Se
acercan las navidades, y con ella los grandes estrenos que buscan taquilla,
oscars o ambas cosas. Ahí está, para empezar, Diana, con Naomi Watts reencarnando a Lady Di, aunque las críticas
están siendo más que duras. Solo hay que ver cómo ha engorado Naveen Andrews
desde Perdidos…
Las
fiestas de fin de año también son sinónimo de vacaciones escolares, así que Free Birds, traducida aquí como Vaya pavos!, abre la programación
infantil. Nada que ver con Lore,
cinta alemana que bien podría ser la revelación de esta semana, con la historia
de una adolescente que, tras el arresto de sus padres, miembros de las SS, por
los aliados, emprende con sus cuatro hermanos un viaje a casa de su abuela, en
el que encuentra a un refugiado judío.
Volviendo
a los Oscar, diría que ahora mismo, tras las nominaciones a los Globos de Oro,
la gran favorita es 12 años de
esclavitud, que casi ha sido el estreno de la semana. Dirige Steve McQueen,
que busca su definitiva consagración con la historia real de un negro,
encarnado por Chiwetel Ejiofor –otro que busca su salto definitivo al
estrellato- que fue raptado y convertido en esclavo durante… 12 años. Ojo al
reparto, de lo mejorcito de esta temporada, con, entre otros, MichaelFassbender –que suele dar lo mejor de sí mismo con este director-, Brad Pitt,
Paul Giamatti… y un omnipresente Benedict Cumberbatch…
…al
que tenemos en compañía de su inseparable Watson, digo Martin Freeman, en La desolación de Smaug, segunda entrega
de la adaptación de El hobbit a
cargo de Peter Jackson. El hobbit no
es El señor de los anillos, y habrá
a quien le aburra ya el tema, pero tras el inicio de la trilogía, a mí puede
llevarme a la Tierra Media siempre que quiera. Aventura en estado puro, la
película de estas navidades, si está a la altura de su predecesora.
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