El cine español empieza a encadenar estrenos, y ninguno de ellos es una comedia. Ya lo avisé, este otoño se lleva el negro.
Pero lo que se lleva en los USA sigue siendo el cine de género, con Mel Gibson retomando su papel de héroe de acción, en este caso más bien antihéroe en la cinta de serie b Blood Father, y con lo nuevo de los creadores de la saga Resacón, Juego de Armas, en la que resulta muy oportuno que junto a Jonah Hill o Bradley Cooper encontremos a Ana de Armas, que sigue avanzando con paso firme en su aventura hollywoodiense.
Nada que ver con las curiosidades que nos llegan del resto del mundo, empezando por la nueva versión francesa de la inmortal El Principito, eso sí, con las voces originales de James Franco o Rachel McAdams, siguiendo por la Concha de Oro en San Sebastián, la islandesa Gorriones, y acabando con la india Masaan, sobre el amor y el sistema de castas.
Abrimos cartelera hispana con la argentina El espejo de los otros, con la gran Norma Aleandro, y seguimos con la que bien podría haber sido la película de la semana Tarde para la ira. Nueva entrega de cine negro que supone el debut como director del actor Raúl Arévalo, y que ha tenido bastante buena acogida entre la crítica. Antonio de la Torre y un cada vez más acertado Luis Callejo asumen el protagonismo en un thriller dramático sin concesiones.
Pero me quedo con la gran oculta de las últimas semanas. Curioso el bombardeo mediático de Tarde para la ira y de otros films españoles en camino, mientras pasa de puntillas la cinta que lo tiene todo para ser la gran película española del año. Koldo Serra por fin estrena Gernika, una década después de debutar con su anterior film, Bosque de sombras, con una historia romántica a cargo de María Valverde y James d'Arcy como excusa para mostrar el histórico bombardeo que la propaganda franquista trató de ocultar.
Una vez más los corresponsales extranjeros son el punto de vista elegido, en una apuesta muy similar a otra cinta de próximo estreno, La promesa, en este caso con la acción en Turquía, y mucha mejor pinta a tenor de los tráilers. Claro que, el hecho de que Gernika no pinte demasiado bien, no justifica el vacío que se le está haciendo... y que más bien parece responder a motivos políticos. En fin, parece que a muchos sigue molestándoles que se sepa la verdad de ciertos hechos.
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