Y es que desde los USA solo nos llegan las cintas de terror Tiburón negro y Reposo absoluto, esta última con casa encantada y embarazada.
El periplo internacional es más internacional que nunca. No falta Francia, con El origen del mal, thriller -diría que con toques de comedia- en torno a una extraña familia, ni Italia, con la interesante propuesta de El primer día de mi vida, donde un enigmático personaje encarnado por Toni Servillo tiene una semana para que cuatro personas que han tocado a fondo recuperen las ganas de vivir, mediante su propio Qué bello es vivir, es decir, mostrándoles cómo sería el mundo sin ellos.
Tenemos la belga Vesper, con adolescente en un mundo posapocalíptico, la cinta japonesa de animación The first slam dunk sobre baloncesto, la alemana El zorro en la que seguimos a un soldado durante la Segunda Guerra Mundial siempre acompañado por... un zorro, y la cubana El mundo de Nelsito, que apunta a la cinta más inclasificable de la semana con las ensoñaciones de un joven autista que acaba de sufrir un accidente.
Ya en España tenemos, por supuesto, Vacaciones de verano, y es que el blockbuster estival estaba en casa, la nueva comedia familiar de Santiago Segura, a medias con Leo Harlem. Tenemos también la coproducción con Bulgaria Liuben, cercana en temática al estreno de la semana pero con elementos aún más particulares: la historia de un joven que regresa a España desde Bulgaria y se enamora de un gitano que espera un bebé de su novia.
Y mientras se van apagando los ecos del Orgullo, la palma se la lleva Te estoy amando locamente, que toma el mítico tema de Las Grecas para trasladarnos a finales de los 70 y contar la historia de una madre --papelón para Ana Wagener-- en plenos inicios del movimiento LGTBI andaluz, cuando la homosexualidad aún era delito. Y es que ella está orgullosa de que su hijo vaya a ser el primer universitario de la familia, pero él en realidad quiere ser artista.
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