domingo, 21 de noviembre de 2010

Vamos a jugar a la casa del árbol

Vamos hoy con una de mis debilidades musicales, Marlango, más conocido como el grupo en el que canta la actriz Leonor Watling, esa chica que todo lo hace bien. En su último disco, ‘Life in the treehouse’, nos invitan a vivir con ellos en la casa del árbol, esa que todos construimos de pequeños con los amigos, ya sea en un auténtico árbol como Bart Simpson, o en cualquier rincón.

Ese es el propósito de este puñado de canciones, devolvernos a aquella época en la que fantaseábamos con los amigos viviendo nuestras pequeñas grandes aventuras, y tratar de recuperar aquel optimismo que nos poseía. Volver a un lugar donde todo es más sencillo y acogedor. Marlango crea la música perfecta para una casa del árbol, no sólo superando el bache de su anterior trabajo, sino firmando posiblemente sus piezas más inspiradas.

Fue en 2004 cuando Leonor Watling sorprendió a mucha gente al encabezar este proyecto de jazz-pop sofisticado, en el que la acompañaban Alejandro Pelayo y Óscar Ybarra. A la melancolía de aquel primer ‘Marlango’ (mi disco favorito de la banda) le siguió la mayor ambición de ‘Automatic imperfection’, donde la ahora cantante se mostraba mucho más segura que en su debut y se atrevía con composiciones más versátiles y arriesgadas.

Sin embargo, y pese al continuo crecimiento de Leonor Watling como cantante, su siguiente entrega, ‘The electrical morning’, es la que encontré más inaccesible, demasiado snob si se quiere. Aunque, eso sí, el disco contiene la mejor canción de su carrera, ‘Hold me tight’, con los coros de Jorge Drexler, pareja de la Watling. También es cierto que el disco mejoró en directo, donde (como he podido comprobar un par de veces) Marlango se crece y le saca el máximo partido a cada tema.

En ‘Life in the treehouse’ encontramos su disco más luminoso y alegre, en el que la voz de la cantante brilla como nunca, convirtiéndose en un arrullo que nos envuelve con sensaciones y pensamientos que nos hacen ver el vaso medio lleno. No es mi tema favorito precisamente ‘The long fall’, que sin embargo abre este viaje musical dejando bien claro hacia donde quiere llevarnos Marlango. Sí da en la diana plenamente, en cuanto a letra y música, ‘I don’t really want to know’, donde la voz de Leonor empieza a jugar en un ambiente de buenas vibraciones, antes de que ‘The answer’, con Rufus Wainwright, y sobre todo ‘Thank someone tonight’, sean las primeras palabras mayores del disco.

En esta última canción tenemos la primera colaboración en el disco de Jorge Drexler, que reaparece en un par de temas más, como ‘Play boy play’, en el que el grupo muestra su lado más juguetón, al igual que en ‘You won’t have me’. También hay momentos más melancólicos, como en ‘Let the sky fall’ y ‘I carry you’, himnos vitalistas llenos de esperanza, y con ‘Too many ways’ vuelven los ritmos más pegadizos. Así hasta lo que ya se ha convertido casi en una tradición, cerrar el disco con una nana, en esta ocasión más dulce que nunca tras la maternidad de Leonor.


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