Continuamos con un reducido número de estrenos, y alguna tendencia que se afianza, como la de que, ausente Disney, que parece centrarse en su plataforma, el cine de animación de otros países trata de ocupar su lugar. Así, esta semana nos llegan la china Cats, imitando modelos conocidos, y la danesa Mina y el mundo de los sueños, que pinta un poco mejor.
Esta semana también tenemos mucho aspirante a bizarrada... que podría acabar dando la sorpresa. Un perfecto ejemplo es el film noruego Mortal, thriller con un joven que tiene superpoderes y trata de convivir con ellos. La alemana, en coproducción con Azerbaiyán, The bra, parte de una curiosa premisa: un maquinista se jubila y en su último viaje en tren la locomotora se enreda con un sujetador (de ahí el título), de modo que trata de buscar a su dueña... que resulta ser Paz Vega. Y Blanco en blanco se convierte en el título más prometedor, a cargo del francés Theo Court y también con participación de España, Chile y Alemania. El argumento tiene resonancias a El piano, con un fotógrafo que a finales del siglo XIX viaja a Tierra del Fuego para inmortalizar el matrimonio entre un poderoso latifundista y una niña con la que acabará obsesionado.
Pero el estreno de la semana es el que apunta al del verano, la gran baza para que el cine español resista a la pandemia. La receta, Santiago Segura ha facturado raudo y veloz (antes de que sus niñas crezcan), la secuela de Padre no hay más que uno: La llegada de la suegra. Suegra que no es otra que Loles León, y por si algo faltara también se suma a la fiesta Leo Harlem, que está siendo el gran triunfador del verano.
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