El estreno: Javier Cámara es un hombre bueno

Volvemos a las andadas, tan solo dos nuevas películas y un documental, el más que interesante, y de elocuente título Cómo robar a un país, que nos muestra la corrupción más reciente en Sudáfrica.

Tampoco lleva a engaño el título de Tiburón blanco, cinta australiana que sigue tratando de aprovechar el tirón de la mítica película de Spielberg con otro escualo con malas pulgas.

Y acabamos ya con el estreno de la semana, El olvido que seremos, poético título en este caso que nos anuncia una de las películas más prometedoras de los últimos tiempos. Galardonada con el Goya a Mejor Película Hispanoamericana, estamos ante lo último de Fernando Trueba, que en este caso se fue a Colombia -que envió el film a los Oscars, sin éxito- para contar la historia de Héctor Abad Gómez, adaptando la novela del hijo de este, uno de los libros más vendidos en Hispanoamérica, con guión de David Trueba y combinando color y blanco y negro según el periodo temporal. A Javier Cámara le toca reencarnarse en este médico y activista por los derechos humanos, que tras la muerte de su hija se volcó en hacer frente a la corrupción y el narcotráfico en la Medellín de los 70. 

SPOILER

Hablamos de una historia real, así que volviendo al título, se trata de un verso atribuido a Borges que hallaron en el bolsillo de Héctor Abad el día de su asesinato a tiros en plena calle por un comando paramilitar de extrema derecha.