domingo, 27 de febrero de 2011

Perdidos entre expedientes X

El de hoy es algo así como mi primer post dedicado. ‘Fringe’ es una serie de la que había oído hablar pero no estaba entre mis prioridades. Pero una amiga me pidió mi opinión sobre ella y al poco tiempo empezaron a echarla en TV3, así que decidí darle una oportunidad. Resultado: ahora es la serie que sigo con más interés.

El titular que he elegido define ‘Fringe’ a la perfección. La serie es una de las creaciones con el sello J. J. Abrams en pleno éxito de su producción más conocida, ‘Perdidos’, y eso se nota. Se nota en una trama central que se va desarrollando poco a poco, y en la que al igual que en la famosa isla el espectador no tiene ni idea de lo que está pasando de verdad y trata de unir las pistas para formarse su propia teoría. En ‘Perdidos’ yo pensaba que los guionistas tenían un plan, aunque al final… En ‘Flashforward’ pensaba que no tenían ni idea…y así fue. En ‘Fringe’… no sé qué pensar.

Pero a diferencia de ‘Perdidos’, lo nuevo de Abrams funciona más como una serie tradicional de casos independientes cuyo referente obvio es ‘Expediente X’, de hecho es lo más parecido que he visto hasta ahora a la serie de Mulder y Scully, incluyendo su particular sentido del humor. En ‘Fringe’ se suceden casos a cual más raro, pero muy muy raro, ya sean autónomos o relacionados con la trama principal, como ya ocurría en ‘Expediente X’. La diferencia es que aquí la mayoría tienen algo que ver con ese argumento principal.

También se diferencia de ‘Perdidos’ y se asemeja a ‘Expediente X’ en que no cuenta con un reparto coral sino con unos pocos personajes protagonistas…pero, y ahí está lo bueno, magníficos. Eso es lo que me enganchó desde un primer momento, cuando los episodios eran aún algo flojos. La primera temporada arranca con un episodio doble (aquí tenéis el tráiler) que no tiene nada que envidiar a una buena película de acción. La agente del FBI Olivia Dunham (espléndida Anna Torv, sin ella la serie no sería la misma) investiga un caso cuando su pareja, el agente John Scout (interpretado por Mark Valley, a quien también podéis ver en ‘Blanco humano’), es herido y sufre una misteriosa enfermedad. Dunham, personaje arrollador, capaz de llegar hasta donde sea para hacer lo que cree justo, va a llegar a donde haga falta para salvar a su amado. Y eso supone recabar la ayuda de Walter Bishop, un genio científico que lleva años internado en un sanatorio mental tras un incendio en su laboratorio en el que murió una de sus ayudantes. Y para llegar hasta él tendrá que convencer a su hijo, Peter Bishop, clásico personaje que reúne pasado oscuro y atractivo físico.




Walter es lo mejor de la serie, una mente privilegiada que sufre las consecuencias de los traumas del pasado y de haber estado aislado del mundo durante décadas. John Noble ha encontrado el papel de su vida (aparte del Denethor de 'El señor de los anillos') y protagoniza los momentos más divertidos, pero también los más dramáticos de la serie. Y la relación con su hijo, nada fácil y también tan cómica como dramática, es otro de los puntos fuertes de ‘Fringe’.

La trama del primer episodio acaba derivando en la creación de una particular división formada por los tres protagonistas, dedicados a investigar lo que el superior de Olivia, Phillip Broyles, define como ‘El patrón’, casos aislados que parecen conectados de algún modo y que siempre tienen que ver con la ciencia llevada ‘al límite’, de ahí el título de la serie. En definitiva, lo que propone ésta es algo no tan alejado de la realidad: ¿qué pasaría si científicos desarrollasen nuevas aplicaciones de sus investigaciones, con virus o cualquier otra cosa, para ser utilizada como arma terrorista, y usasen el mundo para sus experimentos?

Por ello no extraña que el cuartel general de los tres protagonistas sea el antiguo laboratorio de Walter en Harvard, vaca incluida. Eso sí, los protagonistas tendrán aliados, como el compañero de Olivia, Charlie, y Nina, la ‘canguro’ de Walter, pero también enemigos, como Sanford Harris, asignado para evaluar la División Fringe y que tratará de obstaculizarla por su rivalidad con Olivia. Como en ‘Expediente X’, siempre hay una explicación científica para cada misterio; muy cogida por los pelos, pero científica.

La serie va creciendo poco a poco, ganando en interés a medida que se van atando cabos en relación a la trama principal, que gira alrededor de la ZFT, una especie de grupo terrorista que busca la destrucción a través del progreso tecnológico. Su líder, David Robert Jones, interpretado magistralmente por Jared Harris, es uno de los personajes más carismáticos de la serie, al igual que su espectacular fuga de una cárcel alemana. Pero lo más intrigante son sus fines, recogidos en un enigmático libro que habla de una futura guerra entre universos paralelos.

El otro personaje emblemático de la serie es William Bell, presidente de Massive Dynamics. Para dejarlo claro, Bell sería el equivalente a Steve Jobs y su empresa a Apple, por establecer el símil fácil. Bell es el hombre más rico del planeta…después de haber sido el compañero de investigaciones de Walter en el pasado. De Bell se habla toda la serie y parece ser la clave de todo, pero no aparece hasta la última escena del último episodio de la primera temporada, 'There is more than one of everything'. Y no defrauda porque su intérprete resulta ser… Tocan los SPOILERS, pero desde luego, el último episodio lo seguí con una expectación que no había sentido desde el final de ‘Perdidos’… y me defraudó mucho menos. Por no hablar de que el plano final de la temporada es magistral… y muy en la línea de los finales de temporada de ‘Perdidos’, claro.

Un par de cosas más. Entre los mejores episodios destacan sin duda alguna el 8, ‘La ecuación’, en el que Walter tiene que volver a ingresar en el manicomio para tratar de hallar el paradero de un niño que ha sido secuestrado, y el 17, ‘Pesadillas’. Escrito y dirigido por Akiva Goldsman, ganador del Oscar al mejor Guión por ‘Una mente maravillosa’, es un capítulo portentoso en el que la serie mete la directa en cuanto a la trama principal y tiene un final antológico.

Un último detalle. ‘Fringe’ ha inaugurado una nueva manera de programar las series en USA, con menos anuncios, por lo que cada capítulo tiene seis minutos más de lo habitual en las series norteamericanas.

PD: Gracias a la gran idea de la Generalitat Valenciana de cortar la señal de TV3 tuve que buscarme la vida para ver el último capítulo. ¿Qué pasará con la segunda temporada? ¿Y con la señal de TV3? Censura a estas alturas de la vida, lo que hay que ver... En fin: VOLEM TV3.



Y William Bell es… el doctor Spock. Pues sí, después de unos cuantos chistes sobre Star Trek (sobre todo en el penúltimo episodio: ‘Camino alternativo’), Leonard Nimoy asume el rol más enigmático de ‘Fringe’, aunque habrá que esperar a la segunda temporada para oírle decir algo más que su nombre.

Por lo demás, la primera temporada parece dejar cerrada la línea argumental sobre el novio muerto de Olivia, y zanja, al menos en parte, los atentados de David Robert Jones… al tiempo que deja en el aire otras muchas cosas. Pero más allá de la aparición de ese universo paralelo, me quedo con la imagen de la tumba de Peter Bishop. En varios episodios Walter le ha recordado a Peter que de pequeño estuvo muy enfermo, pero este no se acuerda. El último episodio apunta a que Peter murió y el que conocemos es el que Walter ¿secuestró? en el mundo paralelo, y eso puede traer mucha cola…

En cuanto a aspectos negativos, sigo esperando que la hermana de Olivia gane protagonismo y justifique su presencia, más allá de darle un poco más de humanidad a su hermana y apuntar un posible triángulo amoroso con Peter.

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