sábado, 28 de febrero de 2015

El estreno: La inteligencia artificial según Alex Garland


Curioso fin de semana el que nos ocupa, con un único estreno norteamericano y ninguno español, en plena época de reestrenos tras los Goya los Oscar.

Así que el rey es el cine británico, con la scuela de la cinta de terror La mujer de negro, y sobre todo la nueva entrega del director Matthew Vaughn, quien tras dirigir X-Men First Class se ha especializado en adaptar cómics, y más concretamente del guionista Mark Millar, Así que tras hacerse cargo de las dos primeras entregas de Kick-Ass, le toca el turno a Kingsman (El hombre del rey), basada en el cómic Secret Service (Servicio Secreto), una parodia salvaje de los films de James Bond, donde el típico gentlemen británico, encarnado por Colin Firth, debe entrenar a su sucesor, un 'chony' de los bajos fondos, para lidiar con el malo del turno, a cargo de Samuel L. Jackson. Esperad, sobre todo, muy mala baba y humor más que políticamente incorrecto.

No falta tampoco el estreno francés de la semana, Samba, que habrá que ver si pasa desapercibido o se convierte en otro fenómeno como está ocurriendo con Dios, ¿pero qué te hemos hecho? Y es que estamos ante la nueva cinta de los guionistas y directores del fenómeno Intocable, en la que repite uno de sus protagonistas, Omar Sy, junto a Charlotte Gainsbourg.

Pero finalmente me quedo con la única novedad made in Hollywood, Ex Machina, segundo estreno casi consecutivo que nos llega dándole vueltas al tema de la inteligencia artificial tras el Autómata de Antonio Banderas, tercero si contamos lo último de Johnny Depp, Trascendence, y a la espera de Chappie, lo nuevo del director de Distrito 9 y Elysium, Neill Blomkamp

En este caso estamos ante el debut como director de Alex Garland, guionista habitual de Danny Boyle, quien adaptó su novela La playa y para el que escribió 28 días después y Sunshine. Aquí nos ofrece un curioso triángulo amoroso a cargo del guatemalteco Oscar Isaac, el irlandés Domnhall Gleeson y la sueca Alice Vikander -por cierto que los dos últimos ya coincidieron en la Anna Karenina de Joe Wright. El primero es un mecenas, el segundo un experto en informática y la tercera... un robot, en un proyecto muy especial de inteligencia artificial. Nada que ver con Autómata, más en la línea de la Yo, robot cinematográfica, Ex Machina se presenta como un ejercicio teatral claustrofóbico, cargado de tensión y más que estimulante.

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