Como muestra, apenas cuatro novedades este último fin de semana para competir con algo muy grande. Dos de ellas son de casa, ambas comedias. En El club del paro Adrià Collado, Carlos Areces y Fernando Tejero forman parte de un grupo de amigos que se pasan la vida en el bar, arreglando el mundo entre caña y caña. Todos están en paro... menos uno. Y Sevillanas de Brooklyn es una de esas comedias de choque cultural tan al gusto francés, aquí con Manolo Solo, Canco Rodríguez y Carolina Yuste.
Del país galo precisamente nos llega Calamity, cinta de animación con la historia de la vaquera Calamity Jane que promete bastante, mientras Italia estrena Lazos, con una pareja que se mantiene unida 30 años pese a todos sus problemas.
Pero, evidentemente, el estreno de la semana no es otro que Dune, segunda versión para la pantalla grande de la magna obra de Frank Herbert a cargo de Denis Villeneuve, casi 40 años después de la de David Lynch. Ojo, porque para los que se han puesto a denostar esta última, vaya por delante que, al margen de cuatro décadas de mejora de efectos especiales, otro factor que le ha puesto las cosas fáciles al canadiense es que David Lynch tuvo dos horas y cuarto para contar la historia y Villeneuve emplea dos horas y media en adaptar solo una parte del libro, ya que su idea es completarlo en una segunda entrega... si la taquilla lo permite. El reparto, de impresión, rodea a Timothee Chalamet (todavía demasiado mayor para un personaje que arranca la novela con 15 años) de nada menos que Josh Brolin, Oscar Isaac, Jason Momoa, Javier Bardem, Zendaya, Stellan Skarsgard, Dave Bautista, Charlotte Rampling y Rebecca Ferguson, esta última el mayor acierto de casting del film. Y es que su personaje se las trae. Por lo que respecta al material original, leí el libro el verano pasado y es puro Juego de tronos, con todo un universo propio creado a conciencia. Veremos cómo resulta esta primera entrega.
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