lunes, 9 de junio de 2025

El estreno: Hugo Silva busca su suerte


De blockbuster en blockbuster. Apenas pasada la resaca de tito Tom, tenemos de vuelta el universo de John Wick con Ballerina, donde Keanu Reeves tiene un papel secundario, otorgando todo el protagonismo a Ana de Armas en su definitiva explosión como heroína de acción. Y por supuesto no faltan los habituales de la saga, como Ian McShane o el ya fallecido Lance Reddick, junto a nuevas incorporaciones de altísimo nivel, como Anjelica Huston, Gabriel Byrne o Norman Reedus. Así que solo hace falta cruzar los dedos para que Len Wiseman no la cague.

Obviamente Ballerina podría haber sido el estreno de la semana, como la otra cinta made in USA de la semana, The ritual, aunque solo sea porque tenemos a Al Pacino haciendo exorcismos.

La gira internacional, muy breve, nos lleva primero a Francia con la cinta de terror Mads, que puede ser una buena rayada dado que su protagonista toma una droga y empieza a confundir realidad y alucinaciones, y después a Canadá con La casal al final de la curva, con otro tipo de terror, el de un padre de familia que tras presenciar un brutal accidente de tráfico en la curva cerrada junto a su vivienda, se obsesiona con proteger a las víctimas de accidentes.

Pero es el cine español el que domina con tres novedades, entre las que resulta bien difícil elegir. Para empezar, Cuatro paredes, con Sofía Otero, la niña de 20.000 especies de abejas, aquí junto a nada menos que Manuela Vellés, Roberto Álamo, Elena Irureta o Ramón Barea para contar la historia de una madre y su hija que se quedan prácticamente en la calle tras morir el padre en un accidente, y la madre acaba encontrando una válvula de escape en el teatro.

Seguimos con Sirat, que lo tenía todo para triunfar, no en vano es lo último de Oliver Laxe, que siempre rasca algo en Cannes, esta vez con Sergi López como un hombre que, acompañado por su hijo, busca a su hija en Marruecos, donde desapareció en una fiesta.

Pero me quedo con La buena suerte, lo nuevo de Gracia Querejeta con un argumento que recuerda al de la última película de Mario Casas. Aquí es el personaje interpretado por Hugo Silva, un afamado arquitecto, el que se baja en la estación de un pueblo perdido e inicia una nueva vida. De hecho, este es el tercer film en unas pocas semanas con este punto de partida, que también era el mismo de Una quinta portuguesa, con Manolo Solo. En este caso se trata de la adaptación de una novela de Rosa Montero, y a Silva le acompañan Megan Muntaner, Eva Ugarte o el incombustible -por fortuna- Miguel Rellán, así que la cosa promete.


 

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