Y eso que el aspirante a taquillazo no es otro que Sin tiempo para morir, quinta y última entrega de Daniel Craig como James Bond, cuyo estreno se ha retrasado más de un año por la pandemia. El director de la primera temporada de True Detective, Cary Joji Fukunaga, sustituye a los mandos al director de las dos últimas pelis de la franquicia, Sam Mendes, y a Danny Boyle, quien iba a dirigir la cinta hasta que su diferencia de criterios con el propio Craig le llevó a salir del proyecto. Lea Seydoux repite como chica Bond y también tenemos por ahí al último villano, Christoph Waltz (en una maniobra similar a la última Misión Imposible), puesto que el argumento sigue al del último capítulo de la saga, insistiendo en contar una única historia en toda la etapa Craig (aunque Skyfall sería caso aparte...). En fin, dos horas y media para cerrar etapa, habrá que ver si a lo grande. Y por fin con Ana de Armas como chica Bond.
Pero esta semana tenemos más, como Benedetta, con Paul Verhoeven dirigiendo esta coproducción de temática religiosa entre Francia y los Países Bajos, donde volvemos a encontrar a una incombustible Charlotte Rampling recién salida de la nueva Dune.
La curiosidad es la rumana Malmkrog, más de tres horas de discusión política y filosófica alrededor de la mesa...
Pero nos quedamos con la española Mediterráneo, que prosigue con el goteo de aspirantes a premios, aquí a pocos días de saber si el film de Marcel Barrena es la película que España envía a los Oscar. El cineasta repite aquí con Dani Rovira tras 100 metros, y de nuevo no estamos ante una comedia, sino ante la historia del Open Arms y su lucha por rescatar migrantes en el Mediterráneo. Cine comprometido que recluta para la causa nada menos que a Eduard Fernández, Anna Castillo y Sergi López, en una nueva película cuya visión se antoja tan imprescindible como la de Maixabel.
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