Llegó la gran bomba de las navidades, nueva trilogía ahora que nos hemos quedado sin El Hobbit. Pero también tenemos más. ¿Quién se ha atrevido a compartir fin de semana de estreno con la película más esperada de la última década?
Pues para empezar, dos films británicos que perfectamente podían haber sido el estreno de la semana. Sufragistas, con un reparto estelar que encabezan Carey Mulligan, Helena Bonham Carter y la inagotable Meryl Streep, narra la lucha de las mujeres por poder votar a principios del siglo pasado, mientras que en 45 años es Charlotte Rampling quien da una lección interpretativa, y se lleva de paso el último premio europeo a la mejor actriz.
De los USA, además del estreno de la semana, nos llega Invisibles, con Richard Gere tratando de concienciar sobre el drama de los sinhogar, y también Hiena, la última gran triunfadora del festival de cine fantástico de Sitges. Mientras, en Zonda Carlos Saura sigue indagando sobre ritmos y bailes, ahora argentinos.
Pero por supuesto el estreno no podía ser otro que el séptimo capítulo de Star Wars, El despertar de la fuerza. Disney le compró el juguete a Lucas y quiere rentabilizarlo, empezando por la tercera y última trilogía de la saga. Si en la primera Lucas nos contó la historia de la primera generación, de los padres de los protagonistas de la trilogía central (y original), ahora les toca el turno a los vástagos de estos. Así que preparaos para ver envejecer a Han Solo y Leia (en la decisión más arriesgada de J. J. Abrams, que cambia los mandos de Star Trek por los de la saga de Lucas y afronta su definitiva (o no) consagración como el nuevo Rey Midas tras revitalizar Missión Impossible y Star Trek) y para ver crecer a sus retoños.
La pregunta evidente es: ¿quién -y sobre todo a quién- le dirán ahora aquello de 'Yo soy tu padre'?
Porque lo van a decir, de eso no tengo dudas (y también tengo bastante claro quién lo dirá a quién, sería una gran sorpresa si no fuera así).
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