Sigue la lluvia de estrenos, con propuestas de todo pelaje. Ahí está, sin ir más lejos, el regreso de la saga de terror Saw, que vuelve a intentarlo con su octava entrega. El único punto a su favor es que dirigen los hermanos Spierig, que se marcaron una más que notable Predestinación.
Pero el gran aspirante a blockbuster que nos llega de Hollywood es la enésima versión de, tal vez, la más popular novela de Agatha Christie, Asesinato en el Orient Exprés. Kenneth Brannagh se suma a la larga lista de Poirots cinematográficos y asume también la dirección. A sus órdenes, como ocurre cada vez que esta obra se lleva a la gran pantalla, un reparto estelar, en el que la que más difícil lo tiene es Penélope Cruz, en el papel que le valiera un Oscar a Ingrid Bergman. Por lo demás, casi no falta nadie: Derek Jacobi, Johnny Depp, Willem Dafoe, Michelle Pfeiffer...
Reino Unido contraataca con 6 días, sobre la toma de rehenes en la embajada iraní en Londres, y con Mark Strong, Abbie Cornish y Jamie Bell en su reparto, mientras de Francia nos llega el drama romántico El fiel y de España dos propuestas bien distintas: La higuera de los bastardos, comedia a lo Airbag con Karra Elejalde y Carlos Areces entre muchos otros, y Tierra firme, que reúne a David Verdaguer con dos de las secundarias de Juego de Tronos, Oona Chaplin y Natalia Tena, además de la incombustible Geraldine Chaplin.
Pero, evidentemente, el estreno de la semana no podía ser otro que En realidad, nunca estuviste aquí, film muy deudor de Taxi Driver (ahí es nada), premio al mejor actor y guión en la última edición de Cannes. Su protagonista, encarnado por Joaquín Phoenix (y esto ya vale la entrada), es un exmilitar metido a justiciero que se dedica a salvar a mujeres de la explotación sexual y a quien un político le pide que busque a su hija desaparecida. Puede ser una de las películas del año.
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