Esta semana la cartelera se renueva poco, pero lo hace con un poco de todo.
De los USA nos llega Free guy, lo último de ese improbable rompetaquillas que ha acabado siendo Ryan Reynolds, hasta el punto de que ya se ha anunciado segunda entrega. La propuesta puede dar juego, ya que el protagonista del film descubre que su mundo... es un videojuego. Y encima le acompañan una Jodie Corner que empieza a rentabilizar en la gran pantalla el éxito de Killing Eve, y hasta Taika Waititi, el director de Jo jo rabbit.
También son bastante lúdicas las dos novedades españolas. Por un lado, la comedia Descarrilados demuestra que este verano se llevan los trenes, aquí con nada menos que Arturo Valls, Ernesto Sevilla y Julián López que, 20 años después de un viaje frustrado en el Interrail junto a un cuarto amigo, este muere y en su testamento les pide que hagan el mismo viaje... con sus cenizas.
Y para nostalgia, D'Artacán y los tres mosqueperros, versión en la gran pantalla de la mítica serie de animación de los 80 (sobre todo si entonces, como es mi caso, erais unos críos. Ojo que aún puedo cantar la canción del tirón). Aunque lo del 3D para este tipo de regresos nunca me ha convencido.
La cuota europea la pone la danesa Un bocado exquisito, donde Nikolaj Coster-Waldau interpreta a un chef que junto a su esposa busca la estrella Michelin... tal vez a costa de su matrimonio.
Y rematamos con la francesa Annette, lo nuevo del siempre original (aunque no siempre para bien) Leos Carax, que aquí prueba con un musical donde Adam Driver y Marion Cotillard son una pareja de artistas cuya vida cambia con el nacimiento de su primogénita. Habrá que ver qué grado de inspiración acompaña al cineasta galo en esta ocasión.
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