domingo, 1 de abril de 2018

El estreno: El videojuego de Spielberg


Llega la Pascua, días de vacaciones, y un fin de semana marcado por el regreso del rey y un claro dominio galo en la cartelera con más de la mitad de los estrenos.

Francia viene fuerte y lo hace con estrellas. Para empezar, Cosas de la edad, original comedia en la que Marion Cotillard y Guillaume Canet, pareja en la vida real, se interpretan a sí mismos bajo la dirección del primero. Para seguir, otra comedia, Una razón convincente, que une a mi actor francés favorito (con permiso de Jean Reno), Daniel Auteil, y la joven Camélia Jordana, en otra cinta heredera de Intocable, aquí dirigida por el también actor de origen israelí Yvan Attal, con el choque entre una joven árabe de los suburbios parisinos que sueña con ser abogada y un profesor cínico y arrogante.

En coproducción con otros países tenemos El Cairo Confidencial, que bien podría haber sido el estreno de la semana, con la investigación en plena primavera árabe del asesinato de una famosa cantante en el que parecen estar involucradas las élites egipcias. Por si hubiera alguna duda, en el último Festival de Valladolid recibió los premios a la mejor película, director y guión, estos dos últimos para Tarik Saleh.

Y cerramos el repertorio galo con Bárbara, lo nuevo de Mathieu Amalric en la dirección, que le valió el César a su protagonista, Aurore Clément, aquí como una actriz que da vida en el cine a la famosa cantante francesa Bárbara, fundiéndose realidad y ficción a medida que transcurre el rodaje.

Entre tanta oferta de nuestro país vecino solo tenemos una novedad española, El club de los buenos infieles, comedia de perfil medio con un reparto que reúne a Fele Martínez con Adrián Lastra o Jordi Vilches como varios amigos que se reencuentran en una cena de ex alumnos y se unen para ser infieles a sus mujeres.

Nos vamos ya a los USA con El justiciero, nuevo vehículo de lucimiento para Bruce Willis, aquí con el clásico papel de quien se toma la justicia por su mano. Visto el tráiler televisivo todo apunta a uno de los films alimenticios que tanto abundan en la última trayectoria del protagonista de Luz de Luna, pero hay varios detalles que le hacen ganar interés. Para empezar, estamos ante un remake de Death Wish, más conocida por estos lares como Yo soy la justicia, es decir, la taquillera saga protagonizada en su día por Charles Bronson con un personaje que convertía a Harry el Sucio en una hermanita de la caridad. Y para seguir, tenemos en la dirección a Eli Roth, más vinculado al cine de terror gore por películas como su célebre Hostel, y en el guión a Joe Carnahan, que prometía mucho pero se echó a perder con su versión de El Equipo A para la gran pantalla. Ah, y en el reparto encontramos también a Elisabeth Shue y a Vincent d'Onofrio. Ahora, el lema del cartel no llama a engaño: 'Ellos acabaron con su familia, ahora él acabará con ellos'.

Pero el estreno de esta semana estaba más que cantado. Tan solo unos pocos meses después de The Post, con la que nos mostró su versión más seria, con aspiraciones a los Oscar que se quedaron en nada, Steven Spielberg vuelve a presentarse como el Rey Midas de Hollywood con su versión más palomitera. ¿Quién, si no Spielberg, podía dirigir Ready Player One, best seller de culto de Ernest Cline que nos traslada a un futuro decadente en el que la humanidad se evade con Oasis, un universo virtual de videojuego, como si de una adictiva droga se tratara. Su creador, interpretado por el ya imprescindible en la filmografía más reciente de Spielberg, Mark Rylance, fallece, revelando que en ese universo ha escondido un tesoro, con lo que se desata la caza. El gran reclamo es que novela y película están plagadas de referencias a los maravillosos 80 -en los que el propio Spielberg cimentó su mito- y el apartado visual es portentoso. Como para perdérselo (sobre todo si amas los 80).


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