Los USA reducen su presencia en la cartelera a la nueva entrega de la saga de terror Expediente Warren: Obligado por el demonio, esta vez con Vera Farmiga y Patrick Wilson como protagonistas.
Iniciamos el periplo internacional al ladito, en Canadá, con la coproducción con Irlanda Sueños de una escritora en Nueva York, donde una joven que sueña con ser escritora empieza a trabajar en una agencia literaria como ayudante de la representante de JD Salinger, encarnada por Sigourney Weaver. Entre sus tareas está responder la correspondencia al célebre autor de El guardián entre el centeno, solo que la joven empieza a apartarse del protocolo y a personalizar las respuestas.
Doble ración de cine galo con la comedia Dios mío ¡los niños han vuelto!, donde una pareja madura tiene que lidiar con el regreso a casa de su hija de 27 años y el novio de esta. Nada que ver con Gaza mon amour, drama romántico otoñal ambientado en la ciudad palestina.
También tenemos doble entrega danesa. Por un lado, Shorta. El peso de la ley, film sobre policía y disturbios raciales más propio de los USA pero ambientado en Dinamarca, y por otro The good traitor, que nos acerca a la figura de Henrik Kauffmann, embajador danés en Washington durante la segunda guerra mundial, que se declaró único representante verdadero de una Dinamarca libre en oposición a la ocupación nazi.
Y de Australia nos llega la comedia Un pequeño contratiempo, que propone una interesante vuelta de tuerca al concepto de Atrapado en el tiempo: aquí el protagonista, que siempre suelo dejarlo todo para después, convencido de que tiene todo el tiempo del mundo, se encuentra con que tras casarse, cada vez que se despierta ha pasado un año, siempre en el aniversario de boda.
Pero como decía al principio, la palma se la lleva el único estreno español de la semana, Karen, donde encontramos a Christina Rosenvinge dando vida a la autora de Memorias de África, en un retrato de apenas poco más de una hora.
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