domingo, 14 de agosto de 2016

El estreno: Zwick y la épica del ajedrez


El fin de semana llega con algún que otro aspirante a romper taquillas y mucho estreno minoritario.

Entre estos últimos tenemos la novedad española Hielo, ejercicio de ciencia ficción protagonizada por Ivana Baquero, aquella niña que descubrimos en El laberinto del fauno, como una joven creada a partir de ADN de un cadáver prehistórico.

También tenemos la italiana Biagio, sobre la historia real de un joven que se metió a ermitaño, el thriller belga Black, que nos ayuda a entender la realidad actual de este país, y la brasileña El profesor de violín, ahora que estamos en plenos Juegos Olímpicos, con un violinista que es rechazado por la Orquesta Sinfónica de su país y tiene que dar clases a adolescentes problemáticos.

Y pasando a las películas que aspiran a atraer más público, comenzamos con la otra novedad hispano-argentina, Al final del túnel, con Leonardo Sbaraglia como un hombre en silla de ruedas que alquila una habitación al personaje interpretado por Clara Lago, para descubrir que unos ladrones están haciendo un túnel debajo de su casa para atracar un banco. Y con Federico Luppi.

El resto de novedades nos llegan de los USA, empezando por Nerve, acción adolescente al estilo de The Game con Emma Roberts y uno de los Cuatro Jinetes, Dave Franco, y siguiendo por las nuevas Cazafantasmas, en una película que evoca nostalgia y también pereza, al margen de la polémica que la acompaña desde su anuncio.

Pero finalmente me quedo con El caso Fischer, que narra el enfrentamiento entre el mítico ajedrecista norteamericano Bobby Fischer y el ruso Boris Spassky en plena guerra fría. Dirige Edward Zwick, aquí alejado de otros de sus títulos como Leyendas de Pasión o El último samurai, precisamente a punto de estrenar la secuela del Jack Reacher de Cruise, y con Tobey Maguire como Fisher y Liev Schreiber como Spassky. Saquen sus tableros.

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