jueves, 27 de abril de 2017

El estreno: Keanu Reeves es John Wick (again)


Semana cinematográfica la que estamos a punto de concluir que podemos denominar como de transición, sin nada realmente interesante que llevarnos a la retina.

Abrimos el repertorio con las dos novedades españolas: Amar, debut en el largo de Esteban Crespo, ganador del Goya al mejor corto, y Garantía personal, suerte de thriller en la línea rural de Tarde para la ira con los televisivos Belén López y Roberto Enríquez.

Seguimos gira europea por Francia con A fondo, comedia que recuerda en su punto de partida a Speed, y pasamos a las coproducciones. Galos y alemanes facturan La alta sociedad, otra comedia, esta vez de época y con Juliette Binoche, que acaparó 9 nominaciones en los César, y Stefan Zweig: Adiós a Europa, con la unión de Francia, Austria y Alemania para contarnos el exilio de este intelectual judío que huía de la Alemania nazi.

Desde Eslovaquia nos llega el drama La profesora, y Corea del Sur se une a los USA, o viceversa, para traernos Los superhéroes, la cinta de animación de la semana.

Así que me quedo con una película que en cualquier otra ocasión hubiera pasado desapercibida, la secuela de John Wick, cuyo título original -Capítulo 2- prefiero al que le han puesto aquí: Pacto de sangre. El protagonista de Speed, a la que aludíamos hace un momento, repite con el único personaje que le ha proporcionado cierto éxito tras el boom de Matrix, y por cierto, reencontrándose aquí con Lawrence Fishburne. Repiten algunos de los secundarios de la primera entrega, como Ian McShane, y tenemos nuevas incorporaciones como John Leguizamo, Peter Stormare o ¡Franco Nero! Claro que la presencia de este último no es tan rara si tenemos en cuenta que la acción se traslada a Roma.

Recordemos que el primer capítulo de lo que se supone será una trilogía -demasiada ambición para tan poco contenido- ni siquiera llegó a estrenarse en cines en España, así que parece que la jugada empieza a salirle bien al bueno de Keanu. La propuesta: cine de acción hiperbólico escaso de guión, con vocación de crear un pequeño universo reconocible. En fin, John Wick abandona su retiro como asesino profesional... por segunda vez.

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