martes, 30 de noviembre de 2010

Guardiola en el Olimpo del fútbol

La selección española hizo historia este verano y el Barcelona continúa haciéndola partido a partido. Lo de anoche en el Camp Nou se recordará dentro de muchos años, al igual que se recordará al equipo dirigido por Guardiola. Tal como señaló el técnico catalán después del 5-0 ante el Real Madrid, esto no se ha hecho en un día, viene del trabajo iniciado por Cruyff y Rexach, con la apuesta por la cantera y por un estilo de fútbol bien definido, no el único posible, pero sí, en mi opinión, el mejor, el más vistoso y agradecido para el público.

Un estilo que Guardiola ha sabido recuperar después de que a Rijkaard se le fuera la mano con el control del vestuario, y llevarlo a su máxima expresión, gracias, obviamente, a una generación de oro, con Xavi al frente de los mundialistas y genios como Messi o Alves. Tengo 36 años y nunca había visto jugar a un equipo de fútbol como jugó anoche el Barcelona. Es lo mismo que les escuché decir también a periodistas con muchos más años, y no todos culés, incluso alguno del Real Madrid. El Barça de Guardiola sigue jugando el mejor fútbol que puede verse ahora en todo el mundo, y tal vez el mejor que se haya visto nunca.

En cuanto a Mou, sólo tiene la disculpa de que lleva tres meses montando un equipo (¿el trabajo de Pellegrini no vale para nada?) mientras que el Barça es una máquina perfectamente engranada. También es cierto que él solito se cavó la fosa (¿a quién se le ocurre darle a los blaugrana espacios y el control del centro del campo?) pero la mayor verdad es que pese a todos sus trofeos, nunca un equipo suyo se ha acercado al nivel de fútbol desplegado por el Barça de Guardiola. Ojalá dure muchos años... porque nada es eterno.

lunes, 29 de noviembre de 2010

Hollywood pierde su sonrisa

Por desgracia la sección 'in memoriam' está creciendo demasiado deprisa. Este domingo se apagó una de las mejores sonrisas de Hollywood, la del cómico Leslie Nielsen. La carrera cinematográfica de este actor canadiense es una buena muestra de las vueltas que da la vida. Galán en sus inicios (ahí está esa pequeña joya de la ciencia ficción que es 'Planeta prohibido' (1956)), ya casi nadie se acordaba de él cuando interpretó a aquel inolvidable doctor en la imprescindible 'Aterriza como puedas' (1980), que inauguró junto con 'Top secret' un nuevo género de comedias, en el que Leslie Nielsen se convirtió en rey.

La trilogía 'Agárralo como puedas' quedará como su mayor legado, y aunque es cierto que los títulos siguientes en los que apareció Nielsen fueron bastante flojos -por decir algo-, su profesionalidad y simpatía siempre quedaron patentes. Porque, a ver, ¿quién no se ha reído alguna vez viendo a este hombre en la pantalla? Y no hay que olvidar que una de sus últimas participaciones tuvo lugar en la española 'Spanish movie', donde lo mejor fue su encuentro con nuestro Chiquito de la Calzada... impagable.

Sin Nielsen, el cine se queda un poco más triste, y como las desgracias nunca vienen solas, este lunes también nos quedamos sin Irvin Kershner, director que nos dejó varias secuelas como 'El regreso de un hombre llamado Caballo' o 'Robocop 2', pero sobre todo la segunda parte de la saga cósmica más famosa de todos los tiempos, 'El imperio contraataca'.


jueves, 25 de noviembre de 2010

La ¿perfecta? simetría de Keane


Continúo poniéndome al día en cuestiones musicales. Y sí, tanto he tardado en escuchar el tercer disco de Keane, que ya tienen otro en el mercado. También es cierto que no me he dado mucha prisa por darle una oportunidad a ‘Perfect simmetry’ (2008) puesto que tras la obra maestra que fue el debut del trío, ‘Hopes and fears’ (2004), su siguiente ‘Under the iron sea’ (2006) fue un tanto plomizo y se quedó muy lejos de la calidad que habían demostrado en un primer momento.

¿Y qué encontramos en este tercer disco? Pues en primer lugar, la inclusión de guitarras, lo que rompe con una de las señas de identidad de la banda de Tom Chaplin, cuyo sonido se basaba exclusivamente en batería y teclados. Eso, y que el trío pasa a cuarteto con la llegada del bajista y percusionista Jesse Quinn. Todos ellos meten la directa desde los primeros compases de ‘Spiralling’, que abre espectacularmente el disco, y salvo ‘You don’t see me’, la primera balada de este trabajo, nos ofrecen su versión más rockera y épica, alejada del estilo más romántico y elegante de ‘Hopes and fears’, hasta que empiezan a sonar los primeros compases de 'Playing along'.

Y hasta ahí vamos bien, porque en los últimos cuatro temas reaparece la versión más meliflua y aburrida de Keane, con una sucesión de tiempos lentos entre los que sólo se salva ‘Black burning heart’. Posiblemente el tema más equilibrado, en el que encontramos todas las virtudes del grupo, sea el que le da título al álbum, y en cuanto a los más movidos, destacar los potentes ‘You haven’t told me anything’ y ‘Again and again’, sin olvidarnos de ‘Better tan this’.

Resumiendo, esta vez la banda brilla cuando se pone cañera y palidece cuando le da por las baladas. Keane apunta una clara recuperación tras ‘Under the iron sea’, pero aún le falta un poco para firmar una obra tan redonda como lo fue su debut. Veremos qué nos depara ‘Night train’.

Y para que veáis cómo suena 'Spiralling' en directo, os dejo con una actuación en Murcia de 2009 recogida por el programa de La 2 'No disparen al pianista'.


domingo, 21 de noviembre de 2010

Vamos a jugar a la casa del árbol

Vamos hoy con una de mis debilidades musicales, Marlango, más conocido como el grupo en el que canta la actriz Leonor Watling, esa chica que todo lo hace bien. En su último disco, ‘Life in the treehouse’, nos invitan a vivir con ellos en la casa del árbol, esa que todos construimos de pequeños con los amigos, ya sea en un auténtico árbol como Bart Simpson, o en cualquier rincón.

Ese es el propósito de este puñado de canciones, devolvernos a aquella época en la que fantaseábamos con los amigos viviendo nuestras pequeñas grandes aventuras, y tratar de recuperar aquel optimismo que nos poseía. Volver a un lugar donde todo es más sencillo y acogedor. Marlango crea la música perfecta para una casa del árbol, no sólo superando el bache de su anterior trabajo, sino firmando posiblemente sus piezas más inspiradas.

Fue en 2004 cuando Leonor Watling sorprendió a mucha gente al encabezar este proyecto de jazz-pop sofisticado, en el que la acompañaban Alejandro Pelayo y Óscar Ybarra. A la melancolía de aquel primer ‘Marlango’ (mi disco favorito de la banda) le siguió la mayor ambición de ‘Automatic imperfection’, donde la ahora cantante se mostraba mucho más segura que en su debut y se atrevía con composiciones más versátiles y arriesgadas.

Sin embargo, y pese al continuo crecimiento de Leonor Watling como cantante, su siguiente entrega, ‘The electrical morning’, es la que encontré más inaccesible, demasiado snob si se quiere. Aunque, eso sí, el disco contiene la mejor canción de su carrera, ‘Hold me tight’, con los coros de Jorge Drexler, pareja de la Watling. También es cierto que el disco mejoró en directo, donde (como he podido comprobar un par de veces) Marlango se crece y le saca el máximo partido a cada tema.

En ‘Life in the treehouse’ encontramos su disco más luminoso y alegre, en el que la voz de la cantante brilla como nunca, convirtiéndose en un arrullo que nos envuelve con sensaciones y pensamientos que nos hacen ver el vaso medio lleno. No es mi tema favorito precisamente ‘The long fall’, que sin embargo abre este viaje musical dejando bien claro hacia donde quiere llevarnos Marlango. Sí da en la diana plenamente, en cuanto a letra y música, ‘I don’t really want to know’, donde la voz de Leonor empieza a jugar en un ambiente de buenas vibraciones, antes de que ‘The answer’, con Rufus Wainwright, y sobre todo ‘Thank someone tonight’, sean las primeras palabras mayores del disco.

En esta última canción tenemos la primera colaboración en el disco de Jorge Drexler, que reaparece en un par de temas más, como ‘Play boy play’, en el que el grupo muestra su lado más juguetón, al igual que en ‘You won’t have me’. También hay momentos más melancólicos, como en ‘Let the sky fall’ y ‘I carry you’, himnos vitalistas llenos de esperanza, y con ‘Too many ways’ vuelven los ritmos más pegadizos. Así hasta lo que ya se ha convertido casi en una tradición, cerrar el disco con una nana, en esta ocasión más dulce que nunca tras la maternidad de Leonor.


domingo, 14 de noviembre de 2010

Berlanga toma rumbo a Calabuch

Ni soy vuestro alcalde ni os debo una explicación, pero hoy todos nos sentimos más tristes ya que nos hemos quedado sin el más berlanguiano de nuestros realizadores cinematográficos. El cine español no sería el mismo sin la obra de este valenciano que supo plasmar en la gran pantalla el espíritu de su época.

Luis García Berlanga no cuenta con una filmografía excesiva, y bien es cierto que en su última etapa no estuvo especialmente inspirado, pero entre 1953 y 1963 tuvo una década dorada en la que nos legó 'Bienvenido, Mister Marshall', 'Calabuch', 'Los jueves, milagro', 'Plácido' y 'El verdugo', cinco joyas que ganan en cada nueva revisión. Cualquier director daría lo que fuera por tener una de ellas en su filmografía, haber dirigido las cinco le garantiza a Berlanga un puesto de honor entre los mejores directores de cine de todos los tiempos.

Pero Berlanga fue mucho más que un director de cine. Personaje clave en la cultura española, siempre hizo gala de su valencianismo y burló una y otra vez la censura de Franco, que por lo visto no podía ni verlo. Cosas de la vida, ahora que ha fallecido podremos verlo cada día en los anuncios de una campaña benéfica a la que quiso prestar su imagen pese a su delicada salud. Un ejemplo hasta el último momento.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Viva la anarquía

‘V de vendetta’ debe ser la película más intelectual que ha pagado Joel Silver, el productor de las películas de acción de Hollywood por excelencia. Los hermanos Wachowski post-Matrix escribieron el guión, adaptando el cómic de Alan Moore y David Lloyd, y encargaron la dirección a James McTeague, asistente de dirección en la citada trilogía. A diferencia del creador de la historia, que siempre echa pestes de las adaptaciones cinematográficas de sus obras, considero que el film contiene múltiples aciertos y respeta las claves del original, aunque descarta personajes y tramas del mismo, sin alcanzar su profundidad. Dado que voy a comparar las dos obras, advierto que todo lo que viene son SPOILERS.

Si algo favorece a la película es el indiscutible acierto a la hora de elegir a los principales protagonistas. No se me ocurre mejor Evey que Natalie Portman, que incluso se deja rapar al cero en pantalla para encarnar uno de los mejores personajes femeninos que se hayan visto nunca en un cómic (o en cualquier libro, ya puestos). Tampoco resulta fácil superar la labor de Stephen Rea como Finch, el detective que trata de descubrir quién es V, otro personaje genial, aunque pierde con respecto al original, donde es él quien acaba matando a V después de que su obsesión por descifrar el misterio del terrorista le haya llevado a tomar las mismas drogas que le administraron a este en el campo de concentración.

V supone el primer papel protagonista de Hugo Weaving, el agente Smith de ‘Matrix’, pese a que no se le ve la cara en ningún momento, así que enjuiciaré su labor cuando vea la película en VO. Del resto de actores destacar el buen juicio de elegir a intérpretes británicos para una historia que transcurre en Inglaterra, especialmente a Stephen Fry, que brilla en un papel secundario creado para la película y es ejecutado por tener una copia del Corán: ‘Que no sea musulmán no significa que no pueda apreciar sus grabados y su conmovedora poesía’. Por el contrario, John Hurt queda excesivamente caricaturizado como el Líder, personaje mucho más trabajado en el cómic.

El film se abre con un prólogo que no aparecía en el original sobre Guy Fawkes, personaje histórico al que toma como referente V. La apuesta de esta historia no puede ser más original y arriesgada, convertir a un terrorista en el héroe de la función. Un terrorista que defiende que ‘la violencia puede usarse para el bien’ y pretende instaurar la anarquía (ausencia de líderes, no de orden) tras derribar a un régimen totalitarista que se ha apoderado de Gran Bretaña. El cómic se explaya mucho más en reflexiones políticas sobre estas cuestiones y sobre las motivaciones de V, cuyo fin último no es el caos, sino liberar a la población de unos gobernantes que nunca ha necesitado. También explica de distinta manera cómo los ingleses han acabado en una dictadura. En el cómic se apuntaba una guerra nuclear como punto de partida para que los ciudadanos aceptasen recortes en sus libertades, mientras que la película, un par de décadas posterior, recurre a una trama de terrorismo en la que el propio gobierno comete los atentados y los atribuye a terroristas para justificar las medidas represoras. Así, una de las mejores secuencias de nuevo cuño es aquella en la que Finch se pregunta ‘si los atentados fueran obra de nuestro Gobierno, ¿de verdad querríamos saberlo?’. En cualquier caso, en ambas obras se recuerda al público que en última instancia él es el responsable de ceder el poder (tanto el Líder como Hitler fueron elegidos en las urnas): ‘El pueblo no debería temer a sus gobernantes. Los gobernantes deberían temer al pueblo’.

El film también mantiene el momento clave en la transformación de Evey, su internamiento en prisión, organizado por V para liberarla: ‘Ya no tienes miedo, eres libre’, pues es el miedo el arma que utiliza cualquier gobierno totalitarista. También se muestra la persecución a los homosexuales por el nuevo régimen, que como tantos otros ataca a las minorías. ‘La palabra ‘diferente’ se convirtió en ‘peligroso’. ¿Por qué nos odian tanto?’. Todo ello a través de la hermosa carta de Valerie, en la que se defiende que la integridad es lo único que no se le puede arrebatar a una persona, su último tesoro: ‘Durante tres años recibí rosas y no tuve que arrodillarme ante nadie’.




Uno de los cambios más acertados con respecto al original es la sustitución de la emisora de radio con la que el Estado adoctrina a los ciudadanos por un programa de televisión conducido por un telepredicador. Eso sí, en el cómic V no mata a este último, sino que lo castiga de una manera más cruel y original. De hecho, en el original los objetivos políticos de V tardan en desvelarse, de modo que el primero de los tres libros en los que se divide se centra en cómo va asesinando uno a uno a quienes le torturaron en el campo de concentración. Así, el libro acaba con Finch preguntándose si todo ha acabado con el final de la venganza o hay más.

Mucho más es lo que encontramos en el comic. Siempre se ha dicho que ‘Watchmen’, la obra más popular de Moore, es el mejor cómic de superhéroes. Pues ‘V de vendetta’ es sencillamente uno de los mejores comics de todos los tiempos, y en él encontramos más personajes y tramas que en la película. Por ejemplo, en ésta Finch sólo tiene un ayudante, Dominique, que no pinta gran cosa. En el cómic hay otro, Derek Almond, que es asesinado por V inmediatamente después de que este mate a la doctora. Almond está casado y tanto su relación con su esposa como lo que le ocurre a ésta cuando enviuda es una de las tramas más interesantes de la historia original. De hecho, será ella quien mate al Líder, a diferencia de lo que ocurre en el film.

En el cómic tampoco aparece el final con las máscaras, uno de los puntos fuertes del film, ni la secuencia de acción en la que V acaba con un montón de guardias como si fuera inmortal, que queda bien pero le debió sentar a Alan Moore como un tiro. Otro tanto puede decirse de la relación entre Evey y V, de claros tintes románticos en la pantalla. En cambio, en el cómic todo es mucho más complejo, es una relación de amor, de amistad, de padre-hija, de maestro-pupilo... Y no puede ser romántica de manera abierta puesto que, a diferencia de en la película, se juega con la posibilidad de que V sea el padre de Evey.

El cómic tiene muchas de las mejores páginas que he leído nunca y fue uno de los primeros que me hicieron ver que los cómics son mucho más que superhéroes y que pueden superar a muchos libros. Sin embargo, carece de la perfección absoluta de ‘Watchmen’ debido a su escritura intermitente, ya que Moore lo inició en 1981 en una revista inglesa y lo finalizó en 1987 en Estados Unidos, por lo que muestra ciertas deficiencias que no merman en absoluto su excelente nivel. Una muestra, el diálogo en el que la doctora, antes de ser asesinada por V, le pregunta ‘¿Es inútil pedir perdón?’ y V responde ‘Nunca’.

Una última cosa. Como seguramente diría Alan Moore, ¿hasta qué punto el escenario que plantea 'V de vendetta' no es ya real en muchos aspectos?


lunes, 1 de noviembre de 2010

Proyecto Scream III: ¿El capítulo final?

Cerramos este especial de Halloween con la tercera parte de ‘Scream’. Y es que desde que se empezara a hablar de la primera secuela, su director, Wes Craven, dejó caer que pretendía rodar una trilogía. Sin embargo, aunque el cartel de ‘Scream 3’ anunciaba que era el acto final, en abril de 2011 (al menos en USA) tendremos la cuarta parte, una década después del estreno del film que nos ocupa.

Esta vez Craven se lo tomó con más calma y pasaron tres años hasta el rodaje del nuevo capítulo en el año 2000. Curiosamente, el creador de la saga, Kevin Williamson, no escribió el cierre de la trilogía, dejando su lugar a Ehren Kruger (autor de las versiones USA de 'The Ring' o de 'Arlington Road'), sin cuya labor no hubiera sido posible la que, en muchos aspectos, es mi parte favorita de la saga. Eso sí, a diferencia de ‘Scream 2’, ya resulta necesario haber visto las entregas anteriores para poder disfrutarla al máximo.

‘Scream 3’ respeta la estructura habitual de la serie, arrancando con un prólogo y cerrando con una media hora final en la que en una misma noche (esta vez en una mansión del Hollywood dorado) se suceden los asesinatos hasta el sorprendente desenlace, en el cual descubriremos por fin toda la verdad sobre el asesinato de la madre de la protagonista, Sidney.

El prólogo es de lo más decepcionante de esta entrega, puesto que es de lejos el más flojo de la trilogía. Como es habitual el asesino mata a una pareja, aunque por primera vez una de las víctimas es un personaje importante en la trama y no un desconocido. Un arranque que incluye incluso una carrera en coche entre el tráfico, pero carece de la intensidad de sus predecesores.

Una de las claves de esta tercera parte es el escenario, Hollywood, donde tiene lugar el rodaje de la, también, tercera entrega de ‘Stab’, la película basada en los hechos de ‘Scream’. La saga mantiene, pues, su gusto por el juego de espejos entre realidad y ficción, que resulta más evidente que nunca al compartir planos continuamente los protagonistas de la serie con los actores que les interpretan en ‘Stab 3’, todos ellos versiones exageradasque refuerzan la credibilidad de los auténticos.

La trama nos lleva a los platós que recrean los escenarios de Woodsboro, donde transcurría la primera entrega, resultando especialmente emocionante la escena en la que Sidney se pierde y acaba ante el inmenso decorado de la casa en la que ocurría la masacre final de ‘Scream’, donde también vemos por primera vez la habitación en la que fue asesinada su madre un año antes del arranque de la trilogía.

Una de las novedades es que Sidney tarda media película en presentarse en el lugar de los hechos. Más frágil que nunca, al inicio del film la encontramos, un año después de la segunda parte, viviendo aislada del mundo, con nombre falso y trabajando por teléfono en un servicio de ayuda a las mujeres. Su padre le dice que ‘es como si ya no existieras’ y ella responde que así no podrán matarla, aunque parece muerta a todos los efectos. Craven recurre por primera vez a lo sobrenatural, con la aparición del fantasma de la madre de Sidney en una especie de sueño aterrador que parece sacado de ‘El exorcista’.




Y llegamos a una de las claves de la película. La madre de Sidney vuelve a ser el centro de la trama. Tal como explica Randy, las trilogías tienen sus propias reglas y una de ellas es que se vuelve al principio, con un secreto del pasado que lo cambia y lo explica todo. Aquí es la juventud de Maureen Prescott, sus dos años ‘perdidos’ antes de casarse con el padre de Sidney, que parecen ocultar la clave sobre la identidad del nuevo asesino. Este, como también anuncia Randy, parece inmortal y su enfrentamiento final con Sidney será más brutal que nunca. Además, se introduce un nuevo elemento, y es que el asesino no sólo modifica su voz como en las anteriores entregas, sino que es capaz de imitar la de cualquier personaje. Un asesino que parece matar en el orden en el que mueren los protagonistas de ‘Stab 3’, si bien se comenta que hay tres guiones (el 3 es el número de esta entrega) y nadie sabe qué guión habrá leído.

Siguiendo el patrón de la serie, esta vez toca homenajear y reflexionar sobre las trilogías cinematográficas, además de la propia naturaleza de Hollywood, con unas cuantas frases lapidarias en boca del productor de ‘Stab 3’ como ‘en esta ciudad no hay lugar para la inocencia’ o ‘Hollywood está lleno de criminales que triunfan’. También tenemos homenajes a clásicos antiguos como ‘La dama de Sanghai’ o más actuales como ‘El silencio de los corderos’. Y por supuesto, no fallan Gale y ‘Dewey’, ya una trama autónoma dentro de la trilogía, retomando una relación sentimental que está rota cada vez que se reanuda la saga, y convertidos en la pareja de detectives que trata de desentrañar el misterio.

El reparto de ‘Scream 3’ resulta el más variopinto de la saga. Además de los rostros ya habituales, encontramos desde veteranos como Lance Henriksen, de la serie ‘Millenium’, a actrices con una trayectoria importante, como Parker Posey, musa del cine ‘indie’, o la Emily Mortimer de ‘Match point’. También tenemos a Patrick Dempsey, el ‘doctor macizo’ de ‘Anatomía de Grey’, que iniciaba aquí su resurrección artística; a Scott Foley, antes de 'The unit', y a la ex chica Playboy Jenny McCarthy, cuyo personaje afirma que en ‘Stab 3’ ‘sólo soy la segunda chica que muere’, por lo que no hace falta adivinar lo que le ocurre en ‘Scream 3’.

En cuanto a homenajes, además de la breve aparición del director Kevin Smith como Silent Bob, acompañado de su inseparable Jay, tenemos a Roger Corman, director de una larga lista de títulos de terror (sobre todo basados en obras de Poe y protagonizados por Vincent Price), y, ya que hablamos de trilogías, a Carrie Fisher, la princesa Leia de ‘Star Wars’, en una de las secuencias más divertidas de la película. Por cierto, que el ya citado Lance Henriksen, aparece en sagas como 'Terminator', 'Alien' o 'House', todas ellas citadas en 'Scream 2'.

Y hasta aquí llegamos. Cerramos con un tráiler de ‘Scream 4’ para que empecéis a ver cómo pinta el nuevo capítulo. (Y debajo un pequeño spoiler malicioso. Ojo, incluye la identidad del asesino, así que vosotros mismos). Feliz Halloween.




SPOILERS

‘Scream 3’ también tiene una lectura irónica en ese juego de espejos continuo, en el que se llega a decir que ‘el asesino está reescribiendo el guión de la película’. Más aún, al final el asesino resulta ser el director de ‘Stab 3’, quien afirma que ‘dirigió’ el asesinato de la madre de Sidney ‘como dirijo mis películas, ese es mi trabajo, dirigir’. De hecho, el director incluso mata al productor, algo con lo que parecen haber soñado muchos directores…