Por una vez el blockbuster no ha arredrado al resto de estrenos. Eso sí, el aspirante a taquillazo es lo único que nos llega de Hollywood. Nada menos que 36 años ha tardado en llegar la secuela de Top Gun, Maverick, que, entre otras cosas, demuestra que por Tom Cruise no pasan los años, y parece que homenajea a lo grande a Val Kilmer. En mi caso, quizás porque tenía 12 años cuando se estrenó, no toca la fibra nostálgica --salvo ese imperecedero Take my breath away-- y lo peor es que vamos a tener que esperar al próximo año para reencontrarnos con Misión: Imposible, que ahí sí estaré el primero en la fila.
Iniciamos gira internacional con la cinta que a punto ha estado de ser el estreno de la semana, Maigret, así, sin anestesia. Patrice Leconte es el encargado de adaptar nuevamente al célebre personaje de Georges Simenon, y en concreto su novela Maigret y la joven muerta. Y si el último rostro del famoso detective era el de Mr. Bean, Rowan Atkinson, ahora le toca nada menos que al mismísimo Depardieu. Ahí es nada.
De Tailandia nos llega la primera rareza, Memoria, con Tilda Swinton oyendo voces en la selva colombiana. Otra rareza es Red cunt (Coño rojo, y no, los alemanes no son muy sutiles), combinación de documental y animación para hablar de algo muy de moda, la menstruación). Y de Líbano tenemos Costa Brava, Líbano, con una familia que huye de la ciudad... y se ve cercada por un vertedero.
Cerramos el periplo internacional con Sundown, primera película del fin de semana dedicada a cómo afrontamos las tragedias. En este film francés, Tim Roth y Charlotte Gainsbourgh son una pareja de vacaciones en México que recibe una noticia devastadora. Pero mientras ella quiere volver de inmediato a casa, él finge haber perdido el pasaporte para quedarse.
El comensal es la contrapartida española. Con guión y dirección de quien fuera ministra de Cultura con Zapatero, Ángeles González-Sinde, la película alterna a un joven cuyo padre es secuestrado por ETA en los 70 y a una mujer que afronta el cáncer terminal de su madre en 2011.
También va en esta línea otra de las muchas novedades españolas de la semana, La desvida, en la que una pareja de autores de cuentos infantiles regresan a la casa donde perdieron a su hijo para recoger algunas cosas y emprender vidas separadas... hasta que un mensaje del niño les invita a un juego de pistas.
Nada que ver con Toscana, comedia teatral de enredo dirigida por Pau Durà, que protagonizan él mismo, Edu Soto, Malena Alterio y Francesc Orella, y rodada en parte en Segorbe, o con En otro lugar, que supone el reencuentro de dos ex UPA Dance, Miguel Ángel Muñoz y Pablo Puyol, con la historia de un joven que hereda dos vacas y una burra y va a un pueblo de Cantabria a venderlas.
Al final, en una semana tan variada, se lleva la palma --ahora que venimos de Cannes-- La piel en llamas, donde Óscar Jaenada interpreta a un fotoperiodista famoso por la imagen de una niña que volaba por los aires tras una explosión. 20 años después de aquello, regresa a donde empezó todo, lo que sirve de punto de partida para mil reflexiones, entre ellas la clásica ¿debe el fotógrafo limitarse a dar testimonio o tratar de evitar el mal que contempla?
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