El estreno: Lisa Joy quiere ser Nolan

 

Hollywood domina a lo grande, como en los viejos tiempos, con cinco títulos frente a los tres del resto de nacionalidades.

Pero empezamos en casa con García y García, que se apunta a la cada vez más larga lista de comedias aspirantes a alegrarnos el verano y la taquilla. Aquí los protagonistas son José Mota y Pepe Viyuela, ambos como dos Javier García, un consultor y un mecánico contratados para reflotar una línea aérea en quiebra... que son confundidos desde el principio.

El corto periplo internacional nos lleva primero a Israel con Siempre contigo, en la que un padre inicia un último viaje con su hijo autista antes de internarlo en un centro especializado, y después a Alemania con La sala de cristal, que parece la respuesta germana a Jo jo rabbit, puesto que aquí también nos encontramos a finales de la Segunda Guerra Mundial, con una madre que trata de hacer ver que simpatiza con los nazis, mientras a su hijo le seduce cada vez más su propaganda.

Ya en los USA, de menos a más, empezamos con la versión para pantalla grande de La patrulla canina y el remake de la cinta de terror Candyman, para seguir con Ice road, nuevo vehículo de acción para Liam Neeson, aquí como camionero que ha de recorrer tierras heladas para rescatar a un grupo de mineros en Canadá.

La primera sorpresa agradable de la semana es El rey del fin del mundo, que parece una de aventuras a la antigua usanza con Jonathan Rhys-Meyers como un oficial a quien los británicos encargan acabar con los piratas de Malasia y que se convierte en un rajah temido por los propios ingleses.

Pero la ganadora es Reminiscencia, es decir, el salto a la dirección en cine de Lisa Joy, cocreadora de Westworld con Jonathan Nolan, por lo que no es de extrañar que el tráiler del film recuerde mucho al estilo de Christopher Nolan, y en particular a Origen, al igual que la trama. Hugh Jackman es un investigador privado en un futuro en el que parte de la Tierra está sumergida (aquí, en concreto, Miami), especializado en recuperar recuerdos perdidos. Y entonces llega la clásica mujer fatal, Rebecca Ferguson. Ah, y ya que hemos hablado de Westworld, pues Joy se ha traído a Thandie Newton, así que estamos ante uno de los estrenos de este verano al que cada vez le queda menos.

El estreno: 'Annette', la niña de Leos Carax

 

Esta semana la cartelera se renueva poco, pero lo hace con un poco de todo.

De los USA nos llega Free guy, lo último de ese improbable rompetaquillas que ha acabado siendo Ryan Reynolds, hasta el punto de que ya se ha anunciado segunda entrega. La propuesta puede dar juego, ya que el protagonista del film descubre que su mundo... es un videojuego. Y encima le acompañan una Jodie Corner que empieza a rentabilizar en la gran pantalla el éxito de Killing Eve, y hasta Taika Waititi, el director de Jo jo rabbit.

También son bastante lúdicas las dos novedades españolas. Por un lado, la comedia Descarrilados demuestra que este verano se llevan los trenes, aquí con nada menos que Arturo Valls, Ernesto Sevilla y Julián López que, 20 años después de un viaje frustrado en el Interrail junto a un cuarto amigo, este muere y en su testamento les pide que hagan el mismo viaje... con sus cenizas.

Y para nostalgia, D'Artacán y los tres mosqueperros, versión en la gran pantalla de la mítica serie de animación de los 80 (sobre todo si entonces, como es mi caso, erais unos críos. Ojo que aún puedo cantar la canción del tirón). Aunque lo del 3D para este tipo de regresos nunca me ha convencido.

La cuota europea la pone la danesa Un bocado exquisito, donde Nikolaj Coster-Waldau interpreta a un chef que junto a su esposa busca la estrella Michelin... tal vez a costa de su matrimonio.

Y rematamos con la francesa Annette, lo nuevo del siempre original (aunque no siempre para bien) Leos Carax, que aquí prueba con un musical donde Adam Driver y Marion Cotillard son una pareja de artistas cuya vida cambia con el nacimiento de su primogénita. Habrá que ver qué grado de inspiración acompaña al cineasta galo en esta ocasión.

El estreno: Matt Damon busca justicia

Por una semana nos quedamos sin blockbusters, pero no sin un completo periplo internacional.

Arrancamos en Hungría con el incombustible Klaus Maria Brandauer como El médico de Budapest, con la clásica historia de médico famoso que se va a una pequeña comunidad... y oculta un secreto. No nos vamos muy lejos, porque en la coproducción de República Checa y otros países Charlatán la directora Agnieszka Holland nos cuenta la historia de un célebre curandero de los años 30 del siglo pasado, que triunfaría tanto entre los nazis como con los comunistas.

Las rarezas comienzan con la cinta de Kosovo Andromeda Galaxy, tal vez la más arriesgada de la semana, aunque lo que plantea es cómo un mecánico en paro saca a su hija de un orfanato y se la lleva en una autocaravana en busca de darle una vida mejor. Y luego está el que casi ha sido el estreno de la semana, la danesa Jinetes de la justicia, de nuevo con Mads Mikkelsen luciendo un aspecto que acojona al personal, en una delirante comedia negra en la que varios hombres están convencidos de que hay un plan siniestro tras varios accidentes aparentemente casuales. Bienvenidos al mundo de las conspiraciones.

Ya en los USA, tenemos la prescindible secuela de Escape Room y un nuevo intento de expandir el universo cinematográfico de GI Joe con Snake Eyes, centrada en el villano homónimo, y cuyo único interés parece ser la participación de Úrsula Corberó en un salto a Hollywood que de momento se queda en saltito a lo Elena Anaya (que ya ves tú la falta que le hará a la Anaya aparecer en los bodrios que ha firmado al otro lado del charco).

Pero el prestigio norteamericano lo salva (esperemos) Cuestión de sangre, cuya mejor baza es contar con el director de Spotlight, Tom McCarthy, aunque veremos si aquí tiene un guión a la altura. Un operario de plataforma petrolífera de Oklahoma viaja a Marsella para investigar el asesinato por el que han metido en la cárcel a su hija y del que esta asegura ser inocente. Si el padre en cuestión es Matt Damon y la hija una Abigail Breslin que ya hace tiempo que dejó de ser la pequeña Miss Sunshine, pues la cosa aún pinta mejor, en el que, si no me falla la memoria, es el primer drama con posibilidades que nos llega desde Hollywood en este verano.

El estreno: James Gunn estrena nuevo equipo

Y los blockbusters no paran, e incluso esta semana se llevan el gato al agua. Pero vamos con el recorrido internacional, esta vez sin parada en casa, donde Santiago Segura ya tiene la película española más taquillera del año.

Reino Unido muestra un buen nivel con dos propuestas interesantes. Pequeños milagros en Peckham St. puede ser la sorpresa de la semana, con una madre soltera búlgara en el Londres del Brexit y a vueltas con los problemas de los vecinos de barrios pobres cuando tratan de echarles para sustituirles por inquilinos de clase alta. La alternativa es Una villa en la Toscana, que vuelve a situar una dramedia romántica en la idílica zona italiana, aquí con James d'Arcy en la dirección y guión, reservando para Liam Neeson un papel poco habitual en él últimamente, el de un hombre que viaja a la Toscana para vender una villa de su mujer tras el fallecimiento de esta, acompañado por su hijo, con el que nunca se ha entendido y que acaba de divorciarse.

La bizarrada de la semana puede ser la finlandesa Damas de hierro, donde una mujer de 75 años tras matar a su marido se embarca en un particular Thelma y Louise con sus dos hermanas, para descubrir que nunca es tarde para vivir la vida. Y en la brasileña Tres veranos seguimos a una limpiadora de una urbanización de lujo cuya vida se pone patas arriba cuando es detenido el dueño del chalet.

Ya en los USA, ración doble de blockbusters y secuelas. Para los más pequeños de la casa, o no tanto, Negocios de familia, segunda entrega del Bebé jefazo...

...y para los algo más crecidos, el nuevo Escuadrón Suicida de Warner, que sigue a trancas y barrancas con el universo DC, ahora con algo raro, ya que aseguran que no es ni secuela ni remake de la anterior versión fílmica del equipo de supervillanos dirigida por David Ayer. Repiten varios de los integrantes del reparto de aquella, como Joel Kinnaman y evidentemente Margot Kidder, por tercera vez como Harley Quinn tras Aves de presa, y se suman otros como Idris Elba o John Cena. Pero el mayor reclamo está en la dirección, ahora en manos de James Gunn tras las dos primeras entregas de Guardianes de la Galaxia y a la espera de la tercera. Habrá que ver cómo le sienta el cambio de universo superheroico.

El estreno: La playa de Shyamalan

Semana con muy pocos estrenos, tres en realidad, pero todos blockbusters, Y es que parece que ya se ha perdido el miedo al coronavirus.

El perfecto ejemplo de ello es Donde caben dos, la novedad española de la semana, que reincide en la línea de la reciente Poliamor para principiantes, con reparto coral y mucho roce. Aquí tenemos a Anna Castillo, Ernesto Alterio, Luis Callejo, Pilar Castro y Raúl Arévalo, entre muchos otros, que coinciden en un club de intercambio de parejas, lo que garantiza mucho sexo y sobre todo mucho humor. Cóctel perfecto para olvidar la pandemia, pues.

En Hollywood ya sabemos que son un poco (bastante) más puritanos, así que tiran de aventura, y también humor. Jungle Cruise, una de las grandes apuestas para este primer verano pospandémico (o en ello estamos), supone un nuevo intento de convertir una atracción de Disneylandia en taquillazo, tratando de seguir los pasos de Piratas del Caribe. Sin embargo, la propuesta parece más cercana a La momia (desde luego no la de Cruise), con Emily Blunt como investigadora a lo Rachel Weisz y Dwayne Johnson multiplicando franquicias como cachas de turno en una versión hiperbólica e infantil para estos tiempos acelerados de La reina de África (lo que parece un sacrilegio puro y duro).

Así que me quedo con Tiempo, cinta con la que M. Night Shyamalan trata de mantener la buena línea en taquilla desde que resucitó con Múltiple y su no tan acertada continuación, Glass. Liquidada la particular trilogía iniciada hace 20 años con El protegido, el cineasta se embarca en una nueva vuelta de tuerca a Atrapado en el tiempo, y llevamos tres en poco más de un mes. Si en la última, Un pequeño contratiempo, cada vez que el protagonista despertaba había transcurrido un año, aquí un grupo de turistas descubren que en la paradisíaca playa en la que se prometían unas vacaciones de lujo, cada hora que transcurre son un año más viejos, así que les quedan unas 24 horas de vida. Tratándose de Shyamalan, habrá que ver si saca partido de esta interesante premisa... o la cosa se queda en agua de borrajas. Y es que, como nos tiene acostumbrados, habrá que ver si estamos ante el Shyamalan bueno o el malo (lo que también daría para una buena película... de Shyamalan, claro).