lunes, 10 de febrero de 2020

El estreno: Tras los Oscar llega Malick


Se entregaron los Oscar y la cartelera se queda casi sin novedades, aunque aún faltaban algunos grandes nombres por llegar.

Tiempo al tiempo, el único estreno español es Arima, cine sin estrellas y de bajo presupuesto, con la llegada de dos hombres -perseguidor y fugitivo- a un pueblo, donde alterarán la vida de tres mujeres y una niña.

El cine galo se queda en dos novedades, la curiosa Solo nos queda bailar, donde hablamos de danzas de Georgia, y Una misión de locos, nuevo vehículo de lucimiento para el cómico Dany Boon, aquí como el paciente de un psiquiátrico que dice ser un agente secreto y al que acaba por unirse su psiquiatra para que le ayude a encontrar a su novia desaparecida. Ya estoy esperando que Tom Cruise protagonice un remake.

Y a los USA que nos vamos. De menos a más, Aves de presa (y la fantabulosa emancipación de Harley Quinn) es la segunda cinta en la que Margot Robbie asume el papel de la novia del Joker tras Escuadrón Suicida. Parece que los personajes femeninos de DC son los que más éxito están teniendo en la gran pantalla -véase la próxima secuela de Wonder Woman-, aunque poco parece que vaya a tener que ver este film con el cómic titulado Aves de presa, más allá de la presencia del personaje de Canario Negro. Eso sí, tenemos a Rosie Pérez y a Mary Elizabeth Winstead, con la que coincide de nuevo Ewan McGregor después de la tercera temporada de Fargo (que acabo de empezar).

De Robbie a Robbie, El escándalo es el segundo film de esta semana con la actriz norteamericana, y que le ha valido la nominación al Oscar como secundaria. Aquí la acompañan nada menos que Charlize Theron, nominada al Oscar como actriz principal, y Nicole Kidman. La historia es la que nos contó recientemente la serie de tv The loudest voice (La voz más alta), donde Russell Crowe interpretaba a Roger Ailes, el fundador de la cadena Fox News que tuvo un historial de abusos sexuales que ríete de Harvey Weinstein hasta que varias presentadoras lo denunciaron. Aquí Ailes es John Lithgow y al final la película solo se ha llevado el Oscar a maquillaje y peluquería, bastante ridículo dado lo mal que quedan todas las actrices con los postizos que les han colocado (y hasta Crowe daba más el pego que Lithgow).

Acabamos con el estreno de la semana, también made in USA, con uno de los grandes directores del otro lado del charco, aunque en los últimos tiempos parece que ya nadie le hace caso. Hablamos de Terrence Malick, que tras alguna obra menor parece volver por sus fueros con Vida oculta, un film de tres horas en el que aborda con su habitual estética preciosista y ritmo pausado la historia del primer objetor de conciencia en Austria, que se negó a alabar las bondades del régimen nazi alemán y pagó un alto precio. Muy indicada para quienes se han quedado con ganas de más después de Mientras dure la guerra y La trinchera infinita. Podemos estar ante una de las grandes cintas del año, aunque parece que Hollywood solo tiene ojos para Parásitos (y desde luego no para cualquier cosa que venga de Netflix...).
  

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