viernes, 14 de febrero de 2020

El estreno: Belén Cuesta, de vuelta a la comedia


¿Queda vida después de la temporada de premios? Bueno, algo hay, y vamos de 3 en 3.

El primer trío es el que nos llega de los USA, y es el más flojo. Baste decir que lo más prometedor es Sonic, evidentemente la llegada (se ha hecho esperar lo suyo) del erizo azul de los videojuegos, acompañado por James Marsden y un Jim Carrey que se perfila como lo mejor del film, recuperando su versión más histriónica, aquella que en películas como La máscara nos hacía pensar que él también era un videojuego. Las otras propuestas son la cinta de terror Fantasy Island, al parecer adaptación de una ¿famosa? serie de hace muuuchos años, y Crimen a contrarreloj, cuyo argumento recuerda mucho a la Deja vu que protagonizara hace también muuuuchos años Denzel Washington, con un policía que trata de evitar un crimen cometido... en el pasado.

Nos vamos a Francia, donde, qué raro, tenemos las propuestas más interesantes. Y la más oportuna, en pleno San Valentín, Casanova, su último amor, donde Vincent Lindon encarna  a las órdenes de Benoit Jacquot al famoso mujeriego, ya en sus últimos años y exiliado en Londres, donde se enamora de una joven prostituta que no para de darle calabazas. La coproducción You go to my head nos presenta una historia clásica de intriga, y romanticismo, que para eso es San Valentín: un joven encuentra a una mujer amnésica y se hace pasar por su marido. Y la más rara, otra coproducción, Sinónimos, del director israelí Nadav Lapid sobre un joven israelí que al llegar a París queda desnudo y renace, renegando de ser hebreo.

Pero en rareza le gana El huevo del dinosaurio, film chino que puede ser la bizarrada de la semana o el próximo Oscar a la mejor película, con un policía inexperto que es enviado a resolver un asesinato en las estepas mongolas. La otra propuesta que nos llega de Oriente es El amor está en el agua, cinta de animación japonesa en su vertiente más romántica -es lo que toca- con surfista, bombero y tragedia de por medio para llegar al toque sobrenatural.

Y aquí no hay dos sin tres porque el estreno de la semana es la única novedad española, Hasta que la boda nos separe, nueva aspirante a comedia megataquillera, donde Belén Cuesta, justo después de recibir el Goya por pasarse al drama, vuelve a la comedia a base de bien, y basta con ver el tráiler. Remake, por cierto, de la francesa La wedding planner, así que ya parece que copiamos a los galos. Por lo menos ya hemos mejorado el título...

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