No es el caso de la secuela de Veneno, donde Tom Hardy repite como el antihéroe enemigo de Spiderman, aquí enfrentado a Matanza, jugada obvia ya que hablamos del otro simbionte por excelencia del universo Marvel, a quien da vida Woody Harrelson. Y es que Sony parece que va aprendiendo de la Casa de las Ideas.
Tampoco está entre lo más selecto de la semana Tokyo Shaking, cinta gala en la que una joven francesa se traslada a Japón a trabajar... justo después del terremoto que causó el desastre de Fukushima. Así que en unos años me veo venir un film sobre un abogado italiano que empieza a trabajar en La Palma justo tras la erupción de un volcán...
Sí entra en el trío de cabeza otra producción francesa, en este caso en coproducción con Suecia y Países Bajos. Hablamos de Pleasure, una de las películas que más destacaron en la última edición de Cannes, donde la sueca Ninja Thyberg (un aplauso para los padres de esta chica, aunque vaya usted a saber qué significa ninja en sueco...) retrata de manera más que crítica la industria del porno a partir de la historia de una joven que viaja a Hollywood para convertirse en la nueva estrella del cine para adultos y se da de bruces con la realidad.
Otra candidata a estreno de la semana es Un segundo, lo último del chino Zhang Yimou, que tras un periodo en el que fue encadenando cintas épicas con mayor o menor fortuna (Las flores de la guerra o La gran muralla entre ellas), parece volver al cine intimista que le hizo triunfar en sus inicios. Aquí viajamos a los tiempos de la Revolución Cultural, donde un hombre escapa de un campo de trabajo para robar el carrete de una película en la que aparece su hija y su caminos se cruza con una vagabunda que roba el carrete.
Pero la palma se la lleva el cine español por cuarto fin de semana consecutivo, y es que la industria nacional está echando toda la carne en el asador. Esta vez le toca a El buen patrón, de Fernando León de Aranoa, un cuarto de siglo ya después de su debut con Familia, y trabajando de nuevo con Javier Bardem en un film que remite a su primera y mítica colaboración, aquellos Los lunes al sol de la que han pasado dos décadas. Aquí el foco está puesto más bien en el patrón que en los trabajadores, y con cierto tono de comedia. Hablamos de la película que España envía a los Oscar, así que no puede haber más alicientes.
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