A la espera de que el verano traiga nuevos aires a la cartelera, esta agoniza entre la mediocridad a medida que cada vez queda más lejos la temporada de premios.
Aunque no será por cantidad. España, por ejemplo, presenta hasta tres novedades sin contamos el documental Niñato, al que se suman Noctem, cinta independiente de terror que parece recordar a REC, y Media hora y un epílogo, puro cine experimental.
De la vecina Portugal nos llega una de las propuestas más interesantes de la semana, La fábrica de nada, desde luego el mejor título de los que nos llegaron el último viernes, y prueba de que todo llega, ya que ganó el premio Fipresci en la pasada edición de Cannes, cuando la de este año está a punto de dar sus premios. Cine social sobre trabajadores en rebelión.
Francia sigue siendo un valor seguro. Esta semana nos trae un documental de altura sobre María Callas, Mi familia del norte, con la que Danny Boon, de nuevo aquí delante y detrás de las cámaras, parece querer repetir el formidable éxito de Bienvenidos al norte, y por último, La mujer que sabía leer, otras de las cintas con más posibilidades de la semana, con una joven que vive en un pueblo donde tras la represión de Napoléon III se quedan sin hombres... y las mujeres acuerdan compartir al primero que llegue.
Nada que ver con los USA, de donde nos llegan unos cuantos saldos: Sherlock Gnomes, la animada secuela de Gnomeo y Julieta, ahora con la versión en gnomo del más famoso detective; Operación: Huracán, acción y catástrofes, todo en uno; y Verdad o reto, versión terrorífica del famoso juego a cargo de los productores de Déjame salir.
Se salva de la quema The wall, estreno de Amazon en pantalla grande y lo último de Doug Liman, que tras cintas tan energéticas como El caso Bourne o Al filo del mañana, ahora se pone minimalista con dos soldados norteamericanos a merced de un francotirador en Irak. Démosle el beneficio de la duda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario