El que espera aprovecharlo mejor es una de las dos novedades españolas, Camera Café, que vuelve años después de la cancelación de la serie homónima, ahora en formato de film y con la mayor parte de su reparto original, encabezado por Arturo Valls y Ana Milán, en este esperado revival.
El otro estreno español es bien distinto, y eso sí, promete aprovechar las posibilidades de la pantalla grande. Y es que en La cima a Javier Rey y Patricia López Arnaiz les da por escalar el Anapurna, así que tenemos algo poco habitual en el cine patrio, y no será porque no tengamos grandes alpinistas.
En una semana sin producción USA, también nos llega lo último de Mamoru Hosoda, posiblemente el último gran maestro de la animación japonesa, director de películas como La chica que saltaba a través del tiempo o El niño y la bestia, que nos presenta ahora Belle, una recreación de La bella y la bestia en un universo a lo Ready player one, con una bella y su particular bestia virtuales que desconocen quienes son en el mundo real.
Pero a los puntos el estreno de la semana vuelve a ser francés, esta vez con Adiós, señor Haffmann, que presenta ciertos puntos en común con La trinchera infinita. Aquí Daniel Auteil, mi actor galo favorito con permiso de Jean Reno, es un joyero judío que ante la ocupación nazi le regala su tienda a un empleado con el pacto de que tras la ocupación se la devolverá... Solo que al final el joyero no puede huir y se queda escondido en la joyería, obligado a trabajar para su nuevo patrón. Cambio de papeles, pues, para un film cargado de dilemas morales sobre la condición humana.
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