Pasaron los Goya y los Oscar, y lejos aún de la temporada veraniega, continuamos con estrenos de perfil bajo, aunque siempre se acaba encontrando algo interesante.
Como la cinta israelí Big bad wolves, comedia negra que triunfó en Sitges, la rumana Madre e Hijo, sobre relaciones maternofiliales -evidentemente- o la italiana Viva la libertà, que pone en solfa a la clase política, y que se estrena, muy acertadamente, en plena jornada de reflexión de las elecciones europeas.
Del mercado anglosajón nos llegan Redención, nuevo vehículo de lucimiento del action hero Jason Statham, pero a cargo del guionista de Promesas del este, Steven Knight, y Dom Hemingway, en la que parece que recuperamos al mejor Jude Law, con transformación física incluida, como un particular ladrón de cajas fuertes.
Pero nos quedamos con lo último del director francés Olivier Dahan, que tras llevar a la gran pantalla la vida de Edith Piaf en La vida en rosa, ahora hace lo propio con la de Grace Kelly en su vertiente más farandulera, esto es, como Grace de Mónaco. Un proyecto en el que parece que Nicole Kidman, encargada de dar vida al mito, ha tenido más suerte que Naomi Watts como Lady Di. Aunque lo que más morbo me da es ver a Tim Roth como Rainiero...
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