más humana. Y si no, veamos su argumento: en un mundo en el que solo hay coches, un bólido de carreras, Rayo McQueen (homenaje a Steve McQueen incluido), novato pero muy creído, de camino hacia la gran final de la Copa Pistón acaba en un pueblo perdido donde sus, bastante freaks, vecinos le harán ver las cosas de otra manera. Incluso descubrirá el amor y que uno de los vecinos oculta un pasado de legendario piloto de carreras y le va a enseñar un par de cosas.

En fin, cambiamos coches por pilotos de coches, y hubiéramos tenido una película de imagen real con interesantes valores dramáticos. Vamos, lo que suele ocurrir en la mayoría de films de Pixar, y que es una de las claves de por qué todos acaban resultando inolvidables. Sólidos guiones y una atención obsesiva en cada detalle. Y uno sigue convencido de que Disney podría hacer lo mismo con la animación tradicional, que lo mismo que la digital, son solo maneras distintas para contar historias.

En ‘Cars’, donde tenemos en la dirección y como uno de los guionistas a John Lasseter, el Disney de Pixar, todo es perfecto y deslumbrante, desde la espectacular carrera inicial, donde los animadores de Pixar apabullan al espectador en cada plano, hasta el sorprendente desenlace de la última carrera: toda una lección de juego limpio de la que el deporte profesional (sí, hablo de fútbol) podría aprender unas cuantas cosas.

Pero lo mejor del film es su galería de personajes, empezando por Rayo McQueen, todo un Cristiano Ronaldo o Fernando Alonso de las carreras Nascar (ni hecho aposta para Owen Wilson), y siguiendo por la larga lista de vecinos de ese pueblo perdido en el desierto: dos mecánicos fanáticos de Ferrari (ojo a la aparición final de Schumacher) que sueñan con hacer una parada de boxes, una furgoneta hippie y su contrapartida militar, un coche tuneado que luce mil aspectos diferentes a lo largo del metraje… y, claro, Mate, esa camioneta destartalada, versión en coche de los típicos paletos de la América profunda, que es el elemento más infantil de la película y acaba robando todas las secuencias.

Y, por supuesto, no me olvido de Doc, juez y patriarca del pueblo, que supone, nada más y nada menos, que (imprescindible VO) la última interpretación de Paul Newman. Tan magnífico como siempre, aunque solo sea utilizando su voz.

Por si faltara algo, ‘Cars’ acaba convirtiéndose en todo un homenaje a la mítica Ruta 66 y a esas largas carreteras que cruzan Estados Unidos, un canto hacia una manera de ser casi olvidada, una crítica a las megaautopistas que “cortaron la tierra en lugar de adaptarse a ella y a sus curvas”, y una reivindicación de una época en la que “los coches no tenían prisa por llegar a su destino, disfrutaban con el viaje”.

Una vez más, Pixar demostró que lo suyo no es solo hacer películas para que los niños se diviertan, sino también para que los mayores reflexionen y tengan algo en lo que pensar al salir del cine, tras habérselo pasado bomba durante hora y media. Ahora solo queda esperar que la serie ‘Cars’ continúe con el mismo acierto que ‘Toy Story’. Confiemos en Pixar, una vez más.

PD 1: Por si faltase algo, la banda sonora está llena de temas de estrellas country, que le acaban de dar ese toque de América auténtica.

PD 2: Antológicos los títulos de crédito finales, con versiones 'automovilísticas' de grandes clásicos de Pixar como 'Toy Story', 'Monsters' o 'Bichos'.


viernes, 17 de junio de 2011

El estreno: El cuento chino de Darín

Bueno, esta semana la elección era fácil. Si hay una película con Ricardo Darín, pues no hay duda. ...Y eso que Darín no siempre acierta. Creo que casi he visto tantas películas fallidas con él de protagonista como obras maestras, pero un film mediocre nunca lo es tanto si en él está Darín, y cuando acierta... entonces hablamos de cine con mayúsculas.

Aquí lo tenemos ¿de vuelta? a la comedia, un género que toca poco, después de dos dramones como 'El secreto de sus ojos' (inolvidable) y 'Carancho' (ya sé que es un fallo, pero aún no la he visto). Y acompañado por un chino con el que se encuentra en Buenos Aires. Ah... y también hay una vaca. Promete, ¿no?

De no ser por Darín, supongo que le hubiera tocado el turno a la segunda entrega de 'Kung fu Panda' (no soy muy de Jack Black, pero me gustó bastante la primera aventura) o a 'Micmacs', lo nuevo de Jean Pierre-Jeunet, aunque en este caso, que se anuncie como 'del director de 'Amelie' y 'Delicatessen'' no me entusiasma precisamente. Lo siento, pero soy más de 'Largo domingo de noviazgo', y sigo sin entender por qué pasó tan desapercibida. Otra vez será.

miércoles, 15 de junio de 2011

Cuando Tyrone Power buscó el sentido de la vida

Nuevo capítulo en la serie de posts dedicados a la filmografía de Gene Tierney. ‘El filo de la navaja’ (1946) fue una de esas megaproducciones destinadas a arrasar en los Oscar, tratando de unir taquilla y crítica. Para ello el productor estrella del momento, Darryl F. Zanuck eligió un best-seller serio de William Somerset Maugham, tal vez su obra que más ha perdurado (y en la que él mismo aparece como personaje), con un tema bastante de actualidad. Si otro de los grandes films del año fue ‘Los mejores años de nuestra vida’, que sí arrasó en los Oscar con su historia sobre el regreso de los soldados tras la Segunda Guerra Mundial, aquí tenemos la historia de un joven, Larry, que lo tiene todo, dinero y una mujer que le ama, pero lo deja todo para tratar de hallar un sentido a la vida tras su participación en la Primera Guerra Mundial.

Mientras Estados Unidos vive los felices 20 y luego la Gran Depresión del 29, Larry se busca a sí mismo en el París más bohemio y en la India. Había material para una gran película, pero esta adaptación no alcanza el máximo de sus posibilidades, en parte debido a su director, Edmund Goulding, quien bien es cierto que 14 años atrás había firmado un auténtico peliculón, ‘Grand Hotel’ (1932), pero en el que, como ocurre aquí, lo que brillaba era el formidable elenco de estrellas.

Porque si algo reunió Zanuck fue a los mayores astros del momento, empezando por Tyrone Power, galán que buscaba sin duda un papel con el que ganar crédito como actor dramático. Y aunque Larry era ese personaje, Power actúa más con corrección que con auténtica brillantez, aunque estemos hablando de una de sus mejores interpretaciones. También es cierto que el resto del reparto sí se luce a base de bien, dejando al protagonista como el más ‘soso’ de la función.



Para empezar tenemos a una jovencísima Anne Baxter, que cuatro años antes de ‘Eva al desnudo’ se llevó su único Oscar a la Mejor Actriz Secundaria por una completísima interpretación, en la que empieza asumiendo el papel de una jovencita inocente y enamorada que luego vivirá un infierno personal. El otro gran secundario es Clifton Webb, que apenas dos años después de ‘Laura’ coincide de nuevo con Gene Tierney, esta vez como su tío, pero en un papel que guarda bastantes similitudes con el aquel film y que le sirve para robar todas las escenas en las que aparece. Incluso llega a superar su actuación en ‘Laura’ gracias a la parte final en la que su personaje envejece.

Y por último, la Tierney, que también se reencuentra con Tyrone Power, cuatro años después de ‘El hijo de la furia’, en la que este ya era una estrella y ella una jovencita aspirante a actriz. Después de ‘Laura’ y la nominación al Oscar a Mejor Actriz por ‘Que el cielo la juzgue’, Gene Tierney estaba en la cumbre, lo que explica su elección para este personaje, en el que luce bellísima como nunca y vuelve a mostrar su vena ‘malvada’, al igual que en su anterior film. Su personaje rivaliza en minutaje con el propio protagonista y también muestra muchas caras, en las que la actriz deja patente su versatilidad. Un personaje, en este caso, al que se hace difícil condenar por completo, ya que en última instancia todo lo hace por amor… aunque un amor entendido desde el egoísmo de niña consentida.

Quien busque en ‘El filo de la navaja’ respuestas al sentido de la vida, seguramente no las encontrará, pero sí un melodrama en toda regla con interpretaciones inolvidables.


domingo, 12 de junio de 2011

Más Sparrow que nunca

Ahora sí, ponemos el punto final a la serie de posts sobre ‘Piratas del Caribe’ con el análisis de la cuarta entrega. O mejor punto y seguido, no solo por los rumores sobre uno o dos nuevos capítulos de la saga, sino porque, como ya ocurría al final de la tercera parte, la cuarta concluye dejando bien claro por dónde irán los tiros en la próxima aventura de Jack Sparrow.

Y es que la franquicia más rentable de Disney se ha convertido en algo similar a los films de James Bond: más y más aventuras de Sparrow, aunque cambien el director y los acompañantes. Obviamente la originalidad desaparece por completo y queda la habilidad para construir tramas más o menos interesantes que atraigan a los fans del personaje y decepcionen lo menos posible.

‘En mareas misteriosas’ (vaya sosez de título) no es el mejor capítulo de la saga, pero tampoco el peor. Mucho más redonda que alguna de sus predecesoras, presenta una trama bastante menos ambiciosa que la doble entrega anterior y probablemente es la más simple y lineal de la serie, lo que no significa que la perjudique. En cuanto a Rob Marshall, prescinde de los toques surrealistas de los que abusó Verbinski en el cierre de la trilogía, y se limita a filmar la acción de manera eficaz, sin alardes.

Sparrow es más Sparrow que nunca, o quizás menos. Mantiene sus maneras amaneradas pero aquí está, digamos ‘más serio’, más ‘héroe’, capaz de salir bien parado de cualquier situación, lleno de recursos, pero no para escaquearse (que también) sino para utilizar su ingenio y audacia. Incluso parece tener un interés romántico real y muestra su faceta más altruista.

Como ya es sabido prescindimos de la pareja Bloom-Kneightley y también de numerosos secundarios, como la pareja de piratas chistosos. Junto a Sparrow solo repiten (aparte de la aparición de Keith Richards como el padre de Jack) su segundo y Barbosa, que demuestra (por si había alguna duda) que es el gran personaje de la saga, con permiso de Jack.

En cuanto a las novedades, Penélope Cruz cumple en un papel al que parece que se le puede sacar más jugo (y para eso estarán las próximas entregas) mientras que Ian McShane decepciona como Barbanegra, tanto él como el guión que le proporcionan. Por lo demás, atención al sacerdote y la sirena, con una subtrama que no está nada mal.

El arranque del film presenta la novedad de mostrarnos a Sparrow (aquí presente desde el primer fotograma, a diferencia de ‘En el fin del mundo’) en Londres, todo un cambio después de tres entregas en el Caribe y en mares lejanos. Vemos cómo se desenvuelve en la ciudad y cómo desentraña el misterio de un impostor que le ha suplantado, antes de hacerse a la mar en busca de la fuente de la eterna juventud (título mucho más acertado en la traducción francesa), compitiendo con españoles e ingleses.

Como es costumbre en la saga habrá constantes cambios de bando y alianzas obligadas por las circunstancias, mientras tratamos de adivinar si Jack improvisa o lo tiene todo planificado de antemano. Quien busque novedades no las encontrará (a excepción del sobrecogedor ataque de las sirenas), pero sí diversión asegurada en otra -buena- aventura de Jack Sparrow. Pueden contar conmigo para la quinta.

Los cameos: Atentos a las apariciones de Óscar Jaenada (nada del otro mundo) y Judi Dench (fantástica).

El detalle: Y mucha atención a lo que el destino le depara en esta entrega a La Perla Negra (y a su simiesco ocupante).


viernes, 10 de junio de 2011

El estreno: Una niña de armas tomar

El estreno de esta semana, por lo curioso, es 'Hanna', cinta de acción que empieza a resultar original por su protagonista, una niña de 14 años que se ha criado sola en un bosque junto a su padre, que la ha adiestrado para que se convierta en la asesina perfecta.

La otra curiosidad es que tras las cámaras está Joe Wright, director de 'Orgullo y prejuicio' y 'Expiación', quien ya empezó a cambiar de rumbo con 'El solista' (sobre el papel, otro drama de superación personal con Robert Downey Jr. y Jamie Foxx), que pasó desapercibido, y ahora hace lo que nadie hubiera esperado, un film de acción.

Wright ha elegido para la ocasión un reparto bastante interesante, encabezado por Saoirse Ronan, la jovencísima y prometedora actriz que ya intervino en 'Expiación' como la hermana pequeña del personaje interpretado por Keira Knightley (y desencadenante de la acción), y a la que también vimos asumiendo el difícil papel protagonista de 'Desde mi cielo'.

Junto a ella tenemos a Eric Bana y a la siempre eficaz Cate Blanchett, además de la británica Olivia Williams, a la que vimos por última vez en 'El escritor' de Polanski.

¿Curiosidad o algo más que acción? Ah, y la banda sonora es de los Chemical Brothers.

Tampoco me resisto a recordar que este film de semana se estrena 'Insidious', cinta de terror que ha despertado bastantes alabanzas por su originalidad, ¿merecida?

miércoles, 8 de junio de 2011

¿El nuevo Michael Mann?

La segunda película de Ben Affleck como director, ‘The town’ (uno de los estrenos del último año que tenía pendientes), es lo que uno espera de Michael Mann, un ‘Heat’ o un ‘Infiltrados’ (que es lo que uno espera de Mann, a Scorsese le exigimos más), aunque no llega a esos niveles.

Tal vez esta película hubiera recibido más alabanzas si no viniera después de ‘Adiós, pequeña, adiós’, debut tras las cámaras de Affleck, y basada al igual que el ‘Mystic River’ de Eastwood en una novela de Dennis Lehane. Como en aquella primera obra, Affleck reincide en Boston como ubicación (otra coincidencia con ‘Infiltrados’), ciudad que conoce bien, ya que allí trabó amistad con Matt Damon. Pero ‘The town’, pese a su innegable calidad, está por debajo de su anterior film y tampoco llega a la altura de ‘Heat’, a la que remite continuamente.

Affleck ubica la acción en Charlestown, el barrio de Boston donde se producen más atracos, y enfrenta a un equipo de ladrones con uno del FBI, como ya hiciera Mann. Al margen de que aquí no estén Pacino ni De Niro, el problema de esta película es que la parte dramática no está a la altura de su modelo. A diferencia de ‘Heat’, donde conocíamos en profundidad a policías y ladrones, aquí los primeros apenas tienen papel y los segundos no están tan trabajados.

A excepción de las breves apariciones de Chris Cooper y Pete Postlehwaite, la parte dramática es bastante floja y Affleck tampoco acaba de saber qué hacer con la historia de amor entre su personaje y el de la directora del banco que atracan en la primera escena, que no tiene la fuerza que debería.

En cambio, sí dirige a la perfección las escenas de acción, en las que sí está a la altura, o casi, de su modelo, especialmente en la espectacular secuencia final, en la que incluso copia la música de la escena de 'Heat' a la que remite. También se agradece que los golpes que da la banda sean muy distintos entre sí, incluyendo el típico atraco a un banco o el asalto a un furgón blindado con persecución por las calles de Boston incluida.

La nominación al Oscar al Mejor Actor Secundario de Jeremy Renner fue un tanto exagerada (yo antes hubiera nominado a Postlethwaite), mientras que Affleck y Rebecca Hall (la Vicky de 'Vicky Cristina Barcelona') cumplen en los principales papeles, Blake Lively sorprende como madre soltera drogadicta y Jon Hamm deja ‘Mad men’ para mostrarse como el único policía carismático del film.

Lo dicho, si buscáis una buena ‘peli’ de acción bien llevada y con un argumento sólido, disfrutaréis con ‘The town’, pero no es otro ‘Heat’: le falta una hora y mucho más guión. Aunque eso no quita que Affleck va por buen camino.


domingo, 5 de junio de 2011

El día que Laura se enamoró de un fantasma

Gene Tierney fue ‘Laura’, pero también fue la señora Muir, una auténtica delicia de película, la segunda dirigida por Joseph L. Mankiewicz, que luego nos dejaría incontables obras maestras como ‘Eva al desnudo’, 'Julio César' o ‘La huella’, pero pocas veces alcanzaría la perfección y ligereza de este pequeño clásico.

¿Puede enamorarse una mujer de un fantasma? Esa es la pregunta que trata de responder ‘El fantasma y la señora Muir’ (1947), una original comedia romántica (por simplificar), en la que Gene Tierney sigue en estado de gracia. Rodada tres años después de ‘Laura’, dos después de su única nominación al Oscar a la Mejor Actriz por ‘Que el cielo la juzgue’ y uno después de formar parte del reparto coral de ‘El filo de la navaja’, ésta será su última gran creación antes de su temprano declive. Y tal vez sea su mejor interpretación, ya que es la única en la que muestra no solo su talento para el drama sino también para la comedia, en otro papel inolvidable.

Solo un actor de la talla de Rex Harrison podía estar a su altura y ser, más que interpretar, ese rudo marino que vuelve del más allá y que se resiste a ceder su casa a la joven viuda interpretada por Gene Tierney. Harrison clava el personaje, que posiblemente completa su trilogía dorada, junto a ‘My fair lady’ y su Julio César de ‘Cleopatra’.

Y junto a ellos una jovencísima Natalie Wood, que encarna a la hija de la protagonista, y George Sanders como descarado galán, tercer vértice del más curioso triángulo amoroso que haya dado la gran pantalla.

La película empieza haciéndonos creer que es un film de terror, de casas encantadas, pero pronto vira hacia un tono romántico (inolvidable toda la parte final) y una maravillosa ironía en los perfectos diálogos entre la pareja protagonista, que son la base que sostiene el film. Sin olvidar la escena en la que la protagonista recibe a su familia política y el fantasma está presente pero solo ella puede verlo: divertidísima.

No me resisto a reproducir un breve diálogo. La criada de la señora Muir le dice que ha hecho un gran trabajo al criar a su hija y ella responde: ‘Bueno, tampoco tuve ningún mérito especial, ella fue algo que simplemente pasó’. Y la criada dice: ‘Sí, eso decía también mi madre; yo fui la undécima’.

El detalle: Imprescindible ver esta película a oscuras para disfrutar al máximo la maravillosa iluminación, sobre todo en la primera parte, donde la protagonista descubre que su nueva casa está encantada y el fantasma empieza a hacer de las suyas.


viernes, 3 de junio de 2011

El estreno: Vuelve la Patrulla X... y va a por Fidel

Hollywood vuelve a intentarlo con los mutantes más populares, la Patrulla X. Y lo hace con el recurso de la precuela. Finiquitada la trilogía cinematográfica que abriera Bryan Singer en la dirección, con dos primeras aventuras más que interesantes (y una secuela superior al primer capítulo, como versión corregida y aumentada del mismo) y un cierre algo deslavazado a cargo de Brett Ratner, que aunó aciertos y errores y liquidó a buena parte del reparto, echamos la vista atrás.

'X-men, first class', título bastante explícito (por lo de primera clase), no solo nos mostrará los orígenes de Magneto en un campo de concentración nazi, sino cómo surge la amistad entre este y Xavier, antes de acabar como enemigos mortales. Dado que viajamos al pasado, se ha situado la acción nada menos que en plena crisis de los misiles cubanos, en la que la primera Patrulla X tendrá un papel fundamental... lo que puede ser el mayor acierto del film o su peor error.

A los mandos de la nave mutante encontramos esta vez a Matthew Vaughn, marido de Claudia Schiffer y que está labrándose una interesante filmografía como adaptador de cómics, incluyendo una más que decente versión del soberbio 'Stardust' de Gaiman y Vess, y la polémica 'Kick ass' basada en el cómic de Millar.

En cuanto al reparto, Xavier es ahora James McAvoy y Magneto un semidesconocido Michael Fassbender, mientras que la televisiva January Jones de 'Mad Men' es una perfecta (al menos físicamente) Emma Frost. Ellos encabezan un reparto en el que también tienen cabida Kevin Bacon (como el malvado Sebastian Shaw), el veterano Michael Ironside, Rose Byrne o la jovencísima y magnífica actriz (Véase 'Lejos de la tierra quemada' o 'Winter's bone') Jennifer Lawrence, que sustituye a la modelo Rebecca Romijn como Mística, la que siempre va pintada de azul.

La verdad, pese a ser fan de los personajes, más por el cómic que por el cine, este 'reboot' no me estimula demasiado. Pero bueno, nunca se sabe (claro que por lo visto hay hasta cinco guionistas acreditados, lo que nunca es buena señal, y el cartel es lamentable).

miércoles, 1 de junio de 2011

Barroso borda el cine negro

Reconozco que el cartel de la película no me mata demasiado, ni ese slógan de ‘Viajó muy lejos en busca de su pasado pero sólo encontró una ciudad corrupta’. Lo que sí es una verdad como un puño es que ‘Hormigas en la boca’ (2005) es ‘Un clásico del cine negro’.

La primera película de Mariano Barroso desde ‘Kasbah’ (2000) (si exceptuamos un telefilme en los USA) y para mí la primera desde la magnífica ‘Éxtasis’ (1995), con aquel duelo entre Javier Bardem y Federico Luppi, es de lo mejorcito del director, que desde su espectacular debut con ‘Mi hermano del alma’ (1993) (allí el duelo era entre Juanjo Puigcorbé y Carlos Hipólito) ha demostrado tener gran habilidad para las tramas policíacas.

‘Hormigas en la boca’ recuerda poderosamente a los mejores clásicos del cine negro de los 40, y su ambientación en una Cuba a punto de vivir el triunfo de la revolución le hace aún ganar más interés. Sobre todo dado que la recreación histórica es de 10, te la crees como en las películas de Hollywood, algo poco habitual en el cine español.

Barroso también tiene como perfectos aliados a un reparto en estado de gracia. Imposible imaginar la película sin Eduard Fernández, omnipresente durante todo el metraje, o Ariadna Gil, bella y enigmática como nunca. Y con secundarios de lujo como José Luis Gómez y Jorge Perugorría, que sorprende con un cambio de registro.

La trama arranca con la salida de prisión del protagonista, Martín, en la España franquista, 8 años después de haber atracado un banco. A Cuba viaja en busca de su novia, Julia, el personaje interpretado por Ariadna Gil, que al parecer en lugar de ayudarle a escapar de la cárcel se fugó con el dinero del atraco. Entre flashbacks de ese pasado Martín trata de desentrañar el misterio que rodea a Julia, muerta poco después de llegar a Cuba, y al dinero que se llevó. El tío de Julia le encarga a Martín un ‘trabajito’ y como es norma en el género, todo se irá enredando. Las apariencias engañan, y por supuesto hay una mujer fatal.

La trama no decae, los actores están perfectos y Barroso lleva las riendas con maestría… a excepción, curiosamente, del momento clave de la película. Pero como es spoiler, solo daré una pista después del tráiler. Lo dicho: cine negro del mejor.




SPOILER: Quien haya visto 'Laura' no necesita más explicaciones, lástima que Barroso no anda tan fino en ese momento clave.