lunes, 6 de julio de 2020

El estreno: Un nuevo rostro para Ned Kelly


Da la impresión de que la cartelera va desperezándose tras el letargo obligado por el coronavirus. Esta semana el número de estrenos baja a la mitad, aunque el nivel parece subir... ligeramente.

De eso se ocupa principalmente Francia, que vuelve a la carga con un par de propuestas. Así, tenemos Habitación 212, con Chiara Mastroianni, Carole Bouquet o Vincent Lacoste, en la que una mujer revive sus amores tras dejar a su marido e instalarse en la habitación del hotel donde se conocieron, y desde donde se ve el piso que ha abandonado. La otra novedad gala es Todo pasa en Tel Aviv, coproducción en tono de comedia de enredos sobre el rodaje de una telenovela israelí que puede ser la sorpresa de la semana.

Hollywood sigue a la espera, así que de los USA solo nos llega Unplanned, basada en la historia real de una activista proaborto que luego cambió por completo de postura. Y a falta de estrenos españoles, la única cinta en habla hispana es la argentina Los miembros de la familia, sobre dos hermanos adolescentes que viajan a un pueblo costero para cumplir la última voluntad de su madre, que acaba de suicidarse.

Entrando en territorio bizarro, Zapatos Rojos y los siete trolls es la película de animación de la semana, que se anuncia como 'De los creadores de Frozen y Big Hero', aunque procede de Corea del Sur. El toque Disney se nota en las voces de Chlöe Grace Moretz y Gina Gershon.

También resulta curiosa Anna Karenina La venganza es el perdón, rimbombante título para una cinta rusa que se plantea como secuela de la célebre novela.

Al final parece salvar la semana La verdadera historia de la banda de Kelly, coproducción entre Reino Unido, Francia y Australia que vuelve a llevar al cine la historia del forajido australiano Ned Kelly, a quien ya interpretara hace unos años Heath Ledger. Esta vez Kelly se encarna en George MacKay, el protagonista de 1917, bien acompañado por Russell Crowe, Charlie Hunnam o Nicholas Hoult, y todos ellos a las órdenes del australiano Justin Kurzel, que trata de resarcirse del batacazo de Assassin's Creed. Esperemos que esté más inspirado.

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