Semana curiosa, en la que casi todo son aspirantes a pegar fuerte en la taquilla, y con un claro dominio made in USA. Apenas se escapan de este círculo el drama romántico francés Mi amor, protagonizado por Vincent Cassel y Emmanuelle Bercot, premio a la mejor actriz en Cannes, y Redención, tercera entrega de la serie policíaca europea Los casos del Departamento Q.
Ya en Hollywood, el gran blockbuster de la semana es El libro de la selva, nueva versión de la inmortal obra de Kipling, en este caso tomando como punto de partida la adaptación animada que en su día hizo Disney, y que continúa empeñada en llevar a imagen real todos sus grandes éxitos... aunque espero que no se atrevan con Blancanieves o Dumbo. Aquí, solo en versión original, tendremos a actores de la talla de Bill Murray, Christopher Walken, Ben Kingsley, Idris Elba o Scarlett Johansson dando voz a los animales con los que habla Mowgli. Y, por supuesto, Murray es Baloo.
El otro bombazo, más dirigido al público adulto, podría ser El secreto de una obsesión, remake USA de El secreto de sus ojos, o más bien libre adaptación, dado que Julia Roberts es a la vez la mejor amiga del protagonista, aquí encarnado por Chiwetel Ejiofor, y ... pero eso sería un ligero spoiler. Nicole Kidman completa el reparto de campanillas, supongo que en el papel de Soledad Villamil, pero aquí toda la atención se centra en la Roberts. Me temo que como el original, nada.
Nos llegan también El héroe de Berlín, desmitificador biopic sobre el atleta Jesse Owens, y Víctor Frankenstein, con James McAvoy como el célebre doctor en una nueva versión de la historia que toma el punto de vista de Igor... encarnado por Daniel Radcliffe. ¿Por qué se empeñarán en seguir adaptando esta historia después de El jovencito Frankenstein?
Pero el estreno de la semana es, sin duda, y uno de los del año, otro biopic, el del famoso actor mexicano Mario Moreno Cantinflas. Por fin se estrena en nuestro país -ha tardado bastante más de lo habitual- este film mexicano, protagonizado por nuestro Óscar Jaenada, cuya elección para el papel le ganó primero una fuerte campaña en contra en México al no ser un actor local, y después la admiración de todos. Tras Camarón, nueva lección magistral del catalán, que de nuevo se metamorfosea como nadie. Lástima que entre el público joven español, Cantinflas sea a estas alturas, me temo, un absoluto desconocido.
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