Pues no, el estreno de esta semana no es el que cabía esperar, y que ha ahuyentado casi toda competencia. Quizás 13 años son demasiados para una secuela, y aunque dada la querencia de James Cameron por el medio acuático (Abyss, Titanic...) era de esperar una versión pasada por agua de Avatar, que una década atrás era inviable técnicamente, que el cineasta ya tenga a punto Avatar 3, 4 y 5... se antoja ciertamente cansino, lo mismo que las 3 horas de esta segunda entrega, que eso sí, seguro que da lo que uno espera de ella: acción y espectacularidad visual, aunque dudo que sirva para generar una nueva explosión del 3D.
Por lo demás, la curiosidad de la semana es Eo, film polaco ganador del premio del jurado en el último Cannes, que nos muestra la vida a través de los ojos de un asno... mientras en la británica Aftersun una joven recuerda veinte años después su último verano de adolescente con su padre.
Sin embargo, el estreno de la semana no puede ser otro que El techo amarillo. Isabel Coixet, que siempre tiene algo interesante que decir, regresa al documental y esta vez lo que dice es más necesario que nunca. La cinta denuncia los abusos sexuales que habrían cometido dos profesores del Aula de Teatro de Lleida entre 2001 y 2008 y que las víctimas, entonces adolescentes, no denunciaron hasta 2018. Para entonces los delitos habían prescrito, pese a que la Fiscalía los consideró "relevantes penalmente" y en la actualidad a uno de los profesores se le ha perdido la pista en Brasil, donde seguía dando clase a menores... tras haber sido despedido de la institución con una indemnización de 60.000 euros.
El documental, que aborda el proceso interior de las víctimas y el por qué tardan tanto en denunciar, no solo está nominado al Goya al mejor largometraje documental, sino que ha sido aportado como prueba una vez que el caso de abusos ha sido reabierto con nuevas denuncias por delitos que no han prescrito, por lo que la propia Coixet lo considera su trabajo más útil.
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