Semana más que apreciable de estrenos la que nos ha traído el puente de la Constitución, donde los USA y Europa se reparten el pastel a partes iguales.
Empezamos por Hollywood, que nos trae el enésimo intento de resucitar Los ángeles de Charlie, ahora con Kristen Stewart como rostro más reconocible y la actriz Elizabeth Banks en la dirección. No parece que hayan dado en el clavo, mientras le ha ido bastante mejor a Midway, lo nuevo de Roland Emmerich, que nos trae una de las batallas aéreas y navales más importantes de la Segunda Guerra Mundial entre los USA y Japón con su habitual estilo espectacular y un elenco de estrellas donde caben Woody Harrelson, Patrick Wilson, Luke Evans o Aaron Eckhart, entre otros.
En coproducción con Reino Unido nos llega La gran mentira, a mayor gloria de los veteranos y siempre magistrales Helen Mirren e Ian McKellen, y a las órdenes de Bill Condon, un señor que siempre ha dado lo mejor cuando ha dirigido a este último, véase Dioses y monstruos o Mr Holmes.
Por último, la pieza más apetecible que nos llega desde el otro lado del charco, Los dos papas, con la que Netflix cierra su catálogo de estrenos en pantalla grande con los que acaba de arrasar en las nominaciones a los Globos de Oro: tres de las cinco nominadas a mejor película de drama son suyas (incluida la que nos ocupa), y también las dos cintas que acaparan más candidaturas. Aquí, el título no engaña: Fernando Meirelles, el director de la inolvidable Ciudad de Dios, nos ofrece un diálogo entre el Papa Benedicto y su actual sucesor, Francisco, encarnados por nada menos que Anthony Hopkins y Jonathan Pryce, respectivamente.
Arrancamos el repaso al cine europeo con el producto nacional, donde encontramos la película gallega Longa noite, que nos traslada a la posguerra franquista en aquellas tierras, y sobre todo Legado en los huesos, segunda entrega de la trilogía literaria -y ahora cinéfila- de Dolores Redondo ambientada en el Baztán (y que por cierto me estoy leyendo ahora mismo). Repite Marta Etura como la inspectora Amaia Salazar, y junto a buena parte del elenco de la primera entrega tenemos como nuevas incorporaciones a Imanol Arias y Leonardo Sbaraglia.
De Francia nos llega otro de los múltiples aspirantes a estreno de la semana, El joven Ahmed, lo nuevo de los hermanos Dardenne, centrada en la progresiva radicalización de un adolescente musulmán.
Pero es Italia la que nos trae al ganador, El traidor, la cinta perfecta para quien se haya quedado con ganas de más después de El irlandés. De más máfia, claro. Porque en este film, de dos horas y media, tenemos la historia real del mayor delator de la cosa nostra, Tommasso Buscetta, quien en los años 80 se alió con el juez Giovanni Falcone para asestar el mayor golpe a la mafia siciliana, provocando incluso el encarcelamiento del padrino Salvatore Riina. Como en El irlandés, la vida vuelve a ofrecer el mejor guión.
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