Los dos blockbusters nos llegan de los USA. Por si no teníamos bastante con la secuela de Shazam, Keanu Reeves vuelve con la cuarta entrega de John Wick, una franquicia de acción que ha ido de menos a más, al menos en cuanto a popularidad, mientras que Adam Driver se mete a action hero en 65, en la que un astronauta se estrella en la Tierra... de hace 65 millones de años.
Pero para cantidad Francia, que entre coproducciones y animación nos trae hasta seis novedades, como Vainilla, en la que una joven parisina viaja a la isla de Guadalupe, o Rimini, con un argumento ya clásico: cantante que pasa por horas bajas y actúa en Rimini vuelve a su Austria natal tras la muerte de su madre y con su padre recién ingresado en un geriátrico.
Un paseo con Madeleine nos puede recordar aquella Paseando a miss Daisy, con una mujer de 92 años que es llevada en taxi por las calles de París a su nueva residencia, forjando un inesperado vínculo con su desencantado taxista, encarnado por cierto por el cómico Dany Boon. También promete Retorno a Seúl, donde una joven que se ha criado en Francia desde que fue adoptada viaja por primera vez a Seúl para buscar a sus padres adoptivos. Y Crónica de un amor efímero es el filme que ha estado a punto de ser el elegido de la semana, con una madre soltera y un hombre casado que se convierten en amantes en lo que ambos tienen claro que será solo una aventura... pero pronto descubren que les encanta estar juntos.
Por último, la película más polémica de la semana, Sparta, sigue a un hombre que transforma una escuela en ruinas en un centro recreativo para niños de familias desestructuradas... solo que en realidad se trata de un pederasta.
Acabamos en España, donde también tenemos un poco de todo. Como La sirvienta, biografía de santa Vicenta María López Vicuña (se nota que se acerca la Semana Santa); el documental Benito Pérez Buñuel, que presenta las similitudes entre dos genios como Galdós y Buñuel, o la comedia familiar El hotel de los líos, donde José Mota y Pepe Viyuela repiten sus personajes de García y García, reclutando además a Antonio Resines y Paz Padilla para una propuesta muy en la línea de las cintas infantiles de Santiago Segura.
Nada que ver con Matria, donde Álvaro Gago convierte su corto del mismo título en largo, confiando el protagonismo absoluto a María Vázquez, que puede lucirse como nunca en el papel de una mujer trabajadora gallega que tiene que lidiar con su hija y su marido afrontando múltiples problemas en su día a día.
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